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Me encontraba en mi linda habitación, aquella que se había vuelto mi refugio personal
La verdad no me gusta salir mucho de mi casa, prefería estar leyendo envés de estar en alguna fiesta de algún chico popular de la escuela, en este caso, la fiesta de mi mejor amigo Zion
Si, él es el típico chico popular; el chico guapo del que todas las chicas están enamoradas y bla bla bla
— Por favor Lili, enserio quiero que vengas — sip, ese era Zion
Suspire con desgano muestras acomodaba mejor mi celular en mi oreja
— No Zion, sabes que no me gustan las fiestas, además que va a estar tu fastidiosa novia Scarlett y no me apetece escucharla hablar de lo costosos que son sus zapatos — lo escuché quejarse
— Lili, enserio quiero que estés aquí, me preocupa que estés todo el día en tu habitación leyendo — iba a contradecirlo pero no me dejó hablar — y siempre tienes tus audífonos a todo volumen escuchando tu musiquita triste
La verdad es que Zion puede parecer muy odioso y sarcástico, pero conmigo era diferente, a veces parece mi hermano mayor sobre protector
— No lo sé — dije en un susurro mientras veía por la ventana de mi habitación
— Si vienes... — hizo una pequeña pausa; lo escuché quejarse con molestia — te regalaré ese oso gigante de peluche que vimos en una tienda el otro día
Una sonrisa apareció en mis labios al escuchar esas palabras
La verdad ya me había convencido, pero quería jugar un poco con el
— Uhm... Todavía no me convences — escuché como soltó un pequeño grito de frustración, cosa que me hizo reír un poco
— Eres imposible — susurré un lo sé — bien... Te compraré todos los libros que quieras
Alcé mis brazos al cielo por lo que dijo
Me levanté rápido de mi cama y empecé a hacer mi bailecito de la victoria
— Se que estás haciendo tu estúpido bailecito de victoria — dijo mientras reía levemente
— Oye, no es estúpido — hice un pequeño puchero con mis labios — lo inventamos juntos
Al terminar de hacer mi grandioso baile camine hasta el tocador para sentarme en la silla de este