Capítulo 4

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Escuché ruidos, tal vez eran pasos, algo lejanos que se acercaban cada vez más. Me removí incómoda en mi lugar sintiendo un cuerpo aferrarse al mío, aún así no abrí mis ojos. La madera sobre mi cabeza comenzó a crujir cuando alguien movió la caja de madera que nos mantenía desapercibidas. Luego el compartimiento fue abierto, dejando entrar un poco de luz al pequeño lugar. Lentamente fuí abriendo mis ojos, encontrándome con el mismo chico pelinegro de la vez pasada.

ㅡQue bueno que despertaste. ㅡdijo él, regalándome una sonrisa.

Mierda, ¿en qué momento me había quedado dormida?.

Intenté moverme pero unos brazos alrededor de mi cintura me lo impidieron. Volteé mi cabeza para mirar a Rosé que seguía durmiendo como si nada. Por mi mente pasaron rápidamente imágenes de todo lo sucedido, todos esos hombres gritando, cayendo muertos...Sacudí mi cabeza intentando borrar de alguna forma lo que había pasado.

ㅡBueno, puedes salir ya to....

ㅡ¿Dónde está? ㅡentró preguntado Jisoo, interrumpiendo al chico.

Ambos la miramos, de nuevo ella seguía con el ceño fruncido mientras que paseaba su vista por nosotros, dejándola por último en Rosé. Pareció calmarse al ver a la chica junto a mí sana y salva, por un instante su expresión de molestia había desaparecido. Sólo por un instante.

ㅡTranquila Jisoo, ya viste que está bien. No volverá a pasarle nada, lo sabes ㅡhabló el chico con calma.

ㅡMe la llevaré ㅡdijo acercándose hasta nosotras.

Ni siquiera me miró cuando estaba sacando a Jisoo del pequeño agujero. Una vez que la tenía en sus brazos comenzó a caminar hacia la puerta, saliendo sin dirigir una palabra a ninguno de los dos.

ㅡ¿A dónde la lleva? ㅡpregunté todavía viendo la puerta.

ㅡJisoo tiene su propio camarote, probablemente dejará descansar a Rosé en su cama ㅡcontestó encogiéndose de hombros.

Quise preguntar si ellas tenian algo pero afortunadamente me contuve a tiempo, no sabría cómo tomarían esto por aquí así que era mejor permanecer callada. Aunque la curiosidad se mantendría.

ㅡNo me presenté anoche. Mi nombre es Eunwoo, soy el contramaestre en este barco ㅡextendió su mano.

La tomé dando un ligero apretón. Intenté disimular mi cara de confusión con una sonrisa.

¿Qué diablos era un contramaestre?.

Me ayudó a salir del pequeño escondite, ya de pie estiré mis extremidades sintiendo un poco de dolor al hacerlo. De nuevo mi espalda estaba doliendo junto con mi cuello.

ㅡVenía a decir, antes de que Jisoo interrumpiera, que puedes salir. Ya todo está en orden ㅡhabló señalando con la cabeza hacia afuera.

Asentí a sus palabras insegura de querer salir, pero al final me decidí por hacerlo y lo seguí. Caminamos juntos y al llegar afuera me sorprendí bastante. La cubierta que había estado limpiando durante horas estaba cubierta de sangre. Habían cuerpos de hombres tirados por todo el lugar, algunos muertos y otros heridos. Al ver toda esa escena hizo que mi estómago se revolviera, alcé mi mano para cubrir mi boca. No estaba segura de si vomitaría en algún momento.

Cerré fuertemente mis ojos, no queriendo creer todo lo que había visto hasta ahora.

ㅡOye, ¿te encuentras bien? ㅡalguien se me había acercado y colocando su mano en mi hombro dió un ligero apretón.

Dí un pequeño saltito del susto y de inmediato abrí mis ojos sólo para encontrarme con unos chocolate que me miraban con preocupación.

ㅡSí...estoy bien ㅡasentí tratando de sonar convincente.

Sueños de agua | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora