Tokito Muichiro logró sobrevivir a la batalla final contra Muzan y ahora goza de una vida plena.
Sin embargo, hay algo que sigue arrastrando las memorias difíciles a su vida.
Ahora busca anteponerse a las circunstancias para disfrutar de la vida que...
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤEran casi las siete y Muichiro ya había partido a su propio hogar. Tanjiro se veía esperanzado tras su partida, más contento de lo usual, y el resto, ciertamente extrañados, con un sabor de boca igual de bueno por el cambio de esta tarde.
El visitante rutinario por fin había dejado de contener la poca energía para charlar que poseía tras su regreso con Nezuko, dejó de evadir a Tanjiro y se permitió explayarse plenamente.
Nezuko los miraba de reojo, esta vez, más a su hermano que a Tokito, monitoreando su semblanza. Era obvio que algo en Tanjiro cambió, se había vuelto todo un parlanchín cuando confirmó que no lo estaban rechazando, y le era imposible contenerse, estaba muy entusiasmado.
La hermana rió para sí misma mientras tomaba de su té, satisfecha con su trabajo de hoy. Luego volvió a atender las necesidades de su novio, se había vuelto muy cariñoso.
Muichiro por su lado, volviendo a su hogar, estaba más risueño que de costumbre, similar a la sensación que tuvo durante la primera vez que se reencontró con Tanjiro, en esta ocasión sin tratar de retenerse a sí mismo de sentir lo que estaba sintiendo. Su amiga realmente lo ayudó a sacar esa molestia de su pecho, lo liberó de una creencia que arrastró consigo mismo por años, y que nunca pensó, resultaría tan aliviante una vez fuera.
"Nezuko es asombrosa", pensó mientras pateaba algunas rocas, admirando su capacidad para leer el lenguaje corporal que éste tanto ha tratado de disimular. Lo sorprendió, pensó que si tuviese la misma habilidad, podría leer mejor las respuestas de Tanjiro ante los tratos propios.
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ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ—¡En serio, gracias Nezuko! —Tanjiro se reclinó en una reverencia de agradecimiento, pegando tanto la cabeza al suelo que los aretes que le colgaban tintinaron contra el tatami.
—No necesitas agradecerme tanto, sólo hablamos un poco —Su hermana acarició el cabello de Tanjiro, invitándolo a elevarse. —, resolvimos un pequeño malentendido, eso es todo.
—¿Malentendido? —pregunta Tanjiro, alzando solo la mirada.
—Oh... Sí, uno sin importancia, no es necesario mencionarlo ahora, solo concéntrate en que ya está resuelto —evade la chica, mirando fuera del perímetro ajeno.
Inosuke y Zenitsu se miraron de reojo mientras pelaban manzanas para la cena, Tennouji y Chuntaro se hacían cargo de comer las cáscaras que caían al suelo. Los dos jóvenes voltearon hacia Nezuko rápidamente, preguntando con la mirada si se trataba de 'eso' que han estado sospechando, y Nezuko asiente antes de que Tanjiro eleve la cabeza por completo.
—Bueno, tienes razón, ya no tiene sentido concentrarse en ello —Los ojos rojos miran al techo como si mirasen al cielo, esperanzados. —, le contaré todo lo que no he podido estos días... Oh, pero, ¿no seré muy abrumador?