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El taxi se deslizaba suavemente por las calles de la ciudad, alejándose de los destellos de las luces de seguridad que se desvanecían tras ellos. Chifuyu, con el corazón aún acelerado, se giró para mirar a través de la ventana trasera, verificando que no fueran seguidos. Baji, por otro lado, no podía dejar de observar a Chifuyu, cuya risa había dado paso a una expresión preocupada.

"¿Crees que nos seguirán?" dijo él, cuya voz artificial fue apenas audible sobre el murmullo del tráfico.

⸻ No lo creo⸻ respondió Baji con una sonrisa tranquilizadora, aunque en su interior no estaba del todo seguro.

Chifuyu asintió, su mirada capturada por el reflejo de las luces urbanas que danzaban sobre los charcos dejados por la reciente lluvia. Baji notó cómo la luz jugaba en los ojos de Chifuyu, otorgándoles un brillo casi mágico.

El resto del trayecto transcurrió en un cómodo silencio, con cada uno sumergido en sus pensamientos. Al llegar a su destino, pagaron al conductor y descendieron del taxi. La noche los recibió con su oscuro manto salpicado de estrellas, y por un instante, todo pareció serenarse. Ambos subieron las bolsas de la compra por las escaleras, resignados ante la avería del ascensor, y pronto se encontraron frente a las puertas de sus respectivos apartamentos.

El joven de cabello oscuro se despidió de manera distraída y luchó con sus bolsas para sacar la llave del apartamento, con pequeños contratiempos que retrasaron la tarea. Justo cuando tenía la llave en sus dedos y se disponía a insertarla en la cerradura, sintió el contacto de una mano en su hombro que captó su atención. Al principio, pensó que algo había caído de sus bolsas, pero la expresión tímida de Chifuyu lo desconcertó rápidamente. El chico tecleó algo apresuradamente y la ya familiar voz artificial llenó el pasillo.

"¿Quieres entrar?"

Miró por encima del hombro de Chifuyu, entendiendo la invitación a su apartamento, pero sin comprender el motivo. Había sido él quien anunció que no habría clases ese día, ¿habría cambiado de opinión?

⸻ Pensé que no querías hacer de maestro hoy⸻ comentó, captando la atención del rubio en sus labios.

El menor le ofreció una sonrisa tenue. En realidad, no había querido cancelar su encuentro con el pelinegro, pero había tenido que dedicar el día a hacer la compra para evitar quedarse sin comida; nunca imaginó que se encontraría con él en el supermercado, y mucho menos que terminarían huyendo juntos del lugar.

"Podríamos ver una película... o algo así" casi al instante se arrepintió de haberlo escrito, la vergüenza tiñó sus mejillas y pudo sentir cómo su rostro se calentaba, probablemente tornándose mucho más rojo de lo habitual. Su mente le gritaba que sería rechazado, arruinando la incipiente amistad que apenas comenzaba con su vecino. Así que se apresuró a rectificar sus palabras y a disculparse, por si había cometido algún error.

⸻¡Claro! ¿Qué tipo de películas te gustan? ¿Tienes alguna favorita? No sé cuál es la mía, creo que no tengo una, pero hay muchas que me gustan. ¿Prefieres la comedia o la ciencia ficción?⸻ el aluvión de preguntas dejó a Chifuyu perplejo, apenas logrando comprender todo con esfuerzo y sin saber qué responder o en qué orden.

Desde el accidente, la mayoría de las personas habían perdido el interés en conversar con él, y cuando lo hacían, era por obligación, utilizando frases cortas y evitando profundizar para poder retirarse rápidamente. No los culpaba; en su lugar, tampoco tendría mucho interés en relacionarse con alguien que complicaría algo tan sencillo como la comunicación, cuando hay tantas otras personas con las que podrían hablar sin problemas. Se había acostumbrado a conversaciones breves y directas, evitando cualquier discusión sobre sentimientos, ideales, propósitos o gustos.

𝗦𝗶𝗴𝗻 𝗹𝗮𝗻𝗴𝘂𝗮𝗴𝗲, 𝗕𝗮𝗷𝗶𝗳𝘂𝘆𝘂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora