Capítulo 7.

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Al funeral del padre de Tom no habían ido muchas personas, el hombre no había sido muy querido por su entorno, sólo estaban su esposa, su hijo y su madre, nadie más, Tom deseaba estar ahí con Bill, necesitaba un abrazo suyo, pero no creyó adecuado invitar a Bill justamente al entierro del hombre que lo odiaba.

Rebecca había querido asistir pero Tom le insistió que no fuera, que luego del funeral pasaría por su casa.

La madre de Tom había llorado en silencio durante todo el funeral, por un lado estaba triste, pues, ¿que haría ahora con su vida?, debía encontrar empleo, debía ocuparse de las cosas que su marido se ocupaba, su marido no le había dado chance de si quiera estudiar para poder tener un trabajo digno, por eso, por otro lado, estaba en paz, sentía que a pesar de deberse a una muerte, la muerte de su propio marido, del hombre que juró amar, sentía paz por primera vez en años, pues ya no habría nadie que la lastime ni a ella ni a su hijo, pero estarían solos, Tom era un adolescente, debía seguir cuidando de él, debía protegerlo, debía darle de comer, había muchas cosas en su cabeza, pero la paz que sentía en su alma era indescriptible, al fin las heridas físicas se cerrarían, tal vez las psicológicas no.

Tom sabía que su madre estaba sufriendo, la apoyaba acariciando su hombro, dejando que ella apoyara su cabeza en su pecho, amaba su madre, estaba consciente de que ella no había tenido ni la mínima culpa de que su padre fuera tan cruel, ella sólo quería una familia, ella lo quiso, pero el amor se agota si el otro te daña, te lastima y te rompe, Tom estaba también en paz por eso, ya nadie le haría daño a su madre, ya nadie la haría llorar.

Su abuela simplemente pasó al funeral a dejar unas flores para su hijo y se fue, ni siquiera tuvo la consideración de saludarlos,Tom ya estaba acostumbrado a la frialdad de su abuela, jamás había sentido un mínimo cariño de ella o por ella, esa misma frialdad tenía su padre.

Al terminar el funeral Tom y su madre se dirigieron a su casa, ya en ella su madre lo hizo sentar en el sillón para tener una charla.

-Hijo, ahora que no esta tu padre..-

-Lo sé, tendré que trabajar- Completó Tom.

-No, no es eso- Corrigió su madre negando con la cabeza.

-¿Entonces?- Pregunto Tom, confundido.

-Que ahora que no esta tu padre, tú y tu amigo Bill pueden ser amigos libremente, yo nunca me opuse a su amistad, pero tu padre... ya sabes- Contestó su madre.

-¿Estas segura mamá?- Pregunto Tom, dudando, había esperado escuchar aquello por años, pero no se sentía seguro.

-Si hijo, yo te quiero y no me importa si Bill es tu amigo o... algo más- Dijo su madre con una pequeña sonrisa.

-¿A qué te refieres?-

-Sabes a lo que me refiero, lo vi, una madre siempre sabe cuando un hijo está enamorado-

-Pero..-

-No trates de negarmelo Tom, te conozco desde que estabas en mi vientre y te amo hagas lo que hagas, estés con quien estés- Cortó su madre.

Tom estaba sorprendido por las palabras de su madre, sorprendido y conmovido, jamás habría imaginado escuchar algo así, la abrazó, es lo único que atinó a hacer, su madre lo envolvió entre sus brazos como cuando era un niño, sintió el calor de su madre y los latidos de su corazón, estaba seguro que ese era uno de los mejores momentos de su vida, si, a pesar de la muerte de su padre y a pesar de sentirse descubierto, lloró un poco en el pecho de su madre mientras recibía sus caricias, lloraba de alivio, había anhelado aquello por mucho tiempo que cuando al fin llegó no sabía que hacer, no sabía como actuar.

Luego de un rato su madre lo apartó y seco sus lágrimas, le dio un par de besos por sus mejillas.

-Ve con él-Dijo su madre sonriéndole.

-¿Ahora?- Pregunto Tom, entusiasmado.

-Haz esperado por años por esto, ¡ve ahora!-Animó su madre.

Tom le dio un beso en la frente a su madre y corrió fuera de su casa, corrió en dirección a la casa de Bill, se iba riendo como un loco, entusiasmado, angustiado, feliz y triste, era una mezcla de sentimientos tan rara, no sabía ni siquiera que le iba a decir a Bill, que haría con él cuando lo tuviera frente suyo.

Cuando llego frente a la casa de Bill se detuvo, se inclinó un poco tomando aire, sonrió ampliamente con lágrimas en sus ojos, tocó el timbre y espero, cada segundo fue una tortura para él hasta que por fin pudo deslumbrar su figura abriendo la puerta principal.

Mentiras. (Toll) (TWC-NR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora