Nudos Atados. •Soukoku | Bungo Stray Dogs •

❝ CAPÍTULO 19 [Parte 2] ❞

Continuación...

Para su sorpresa, también lo hace Dazai, y sin comentarios sarcásticos. Ni una sola palabra, en realidad. Nada. Lo cual es sospechoso, pero también algo para apreciar mientras aún pueda, por lo que Chuuya busca su comida en su lugar. 

—Sakunosuke, he querido preguntarte desde que regresaste ahora —comienza Yosano—, ¿cómo va la novela?

Oda espera a masticar y tragar antes de responder. 

—La terminé, en realidad, así que diría que bastante bien.

—Nunca nos dijiste de qué se trata. —interviene Fyodor casualmente. 

Por mucho que Chuuya admire lo rápido que los dos trabajan en equipo, también siente una punzada de celos en el esternón porque solía ser así una vez. De trato fácil. Encantador. Bueno con las personas. 

Hasta Dazai. 

Hasta que Dazai entró en su vida y la saqueó como un puto tornado, haciendo que todo fuera jodidamente complicado, duro y sombrío. Solo por eso, Chuuya se permite robar la copa de champán de Yosano. 

—No le digas, Odasaku —dice de repente Dazai—. Fedya aquí tiene la costumbre de robar cosas y luego mentir al respecto. 

—Era un juguete, y fue hace años. Supéralo ya. —Chuuya no puede ver a Fyodor, pero puede imaginar la expresión condescendiente que debe tener en este momento. La imagen sola lo enoja. 

Yosano solo se ríe en su lugar. 

—Aww, ¿ustedes pelearon por los juguetes? Eso es adorable. 

—Sólo digo. Una vez rata, siempre rata. 

—Creo que podrías estar confundiéndome contigo mismo, considerando que todavía estás actuando como un mocoso.

—Como si no fueras un mocoso la mitad del tiempo. —Chuuya finalmente decide agregar. 

—Hm, tienes razón. Lo sabrías, Chuuya.

Tal vez decir eso no fue la idea más inteligente, en retrospectiva. Hace que Dazai lo reconozca por primera vez esta noche, pero la mirada en sus ojos es calculadora, una que se desvía de Chuuya, luego a Fyodor, y de regreso. 

—El libro —dice Oda después de aclararse la garganta—, trata de un ex asesino que decide cambiar su vida algún día.

—¿Qué quieres decir con que Chuuya sabría que eres un mocoso? —pregunta Dazai. 

Cristo.

—Significa que Fyodor es un maldito mocoso cuando no está ocupado actuando como un gran y poderoso —responde Chuuya rápidamente, tratando de salvar la situación—. Obviamente.

—¿Asesinos? Wow, eso es... eso es interesante.

Los ojos de Dazai se estrechan. 

Y no es que Fyodor realmente diga algo para confirmar o negar la sospecha obvia, pero es exactamente eso, su silencio, lo que lo empeora. Lo que los hace parecer culpables a todos. 

Dazai mira a Fyodor de nuevo. Luego en Chuuya. Y su cabeza comienza a temblar lentamente. 

—Ustedes… ustedes dos…

—No seas un bufón, Osamu —responde Fyodor secamente—. Nosotros tres. 

—¿En serio? —Chuuya pregunta. 

—¿Qué? Si vamos a tener esta discusión, también podríamos ser precisos.

—¡¿Ustedes tres?! —Dazai hace eco antes de volver su atención a Yosano—. ¿Tienes la audacia de preguntar si estoy tratando de robarte a Oda cuando ya me robaste a mi Chuuya?