¿Se puede amar a distancia?...
Veamos que tan cierto es lo que se dice que para el amor no hay barreras.
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Iniciada: 16/08/21
Terminada: 04/04/22
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[N/A: Primero decirles, que traviesillos me salieron jajaja rapidito fueron a comentar. (Así las quería agarrar😜😅)
Y la segunda... Leer con esta canción de fondo]
Poché
Los nervios estaban a flor de piel, mi cuerpo tenía pequeños temblores a medida que cada beso de mi boca iba directo a la suya. Mis manos trataban de hacerle justicia a la mujer que en éste momento se estaba entregando en cuerpo y alma a mí.
— Yo nunca... -Daniela susurra en medio del beso, se aparta un poco y trata de agachar su mirada, pero yo se lo impido levantando con suavidad su mentón.
La miro directo a los ojos, a pesar de estar a oscuras, hay algunos rayos del sol que se cuelan por la ventana tapada con una cortina vieja.
Sus ojitos marrones los puedo alcanzar a visualizar. Está asustada.
— Te amo –le aseguro y luego vuelvo a dejar un corto beso —te amo como nunca imaginé amar a nadie, Daniela.
Mis labios vuelven al paraíso que los suyos me regalan. Con cada beso siento que me elevo mucho más.
Seguimos en la misma posición, ambas de lado y de frente. Sus manos no se han movido de mi cintura y las mías han estado jugueteando entre sus hombros y sus brazos, las yemas de mis dedos acarician apenas su piel.
Nunca imaginé que podría sentir ésta paz, jamás creí que podría encontrar refugios en unos brazos, en una persona, en un corazón... en un alma. Daniela me tiene absolutamente cautivada y no creo poder alcanzar a imaginar la magnitud de lo que puedo sentir por ella.
Pase lo que pase en el futuro, sé que estaré agradecida de haber coincidido con ella.
Me separo un poco de su cuerpo, apenas unos centímetros los cuales me permiten empezar a dejar un rastro de besos sobre su cuello, su pecho... voy moviéndome de manera que cada vez estoy más arriba de ella hasta que logró quedar a horcajadas.
En ese momento respiro hondo.
Dios mío. ¿Qué hice de bueno para merecer a esta mujer?
Nuestras miradas se funden al igual que la pasión que hay en el ambiente. Todo se desvaneció, tan solo existe ella, tan solo tengo ojos para ella. Solo ella importa, el resto puede irse al carajo.
— Dani... -me inclino sobre ella y susurro en su oído.
— ¿Si? –pregunta mientras sus manos ahora se adentran por dentro de mi camisa acariciando mi espalda.
