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Ethan es el tipo de novio que se sacrificaría por ti sin dudarlo
No tenías idea de cómo habías llegado a esta situación, todo parecía estar a la perfección, hasta llegaste a sentirte a salvó por primera vez en mucho tiempo, pero todo eso se fue por la borda... Ya se había acabado tu momento de paz
Ahora estabas atrapada por el miedo, tus manos temblaban y tú respiración era rápida, el aire parecía no llegar correctamente a tus pulmones lo que hacía que también te sintieras desorientada
Todo había colapsado, la ciudad volvía a ser invadida por esas horribles cosas sin vida después de dos años
Recordabas tu llegada a la zona segura, en ese momento no estabas sola, Ethan había estado contigo en todo momento, desde entonces tu vida empezó a mejorar
Buscaste a tu familia por mucho tiempo, pero te diste por vencida al no encontrarlos por ninguna parte
Así que ahora vivías con el ojiazul, eras feliz con el, estabas completamente enamorada de el; desde el día que lo conociste te sentiste atraída por el, por su forma de ser, por su forma de actuar, por todo el
Te sentías segura a su lado, el lo era todo para ti y tu lo eras todo para el
Ahora mismo estaban corriendo por las calles como si sus vidas dependieran de eso y es que era así, sus manos no se soltaban por nada del mundo, no tenías idea de adónde ibas tu simplemente lo seguías
Volteaste y viste como las personas corrían desesperadas al igual que ustedes, los zombies aumentaban cada vez más, los gritos hacían que tu piel se erizará
Sentiste algo chocar contra tu pie, gracias a eso perdiste la estabilidad, esperabas el impacto de tu cuerpo contra el duro concreto así que cerraste tus ojos con fuerza, pero nunca caiste
Abriste tus ojos lentamente al sentir unas manos tomar tu cintura evitando así tu caída
Te encontraste con el rostro de tu novio preocupado, examinó tu cuerpo con una expresión de desesperación
Lograste pararte correctamente sosteniendote de los brazos de Ethan
- ¿Estás bien? - te pregunto el chico con la voz temblorosa
- S-si, no te preocupes - le aseguraste mientras volvías a tomar su mano
