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Tercera fase: yo

Soltar puede parecer difícil, pero es liberador.
Al principio creerás que debes seguir tu sentimiento, cuando debes guiarte por tu lógica.
Aveces hay que traicionar al corazón para protegerte a ti mismo.
No puedes seguirte culpando sobre esa decisión.
Simplemente pensaste en ti, y no hay nada de malo en hacerlo.

Cambiar de ánimo constantemente es abrumador, agotador y asfixiante.
Tu no lo controlas, y odias no hacerlo.
Estabas tan bien, o eso creías.
Estas volviendo a recaer en tu mayor inseguridad.
Te esta ganando otra vez.

La lucha no es con tu familia, bueno tal vez. Las personas alrededor llevan parte, pero... no son quienes importan aquí.
La lucha es contigo misma. Porque tienes esa parte de ti que te dice "dale vos podes" y la otra que contraataca con un "rendite, no podes más"
Y así te la pasas, en un subidón de emociones inciertas, una inestabilidad que rara vez manejas y poco comprendes.

Deja de pensar que sos la culpable, la grosera, la de los errores, la que hizo las cosas mal, no lo sos.
Tienes un gran corazón, y tomaste la decisión que más te costaba pero porque sabias que era lo correcto.
Tuviste que sufrir para cortar con ese círculo vicioso.
No sos quien arruinó las cosas, fuiste quien salvó a los demás.
Sabes que tenes la cabeza hecha un lío y preferís alejar a los demás de aquel tormento.
Simplemente para que ellos no la pasen mal.

Te admiro. Claro que lo hago. ¿Como?
No sé, simplemente lo hago.
Sos tan impredecible. Sos tan maravillosa y no hablo físicamente.
Porque sabemos que opinas respecto a eso.
Quiero hablar de ti.
De cómo amas el rosado pero para vestir amas el negro.
De que tu helado favorito es el de chocolate pero evitas comer cualquier tipo de azúcar.
De que podes hablar de cualquier tema y profundizarlo y lograr ver cosas hermosas de aquello que los demás no ven.
De la intensidad con la que quieres a las personas que se ganan tu corazón.
De como luchas contigo misma.
De cómo odias lo que ves en el espejo pero cada vez intentas amarla más.
Tu amor por los libros y sus personajes literarios.
Estoy aquí, en tu mente.
Esperando que te des cuenta de lo maravillosa e increíble que sos.

¿Sabes que huelo? Miedo.
Exactamente, Miedo.
¿Que haces evitándolo?
¿Que tanto te cuesta aceptarlo?
estas cerrando tu corazón, cuando sabes que ansia porque lo dejes entrar.
Nunca esperabas que pasara eso, nunca pensaste que podrías terminar con alguien así en tu cabeza.
¿Tu y el?
Polos opuestos. Al tope.
No hay ningún parecido, bueno, Solo uno.
Y es que ninguno de los dos se puede dejar de pensar.

"Date la oportunidad con alguien que si te merezca"
Eso escuchas a diario, en diferentes palabras pero esa conclusión.
Lo único que ocurre es que en tu mente ya no hay mínimo interés por alguna relación.
No quieres pasar malos ratos, sin embargo la duda de que si con esta persona será diferente te consume.
No quieres que te vuelvan a lastimar, pero esta persona parece querer respetarte.
No quieres llorar más y rogarle a Dios que te ayude, sin embargo esta persona te ha entendido y apoyado.
Aun así, tienes la puerta de tu corazón cerrada. Ya que alguien más tiene la llave.

No lo puedes sacar de tu cabeza.
Pero tampoco pueden hablar sobre el tema.
Espera, ahí va una indirecta en la canción que subió a su historia.
No la respondes, pero la escuchas miles de veces.
Todavía tienes lo que te regalo, no puedes devolverlo porque te hace sentir que tienes una parte de él.
Lo ves en el pasillo pero evitas el contacto visual, al igual que el.
El espera que le hables, tú esperas que el todavía esté interesado en ti.
El espera a por ti, tú esperas a vencer tus miedos.
El quiere conocer cada parte de ti, tú piensas que no serás suficiente.
El tiene curiosidad sobre tu
Compañía, tú te sientes cómoda junto a el.
Extrañamente contradictorio.

COSAS QUE SENTÍ PERO NUNCA TE DIJE. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora