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Para Chifuyu Matsuno, el gesto de alguien que deseaba aprender lengua de señas exclusivamente para comunicarse con él era conmovedoramente hermoso. Sin embargo, la presencia diaria de Keisuke Baji en su departamento cada noche era una historia diferente. No es que el joven de cabello oscuro le desagradara; al contrario, era extremadamente agradable, pero también muy enérgico. Le recordaba a sí mismo en su adolescencia, y aunque no estaba seguro de que esa personalidad lo hubiera llevado por buen camino, no podía evitar encontrar encantador ese rasgo en Baji.

Tras acordar los horarios y días para comenzar sus clases improvisadas, todo transcurrió sin contratiempos. Keisuke, a pesar de ser algo despistado, aprendió rápidamente algunas señas básicas con la ayuda de Chifuyu. Ya sabía decir su nombre, saludar, preguntar si alguien necesitaba ayuda y despedirse; habilidades fundamentales que había dominado a pesar de que la lengua de señas era un idioma completo y Chifuyu no era precisamente un maestro.

Chifuyu se dirigió a su laptop, la tomó y comenzó a escribir. La voz artificial del dispositivo reprodujo su mensaje: "Vamos a dividir la lección. Empezaremos con las señas para acciones, luego sentimientos y finalmente para describir personas o cosas, ¿de acuerdo?"


Keisuke asintió, entendiendo el plan, y así dieron inicio a la clase. Chifuyu no era la persona más paciente para enseñar, pero hacía un esfuerzo consciente por no exasperarse cuando tenía que repetir algo más de una vez. Dos horas después, tras haber practicado varias señas básicas para acciones, decidieron tomar un descanso.

"Toma..." Chifuyu le extendió a Keisuke un libro sobre lenguaje de señas que había comprado días atrás para él, pensando en su retroalimentación. Baji lo tomó, luciendo confundido, y Chifuyu se apresuró a explicar.
Con una sonrisa, Baji asintió y hojeó el libro. Mientras tanto, Chifuyu se levantó y fue a la cocina a buscar algo de beber. Al regresar con dos refrescos, le ofreció uno a Keisuke, quien lo aceptó agradecido.


"Gracias, Chifuyu" dijo Baji, utilizando su conocimiento básico de señas aunque torpemente. Chifuyu se quedó sorprendido y visiblemente feliz; era la primera vez que Keisuke utilizaba lengua de señas para hablarle, y el hecho de que intentara decir su nombre sin haberlo aprendido de él indicaba que Baji lo había estudiado por su cuenta.


"¿Aprendiste mi nombre?" preguntó Chifuyu a través de su celular, causando que Baji desviara la mirada avergonzado y respondiera con un mensaje. Chifuyu lo leyó de inmediato.


"Quizá."

Con una amplia sonrisa, Chifuyu se sentó junto a Baji en el sofá, lo suficientemente cerca como para poner nervioso al joven de cabello oscuro.

"Es más bien así..." dijo la voz robótica del celular. Chifuyu dejó su teléfono a un lado y, al corregir un pequeño error en la señal que Baji había hecho, lo puso aún más nervioso. "Intenta ahora." Baji lo hizo, imitando exactamente como Chifuyu le había mostrado. Chifuyu aplaudió con una gran sonrisa, y Keisuke no pudo evitar quedarse embobado mirándolo.


⸻ Eres muy bonito ⸻ murmuró Baji inconscientemente, con una mirada soñadora, y en ese momento agradeció que Chifuyu fuera sordo, porque de lo contrario, habría muerto de vergüenza.

𝗦𝗶𝗴𝗻 𝗹𝗮𝗻𝗴𝘂𝗮𝗴𝗲, 𝗕𝗮𝗷𝗶𝗳𝘂𝘆𝘂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora