Estabas en el aula de Harry, tu novio; aquel chico no te dejo de insistir que tenías que descansar, ya que ese mismo día te tocaba patrullar en el patio de la escuela
Habías vomitado ya tres veces y te sentías muy mareada desde ayer, la cuestión es que no le quisiste decir nada a Harry para no preocuparlo, pero el igualmente se enteró al verte sentada en el piso del baño al lado del retrete
- Amor, tengo que ir a patrullar - dijiste mientras eras arrastrada por el ojiazul hacia la cama
Viste como Harry negó con la cabeza
- No, tienes que descansar - hablo seriamente, pero no de una mala manera, sabías que el se preocupaba demasiado por ti, el tenía miedo a perderte ya que eras la única persona en la que el confiaba y amaba perdidamente - además, estás muy débil, te puedes desmayar
Te acostaste en la cama a regañadientes, tu novio sonrió con ternura al escucharte gruñir y susurrar cosas sin sentido
Estabas envuelta en las cobijas, aquellas olían a el, lo cual no entendías, ya que el nunca usaba perfume pero siempre olía muy bien; tomaste una calada de aire aspirando así el olor que tanto te encantaba
Levantaste la mirada viendo cómo tú novio te miraba con una sonrisa burlona, tus mejillas estaban teñidas de rojo ante su atenta mirada
- No - negaste con la cabeza al ver en las manos de Harry un frasco de jarabe para las náuseas
- Si - dijo en mientras se reía de tu cara de asco
El ojiazul se sentó a tu lado, tomo la tapa del frasco la cual había llenado con el jarabe y la acercó a tu boca
- No, sabe asqueroso - volviste a negar con la cabeza
El chico suspiro con cansancio al verte actuar como una niña pequeña, siempre actúas de esa manera cuando te enfermas
- Si no lo tomas no te vas a mejorar, además, no sabe tan mal - lo miraste a los ojos los cuales te veían con súplica - por favor, necesito que te mejores
Levantaste un poco la cabeza y abriste la boca, Harry sonrió de lado
Tomaste aquel líquido ácido, al sentirlo pasar por tu garganta fue inevitable sentir aún más náuseas de las que sentías antes, soltaste una arcada provocando que el ojiazul te sentará en la cama rápidamente para evitar que te ahogaras
Lograste que el líquido no saliera de tu boca, pero aquel quemó tu garganta
Tus ojos estaban llorosos y estabas sudando un poco, pero sentías mucho frío
Tu novio envolvió tu cuerpo con sus brazos, tu cabeza se encontraba en su pecho; te sentías demasiado débil
- Te prometo que te vas a sentir mejor, pequeña - el chico beso tu cien y acaricio tu cabeza
Odiaba verte de esa manera, pero trataba siempre de darte ánimos; se encargó de cuidarte muy bien, no te dejaba hacer nada, solo podías estar acostada, pero la verdad no era tan malo ya que el te abrazaba y te consentía muchísimo
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