Capítulo 8.

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Ahí estaba él, tan lindo como siempre, con esa ropa que le quedaba perfecta, siempre negra, pero el negro le quedaba perfecto, su maquillaje, su pelo, sus manos, sus ojos, ¿puede ser que todo en él era perfecto?, así pensaba Tom en esos momentos justo antes de abalanzarse sobre él y abrazarlo, Bill correspondió a su abrazo entendiendo que podría ser por la muerte de su padre el estado de Tom pero fue sorprendido cuando de un momento a otro Tom se apartó solo unos centímetros y lo besó, Bill quedó inmóvil por unos segundos mientras la boca de Tom se adueñaba de la suya, luego tuvo que si o si corresponder, no sólo por la posesión que estaba ejerciendo Tom sobre él si no que deseaba tanto aquel beso.

Por suerte la casa estaba sola para ellos dos, Tom apoyo a Bill sobre la puerta del lado de adentro, cerrandola, el beso era apasionado, necesitado, sus respiraciones estaban agitadas, pequeños sonidos se empezaban a escuchar por parte de Bill el cual estaba sintiendo el calor rápidamente envolviendolo, Tom lo alzó en brazos y Bill se encargo de quitarle la gorra que en ese momento estaba usando Tom, acarició sus trenzas y le mordió suavemente el labio inferior, esto hizo que Tom dejara salir un sonido de placer por entre sus labios, el calor que ambos cuerpos desprendían era magnético, mágico, fantástico, ambos estaban completamente embriagados por toda esa pasión, el sudor, la presión de sus pantalones, necesitaban más.

Tom bajo a Bill de sus brazos y este supo exactamente que hacer, agarró la mano de Tom y lo llevó rápidamente hasta su habitación donde se encerraron para seguir con sus caricias extasiadas.

Tom volvió a empotrar a Bill en la puerta, esta vez de su habitación, fue Bill esta vez quien se subió arriba de Tom y Tom sujeto sus piernas las cuales rodeaban su cadera, se besaban, agitados, desesperados, acalorados a no dar más, Tom guiaba la cadera de Bill de arriba a abajo haciéndole sentir a su más que despierto miembro, Bill gemia, abochornado, sus ojos ya no enfocaban nada a su alrededor, los labios de Tom repartieron besos desde su boca hasta su cuello, mordió, succiono y lamió, dejó una marca en él, Bill ya a este punto gritaba de placer y eso que ni siquiera habían comenzado con la acción principal.

Tom lo llevó hasta su cama y lo deposito en ella colocándose sobre él, volvieron a besarse, a lamerse, sus sentidos estaban alborotados, querían más.

Bill comenzó sacándole la remera Tom, al ver su abdomen no pudo contenerse a acariciarlo con sus uñas suavemente, Tom llevó la mano de Bill hasta su boca donde lamió sus dedos, aquello volvió aún más loco a Bill, el cual mordió sus labios aguantando un gemido, lo estaba provocando, Bill también podía jugar a eso, entonces con la otra mano fue bajando lentamente por su pecho aún cubierto, bajo la atenta mirada de Tom, hasta su miembro, el cual acarició suavemente sobre sus pantalones, Tom se mordió los labios y quitó la mano de Bill de ahí y él mismo se encargo de propicionar caricias un poco más fuertes en esa zona de Bill, Bill se empezó a retorcer, aún más extasiado si era posible, Tom se deshizo de su remera y de su pantalón en dos segundos, también se sacó su propio pantalón, ambos estaban en ropa interior, se miraron, se sonrieron y volvieron a besarse, Tom ahora se frotaba suavemente sobre el miembro de Bill, este último no podía contenerse los gemidos, era imposible, tiraba de las trenzas de Tom suavemente, con la otra mano arañaba un poco la espalda de Tom, Tom jadeaba mientras repartía más besos por el cuello y hombros de Bill, bajó un poco más hasta su pecho donde dio un par de besos y de detuvo.

Miro a Bill por unos segundos antes de decidirse y bajar su ropa interior, vio ahí el miembro de Bill, erguido, pidiendo por más, como todo el cuerpo de Bill, lo acarició un poco, lento y luego más rápido, Bill tuvo que detenerlo, pues no quería venirse así, quería que Tom estuviese dentro de él, Tom se sacó su ropa interior y con ayuda del gel que Bill le dio de su mesita pudo introducirse poco a poco dentro de él, Bill arqueo la espalda, estaba un poco adolorido, nunca había tenido sexo con alguien y menos con un hombre, cuando se hubo acostumbrado empezó el vaivén del placer nuevamente, el sudor y la respiración agitada se intensificó, besos y mordidas por todos lados, ambos jadeaban, gemian, se reían, no podían creer lo que estaban haciendo, Tom le besaba las manos a Bill, le acariciaba su rostro mientras intensificaba sus movimientos, Bill se deshacía en suspiros, estaban sintiendo un placer indescriptible, Bill le repetía que se estaba por venir en cualquier momento y Tom no se detuvo, lo hizo más fuerte, más exquisito, Bill se vino aferrándose a Tom, el cual mordió el espacio entre su cuello y hombro mientras aquello ocurría, al segundo siguiente se vino Tom por la presión que había ejercido Bill cuando se vino, era inevitable, salió de él y se acostaron agitados, abrazados, sudados, felices.

Tom acariciaba a Bill dulcemente, Bill le besaba las manos, ambos se quedaron así, sonriéndose, acariciandose y besándose hasta dormirse.

Mentiras. (Toll) (TWC-NR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora