𝙁𝙤𝙧𝙜𝙚𝙩 𝙄𝙩 ▕ 𝙏𝙖𝙣𝙈𝙪𝙞 [ESP]

𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 8. 𝙊𝙙𝙞𝙤

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤEl cielo era blanquecino, propiedad de un clima denso y nebuloso que invadía los interiores de los bosques y calles angostas.

Tanjiro supo que el clima sería de esta manera por la mañana, es por ello que pensó en traer otro haori extra en caso de que Muichiro fuese a necesitarlo de nuevo. Pero esta suposición fue errónea, pues cuando ese chico llegó al punto de reunión, ya portaba prenda doble, cortesía de los cuidados de Tomioka. Tanjiro solo se resignó para sus adentros, parece que hoy iba a perderse de la fragancia que dejó su amigo en su abrigo la noche anterior.

—Lo siento, ¿te hice esperar demasiado? —dice Muichiro tan pronto se aproxima. —. Tardé a pesar de que vivo más cerca.

—Está bien, no esperé tanto.

—¿Y bien? —mira a los alrededores, pocas personas estaban cerca del templo, y en dirección al interior del bosque era obvio que estaría vacío. —. ¿Qué hacemos aquí?

Entonces Tanjiro entra en un nerviosismo minúsculo, no quiere mentirle, pero si le dice su intención desde ahora podría obtener una negativa de su parte. —Ven conmigo, hay un lugar que quiero mostrarte —contesta, mientras se adelanta hacia el bosque esperando a que su acompañante le siga. —. Oh, por cierto, traje algunos ohagis para el camino.

—Que precavido de tu parte —suelta con cierta burla. —. Tomaré uno más tarde, hace poco comí con Giyuu.

—De acuerdo, avísame cuando quieras algunos.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤAmbos, con más naturalidad, pudieron charlar mientras caminaban a un paso lento, sin prisas de nada. Jugaron con las ramas que se cruzaban durante el trayecto, sacudieron las hojas que les caían encima, y Muichiro se encargó de asustar a una ardilla, ignorando el posterior regaño de Tanjiro por no respetar la vida silvestre.
Oh, por supuesto que respetaba a los animales, pero esa ardilla no se llamaba Ginko.
Esa fue la lógica sátira del joven antes de llevarse más sermones.

—Espera, estoy algo cansado, paremos aquí —dice Tanjiro mientras se sienta bajo la copa del árbol menos seco del lugar.

—Por fin, ¿hasta dónde está ese lugar que dices querer ver? Llevamos caminando tanto —El bajo se queja mientras toma asiento a su lado derecho, y suspira con un gruñido tan pronto se permite reposar la espalda contra el tronco.

Lo que Muichiro no sabía es que, en realidad ese lugar de destino no existía. Tanjiro lo había hecho dar vueltas en círculos todo este tiempo, y Muichiro estaba demasiado enfocado disfrutando de su compañía como para notarlo.

—Perdón, uuh... Ya, ya falta poco —miente, y su cara se tuerce de manera extraña en consecuencia, producto de la estúpida incapacidad de Tanjiro para mentir.

—Ah —Muichiro se torna disgustado mientras lo mira. Dios. ¿Sus ojos se le estaban volteando? —. ¿Qué pasa con tu cara? —dice antes de estallar en risa, dotado de una tan confianzuda actitud que es capaz de soltar una palmada en la espalda de su acompañante.

El mayor en cambio sufría con su 'mortal y vil' mentira, más, ya que ve al bajo tan vivaz, podría aprovechar esta oportunidad para ser sincero. —Muichiro...

El otro recién se recuperaba de las risas mientras secaba una lágrima que brotaba de su ojo. Por suerte Tanjiro ya no estaba haciendo esa cara tan extraña. —¿Qué pasa?

—Lo siento —dice repentino, en un tono que contrasta con la actitud del menor. —. Te mentí.

—Oye, oye... —baja el tono, haciendo a un lado las risas. —. ¿Mentirme? ¿En qué?

—No te invité aquí para mostrarte algún lugar.

—Oh —Muichiro quedó en blanco tras la confesión, e inclina su cabeza por su lado derecho al observarle. —. Si solo querías salir a solas debiste decirlo, no me molesta.