🖤Capítulo 03🖤

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Luego de aquella fuerte discusión con Demir, Hünkar lloró largo rato encerrada en su cuarto; pero llegada la noche, decidió salir.
Züleyha estaba algo preocupada por ella, si bien ambas habían tenido sus problemas, en el fondo se querían más de lo que aparentaban.

Hünkar_ (Entrando a la sala) Züleyha

Züleyha_ (Se levanta del sofá) Madre, al fin bajas.

Hünkar_ ¿y Demir?

Züleyha_ Dijo que llegaría tarde.

Hünkar_ (Respiro aliviada) Le pediré a las chicas que preparen la cena...

Züleyha_ Madre, no quiero enfadarte... pero ¿que sucedió con Demir? ¿Por qué discutieron?

Hünkar_ (Suspira) Él... cree que yo y Fekeli... nos encontramos en secreto.

Züleyha_ (Sorprendida) ¿Cree que son amantes?

Hünkar_ (Asiente) No se que le habrá hecho pensar esas cosas... pero ya no tiene importancia, mejor siéntate para esperar la cena.

Züleyha asintió y Hünkar caminó rumbo a la cocina.
Züleyha continuó pensando en lo que le había dicho Hünkar, al inicio ella también pensaba que había algo entre la mujer y Fekeli pero ya no estaba segura.

Hünkar regresó al poco rato después junto a Saniye, quién llevaba la comida; y ambas comieron juntas.

Llegada la medianoche, Züleyha se fue a la cama y Hünkar se quedó en la sala leyendo un libro.
Estaba tan concentrada en su libro que pegó un pequeño brinco de susto cuando el teléfono comenzó a sonar.

Hünkar_ (Contesta y deja el libro en sus piernas) ¿Hola?

Ali_ Hünkar... ¿Como estás?

Hünkar_ Ali.. Hola, Estoy bien.

Ali_ Estaba preocupado, es raro que no me llames.

Hünkar_ (Sonríe) Estuve ocupada.

Ali_ Pues será mejor que hagas tus tareas a un lado porque mañana saldremos a cenar.

Hünkar_ ¿A sí? ¿y quién me obliga?

Ali_ (Ríe) yo iré por ti y te arrastraré hasta el restaurante.

Hünkar_ (Ríe también) Ay, Ali.
¿Ahora querrás estar todo el tiempo conmigo?

Ali_ Si pudiera, no me separaría de ti ni por un solo segundo.

Hünkar_ (Sonríe sonrojada) Te amo.

Ali_ Yo más, mi hermosa rosa.

Hünkar_ Cariño, debo cortar.
Es tarde y quiero irme a la cama.

Ali_ Esta bien, amor.
Ve a dormir y descansa mucho.

Hünkar_ Igual tú...

Ambos cortaron.
Hünkar, entre risas, continuó con su lectura y dio vuelta la pagina; allí encontró la flor que Fekeli le había dado en la cabaña.
La mujer estaba tan sumergida en los recuerdos que en ningún momento se percató de la figura tras de ella que había estado escuchando todo.

Demir_ (Entrando a la sala) Así que.. ¿Cariño? ¿Te amo?

Hünkar_ (Se pone de pie, atónita) Demir...

Demir_ Tenía razón, mamá.
(Se acerca a ella) Me has estado engañando todo este tiempo, sin vergüenza o remordimiento alguno.

Hünkar_ Hijo, puedo explicart...

Demir_ (Grita y la agarra del brazo con fuerza) ¿¡Como has sido capaz!?
¡¿Como has podido traicionarme de esta manera!?

Hünkar_ (Con los ojos llorosos) Hijo, Por favor...

Demir_ ¿Desde hace cuanto ha estado pasando esto, mamá? ¿¡Desde hace cuanto tiempo has estado metiendote con ese infeliz!?

Hünkar_ Demir, ¡No me hables de esa manera!

Demir_ Soy incapaz de reconocer a la mujer que tengo frente a mi.
¡No se quién eres! ¡Tú ya no eres mi madre! ¡Tú no eres digna de portar el apellido de mi padre! ¿¡Quién sabe desde hace cuanto tiempo llevas con ese hombre!?

Hünkar incapaz de aguantar el dolor, comenzó a llorar, sin embargo esto no le importó a Demir, quién subió las escaleras furioso y al poco rato después bajó con Züleyha y los niños.

Demir_ ¡No pienso permanecer bajo el mismo techo que esta mujer!

Demir salió de la mansión con Adnan en brazos, y tras él salió Züleyha con Leyla.
Hünkar trató de detenerlo y Züleyha trató de hacerlo entrar en razón pero no sirvió de nada.
Demir arrancó el auto y se fue de la mansión, dejando a Hünkar quebrada.

Saniye, Gaffur, Gülten, Fadik y el resto
de la hacienda se despertó por los gritos provenientes de la mansión.
Cuando se levantaron para ir a investigar, encontraron a Hünkar a la entrada de la mansión, inmóvil y con lagrimas saliendo de sus ojos.
Saniye fue la única valiente capaz de acercarse a la Señora, quién al sentir el toque de Saniye volvió en sí y regresó al interior de la mansión sin decir nada, dejándolos a todos preocupados e intrigados.

Saniye y Gülten fueron tras de ella pero la mujer las obligó a irse y a dejarla sola, las jóvenes no tuvieron mas opción que obedecer.

Hünkar ingresó al cuarto de Demir, caminó con paso lento hasta su armario y lo abrió de par en par.
Comenzó a sacar suavemente las camisas de Demir, olió el fuerte perfume de su hijo y comenzó a sollozar.
El dolor y la pena inundaron nuevamente su corazón; y la mujer comenzó a romper y a tirar al piso con ira las camisas de su hijo.
Después de un rato, ella también cayó al piso de rodillas, destruida.

Lo había perdido... había perdido a su hijo, su luz, su sol... su vida.
¿Que haría ahora?

Hünkar & FekeliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora