𝙁𝙤𝙧𝙜𝙚𝙩 𝙄𝙩 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]

𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 2. 𝘾𝙞𝙩𝙖

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤUn sonido intermitente despertó lentamente a Muichiro, tenue, puntiagudo.

Provenía de la ventana, entonces el joven asomó la cara por encima de una cobija. No, no se trataba de una molesta rama azotando por el viento.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ...

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤEl sonido continuaba.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ... Bien, se despertará.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤComo si las sábanas le pesaran cincuenta kilos, el recién despierto y desaliñado chico se acercó a abrir la ventana.

—¡¿Por qué no me abrías?! ¿Tienes idea de lo helado que es allá afuera? ¡Ya no me quieres, por eso me dejaste fuera toda la noche! —irrumpió de la nada un ave de plumas negras.

Y Tokito solo bostezó en respuesta, tallándose los ojos. Mientras tanto, Ginko, voló alrededor de su cabeza, lloriqueando bajo esas enormes pestañas.

—¡Di algo! —reclamó la cuerva, a punto de ir y picotear esa cabeza despeinada. Justo ahora esa cabellera no tenía nada que envidiarle a cualquier nido.

—Bueno, si no quieres que te deje afuera, deberías llegar antes de que anochezca, sabes que no es bueno dormir con ventanas abiertas —dice Muichiro con una voz somnolienta. Su compañera solo reaccionó con nerviosismo. De no ser porque esos dos han sido compañeros desde que Muichiro se volvió cazador, estaría horrorizado con lo absolutamente expresiva que es Ginko. —. ¿Ya me dirás con quién la pasas todo el día?

—¡El amor de mi vida no tiene por qué ser conocido! —exclamó, erizando su plumaje con orgullo.

Y antes de que la misma pudiese emprender el vuelo de nuevo, el chico interrumpió.

—Con que 'el amor de tu vida'... Me estás reemplazando, ya veo —Su mirada oscureció—. Claro, por ello ya no me pides que te acaricie la barriga, lo entiendo.

Entonces, su compañera aterrizó apresurada hasta el hombro del joven que estaba dándose la vuelta, dolido por la evidente traición. —¡Nunca te reemplazaría, Muichiro! —Perfecto, el plan funcionó. —¡Eres el mejor de todos aún si te has vuelto un flacuchento!

—Oye, eso dolió.

—¡Fue con todo mi sincero cariño!

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤMuichiro terminó riendo, sabía perfectamente que Ginko jamás se alejaría de su lado, solo necesitaba la excusa perfecta para evitar que escapara, y ya que resultó, cerró la ventana ante cualquier posible cambio de opinión.

—Ven, debes estar sedienta —Elevó el dorso de su mano, donde en cuestión de un segundo, la cuerva estaría reposando. Luego, la guió hasta un pequeño plato con agua que siempre residía en esta habitación. —. Pero en serio, no deberías salir tanto tiempo, a ti no te gustaría que hiciese lo mismo —Y entonces al de ojos menta le llegó una idea apenas terminó de hablar, por fin alcanzando a espabilar. —... O sino, podría acompañarte.