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- ¡Zion! - toque la puerta repetidas veces con fuerza - ¡Tenemos que irnos ya! - pegue mi oreja a la puerta para tratar de escuchar algún sonido detrás de esta, pero no se escuchaba nada, pero sabía que el pelirrojo estaba dentro - Zion, si no abres la puerta en este momento nos vamos sin ti.
Cuando termine de hablar volví a pegar mi oreja a la puerta, sonreí al escuchar unos pasos venir a mi dirección.
De repente la puerta se abre de forma inesperada para mí, no tengo tiempo a reaccionar cuando pierdo el equilibrio.
Sentí como unos brazos envolvieron mi cintura evitando que mi cuerpo se estampara contra el suelo.
Mire hacia arriba encontrando a un pelirrojo con cara de sueño el cual me miraba serio.
Le sonreí con ternura haciendo que el rodará los ojos con una pequeña sonrisa en sus labios, una casi inexistente.
Con su ayuda logré pararme correctamente, quedando frente a el.
- Además de fastidiosa también torpe - exclamó Zion mientras suspiraba y pasaba su mano por su cabello el cual estaba muy despeinado, entre totalmente a el aula que ambos compartíamos.
Caminé detrás de él después de cerrar la puerta corrediza.
- Si, pero así me amas - murmure, ví como el rascaba su nuca y asentía levemente con la cabeza, yo sonreí ante tal gesto - ¿Por qué cerraste la puerta con seguro?.
Me senté en una de las mesas del lugar mientras observaba como guardaba algunas cosas en su mochila.
- Pues quería dormir sin interrupciones, pero veo que eso es imposible - habló con un tono de molestia.
Ví como el pelirrojo se recargaba de una de las mesas viendo a dónde yo me encontraba.
- Lo siento, es que dijiste que ibas a ir con nosotros - sonreí levemente, subí mis pies a la mesa y abrace mis piernas - ¿O acaso preferias que te despertara Eugene?
Rei un poco al ver cómo hacia una mueca de fastidio.
- Ya sabes la respuesta a eso.
— pues entonces deberías agradecerme, porque el iba a venir a despertarte, pero yo no lo deje— recordé algo y no pude evitar soltar una carcajada haciendo que el pelirrojo me mire extrañado — seguramente te iba a despertar como el otro día.
El sonrió ante aquel recuerdo y asintió con la cabeza dándome la razón.
— Si, seguro me iba a hechar agua encima — rasco su nuca con una mueca de disgusto.
El pelirrojo hizo un gesto con la mano para que me acercara.
Di un pequeño salto para bajar de la mesa y caminar hacia su dirección.
Sus ojos estaban atentos a mis movimientos, tenían un brillo especial; aquellos ojos me enamoraron desde la primera vez que los ví, cuando cruzamos miradas siento que el mundo desaparece, solo somos el y yo, unos adolescentes enamorados en un apocalipsis zombie.
El era mi escape de todo esto, el es aquella persona que está siempre para mí, aquella persona que cuando me ve llorar seca mis lágrimas y me dice que todo va a estar bien.
La verdad es que el era la única razón por la cual seguía luchando día a día, mi única esperanza.
Me acerque a él hasta quedar a pocos centímetros de distancia; lleve mis manos hacia su cabello, con mis dedos hice pequeños masajes en su nuca
Vi como una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios a la vez que sus manos envolvieron mi cintura, me parecía tierna la forma en la que su pulgar acariciaba mi piel.
Sonríe con ternura.
- Te amo - dije en un susurro.
El sonrió mientras acunaba una de mis mejillas, acto que hizo que el calor subiera a mis mejillas pintandolas de un color carmesí y sintiera mariposas, y si, aunque llevamos siendo novios desde hace ya un año, seguía sintiendo mariposas cada vez que estaba cerca de él.
- Yo también me amo - hice una mueca de molestia, golpeé levemente su pecho haciendo que el riera - te vez tierna cuando te enojas... Yo te amo más.
Sonreí satisfecha al escucharlo decir eso
Si, estoy completamente enamorada de este chico
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Espero que les guste :) lo hice en menos de una hora, talvez no esté tan bueno, pero me conformo
