Capítulo 6.

218 32 0
                                    

El ambiente estaba muy tenso, la cara del padre de Tom reflejaba el gran enojo que tenía y como se estaba conteniendo solamente por que estaba Tom frente a él, pero el cualquier momento podría reaccionar contra él también y eso Tom ya lo sabía, Rebecca estaba claramente angustiada, deseaba no estar ahí en el medio de todo ese problema, Bill ya se declaraba muerto antes de que el padre de Tom si quiera le pusiera la mano encima, Tom, por su parte, estaba tratando de enfocarse en recibir todos los golpes él y no Bill.

-¡QUE ES ESTO TOM!- Gritó el padre de Tom en su cara.

-Vete- Dijo Tom con un tono muy calmado, su rostro estaba serio.

-¡¿QUE DICES?!, ¡¿QUE HACE ESTE MARICA CONTIGO?!-

-Vete- Volvió a repetir Tom, sin exaltarse ni por un segundo.

Todos en la cafetería estaban viendo la escena, había algunos hasta grabando, nadie parecía con intenciones de meterse.

-¡TE VOY A MATAR MARICA!- Gritó el padre de Tom hacía Bill, quiso avanzar pero Tom lo empujó.

-¡Vete!- Dijo Tom en un tono más alto.

-¡A MI NADIE ME EMPUJA!- Gritó el padre de Tom antes de golpearlo en el rostro, Tom se hizo para atrás al sentir el impacto del puño de su padre, lo miró, su rostro no había cambiado, seguía tratando de no exaltarse para no hacer peor la situación.

El padre de Tom quiso seguir avanzando y golpear otra vez a Tom pero llegaron dos oficiales de policías los cuales lo sacaron de la cafetería y se lo llevaron en su patrullero, fue ahí que Tom se dio cuenta del llanto de Rebecca y de Bill, miró hacia atrás y vio que ambos se abrazaban, se tocó el rostro donde su padre le había dado ese golpe, no había sido el primer golpe que recibía de su padre pero si uno de los peores, sentía todo su rostro adolorido, fue hasta donde estaban Bill y Rebecca y los abrazo a ambos, los cuales se sujetaron a su camiseta como si de ello dependiese sus vidas.

La dueña de la cafetería les ofreció una ronda de café gratis a todos los clientes de ese momento, Tom pensó que los expulsaría pero no fue así, la dueña les pidió que se quedarán hasta tranquilizarse, que tomarán un café y así lo hicieron, además le dieron hielo a Tom para el golpe en su rostro, Bill lo veía angustiado, estaba tan arrepentido de haber ido ese día, de haber estado ahí, de interferir siempre, Rebecca por su parte tenía unas inmensas ganas de irse pero se quedó para apoyar a Tom, a pesar de todo ella lo quería.

Luego de que salieran de la cafetería Tom le pidió a Bill que acompañaran juntos a Rebecca a su casa, que luego lo acompañaría a él, Bill aceptó, pues sabía que Tom quería hablar con él, Rebecca se despidió con un abrazo de ambos, estaba muy afligida y preocupada por Tom, Tom la tranquilizó diciendo que no pasaría nada más, aunque ni siquiera él estaba seguro de eso.

Mientras caminaban hacia la casa de Bill, Tom habló.

-No es tu culpa- Dijo.

-Si que lo es- Contestó Bill.

-No, no lo es, no sabías que eso pasaría-

-Pero si no hubiese ido...-

-Yo los lleve ahí, y no ha sido la primera vez que habíamos ido ahí nosotros- Cortó Tom.

-Pero...-

-Pero nada Bill, basta, ¿si?- Dijo Tom deteniéndose.

-Esta bien- Contestó Bill, rendido, lo abrazó, sabía que Tom necesitaba un abrazo suyo, Tom solo se tranquilizaba con los abrazos de Bill.

Dejo a Bill en su casa, Tom le prometió ir igualmente al otro día al parque como siempre, le pidió a Bill que lo esperara y se despidieron con un abrazo, un abrazo que Tom habría deseado que fuera eterno.

Mientras iba en camino a su casa su teléfono sonó, una llamada de un número desconocido, contestó la llamada y se llevó el teléfono al oído.

- Hola, ¿Hablo con el hijo de Jörg Kaulitz?- Dijo la voz en su teléfono.

-Si, él habla- Contestó Tom.

- Quiero informarle que su padre ha tenido un accidente, debe venir al hospital- Contestó la voz.

-¿Qué?, ¿en qué hospital?- Dijo Tom deteniendo su caminar.

- En el Hospital Alta Vista-

-Esta bien, gracias por avisar- Contestó Tom antes de cortar la llamada.

Corrió hasta su casa y le informo a su madre sobre la llamada, ambos salieron corriendo urgente hasta el hospital, a pesar de ser el peor padre del mundo, Tom no estaba seguro de querer que sufra.

Pero a pesar de haber corrido hasta allí, a pesar de que los médicos habían dado todo por salvarlo, no lo consiguieron, el padre de Tom murió, su madre se abrazo a él llorando desconsolada, Tom, por su parte, no pudo derramar ni una lagrima, tal vez por la sorpresa de la noticia, tal vez por que su padre le había hecho tanto mal que sentía que no lo merecía ahora, no merecía ni una de sus lágrimas.

Mentiras. (Toll) (TWC-NR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora