COSAS QUE SENTÍ PERO NUNCA TE DIJE.

Escribiendo nuestra vida

Tercera fase: yo.

Entonces le di un bocado, luego dos, luego tres, hasta acabármelo.
Me sentí la persona más miserable del mundo.

"Quisiera tener tu cuerpo", "eres tan hermosa" , " hay mucha gente detrás de ti."
Y miles de afirmaciones inútiles  que se pueden escuchar a diario.
¿Que tan difícil es entender que no me veo de esa manera?
Que odio mi cuerpo, que me mato horas haciendo ejercicio para cambiarlo.
Que me prohibió alimentos solo para soñar que algún día cumplo con mi propio estereotipo.
Por que ni siquiera importan los demás, es mi maldita perspectiva sobre mi lo que me acaba.

Se veía todos los días al espejo y repugnaba lo que veía.
¿por qué no podía ver lo que los demás decían ver?

Metió sus dedos dentro su boca, intentando sacar cualquier resto de lo que acaba de comer.
Necesitaba sentir la sensación de que aquella dañina comida no estaba ya en su organismo.
Necesitaba sentirse ligera.
¡Sentía que había fallado!
Al introducir ese maldito bocado mando a perder a lo que le llamaba "esfuerzo"

Tenía su mente desgastada.
Necesitaba hallar la manera de desquitarse de aquello que inquietaba su pensamiento.
Que causaba ese nerviosismo y extraña impaciencia.
Y optó por lo peor, comió.
Comió sin parar, probó cada cosa que podía.
Sabía que se iba a sentir culpable después, sin embargo cada vez que la comida entraba en ella sentía como llenaba un vacío.
Un vacío inútil que después se haría más grande.

La gente no entiende cuando te odias a ti misma, no entienden lo que es compararte con cada persona linda que veas, no entienden lo que es culparte al comer, no entienden lo que es matarte horas haciendo ejercicio para hacer al menos un mínimo cambio.
Juzgan sin saber como tu mente ataca tu autoestima.
Te juzgan  y dicen : pero si tú estás bien.
Me vale mierda si tu piensas que estoy bien, yo no me veo ni siento bien así que seguiré jodiendome hasta que esté conforme.