Besos A Distancia | Fanfic Caché | TERMINADA

Capítulo 24

[Mini maratón: 1/3]

Daniela Calle

Los Álamos – Norte de México

La respiración se atasca en mi garganta, no puedo inhalar por la nariz normalmente por lo que trato de respirar desesperadamente por la boca. Bocanadas de aire que se fusionan con la angustia en mi corazón.

Eso fueron disparos. Estoy segura de ello.

Pero... ¿Por qué me siento tan nerviosa, tan asustada? ¿Por qué corro en dirección a los disparos y no me doy vuelta y huyó lo más rápido posible al pueblo?

Mis piernas se mueven tan rápido como mi condición física lo permite. Justo ahora agradezco todas las veces que tuve que salir detrás de Filemón, Rodrigo o los coshis para perseguirlos y ponerles sus vacunas.

El sol hace de las suyas calentándome la piel, el clima frío desaparece a mi alrededor y lo sustituye una oleada de calor que me hace sudar como si fuese un maratón de veinte kilómetros sin pausa alguna.

— No... -murmuro y me detengo de golpe.

A unos metros puedo distinguir el reflejo del sol impactando contra unas trocas que se dirigen hacia mí a toda velocidad. Como puedo me lanzo a uno de los costados de la carretera de tierra y me escondo entre la hierba alta.

El corazón me late tan rápido que puedo sentir fluir rápidamente la sangre por mis venas calentando todo mi cuerpo. El miedo se apodera de mí y de mis sentidos congelándome en el sitio y haciendo que solo repita una cosa: "Que no me vean, por favor, que no me vean"

Esto no es bueno. Cuando los bandidos andan así es porque quieren sangre.

Me remuevo tanto como puedo para seguir ocultándome, toda mi ropa se ensucia de tierra y barro. Y dejó de respirar al momento que siento como una tras otra van pasando a toda velocidad por la carretera.

No sé por cuanto tiempo estoy así, no sé si son segundos, minutos u horas. Pero no quiero levantarme y darme cuenta que hay alguien mirándome fijamente.

Tengo miedo de abrir mis ojos y descubrir el rostro de alguno de ellos mirándome con una sonrisa maquiavélica y unos ojos saltones y llenos de oscuridad.

Trato de pensar en otras cosas. Mi mente trata de evadir todo el temor pensando en otra cosa...

«Entonces... ¿tomarás mi mano? (...) sostendré la tuya y tú sostendrás la mía, no estás sola»

«¿Puedo decirte algo sin temor a espantarte? (...) te quiero en mi vida. Quiero que sepas que cuentas conmigo ahora y para siempre. Y en serio te lo digo... Te quiero en mi vida, Daniela.»

«¿no te parece increíble? (...) Que, de tantos posibles escenarios, justamente seas tú y justamente sea yo. Que, de tantas personas, justamente seas tú y sea yo.»