Boda a mis 15 "BAM 15"

9: Buena Cena.

—Buenos días Nana—salude con un abrazo.

—Buenos días pequeña dormilona, pensé que nunca te ibas a levantar.

—No es mi culpa, me desvelé terminando el trabajo de química, además es sábado.

—¿segura? no será que te desvelaste por estar hablando con Nicolas.

Su afirmación hizo que me ahogara con el zumo de naranja que me había servido.

—¿Estas bien?—preguntó palmeando mi espalda.

— Si nana, gracias.

— Entonces no me equivoco ¿o si?

— No te equivocas, pero no malentiendas, hablábamos del trabajo ya que somos equipo.

Ante la mirada burlona de Inna, sentí la necesidad de aclarar.

— Nada más.

—Yo no he dicho nada.— se defendió sonriéndome.

— Si claro.

Cuando creí que podría desayunar en paz, resonó una voz que lo impediría.

—Buenos días— hizo su entrada Mike.

Respondimos a su saludo , luego me limité a comer los huevos revueltos que me había preparado Inna.

—¿qué tal el instituto?

—como siempre.

— ¿vas a salir con Mara?

— No—respondía a todas sus preguntas robóticamente.

— ¿y eso?

— voy a casa de un compañero a terminar un trabajo. —mentí.

— ¿ese compañero es Nicolas?

—sí, ¿por qué la pregunta? —indagué.

— me he dado cuenta que pasas mucho tiempo cerca de él.

Como si eso fuera cierto, de seguro tenía alguien que se lo había dicho.

—Naturalmente, es mi novio— declaré tratando de ocultar mi enojo.

Con rostro sorpresivo afirmó — tú no tienes novio.

—tienes razón, Nicolas no es mi novio sino mi enamorado, además no sé porque te sorprendes; ya te lo había informado por teléfono.

—yo no te he dado mi consentimiento Annie.

—nunca te lo pedí. — le recordé.

—Pues deberías—alzo la voz con tono indignado.

—No lo creo, acaso solicitaste consentimiento para comprometer a tu hija en beneficio de tu empresa, como si fuera un asqueroso inmueble —dije fingiendo naturalidad.

—no lo hagas sonar así. —dijo con tono amenazante.

—entonces ¿Cómo?

Sólo te diré algo Mike, no me pienso casar.

—lo harás.

Fue lo último que escuche de su parte antes de levantarme en dirección a mi habitación. Me di un baño y cambié por un corto vestido.

Antes de salir de casa me despedí de Inna, informándole que iba a salir con Mara tal como le había dicho a principio de semana.

*****

— ¡Enserio tu padre es un idiota! — exclamó Mara golpeando su almohada

— ¿crees que no lo sé? —cubrí mi rostro con un brazo.