COSAS QUE SENTÍ PERO NUNCA TE DIJE.

Extrañar y no poder olvidar

Cuarta fase: la realidad de lo que vivimos.

Prometí sacarte de mi mente vaya manera de mentirme.
No pienses mal, no es que extrañe tu presencia, solo me mata el imaginar como hubiera sido si nos perteneciéramos.
Como hubiera sido mi vida si fueras tú la persona correcta para estar en ella, si no se hubieran cometido errores y tantos estrellones.

Te mire a los ojos preparándome para el final.
besé tus labios y pude sentir el amargó sabor de una despedida.
mi corazón insistía en quedarse pero mi razón ganó.
El abrazarte era sentir como tu cuerpo quemaba el mío hasta dejarlo lleno de heridas, heridas que luego intentabas sanar pero era muy tarde ya.
Sabía que debía alejarte de mi vida, poner un limite, un fin entre lo Que creí que íbamos a ser.

Que difícil es pensar en ti.
Es desgarrador porque me doy cuenta de que no fuiste una buena persona para mi.
Pienso en todo lo malo que hiciste pero aún así quiero abrazarte y protegerte toda la noche.
Todo el tiempo que tus palabras apuñalaban y todo el tiempo que yo pensaba amarte.
Es muy difícil pensar en ti, porque todavía te quiero, pero es un más difícil el aceptar que no eres mi persona.

Tarde en darme cuenta de tus malas actitudes.
Dijiste tantas cosas y manipulaste mi mente al punto en el que yo ya no podía soltarte. Sabía porque lo hiciste.
Porque me necesitaste, porque te di el amor que nunca nadie más te dio.
Porque entregue cada parte de mi corazón y tu no supiste qué hacer con tanto.
Eres débil pero ágil.
me tiré por un acantilado yo misma al intentar cuidarte, al intentar protegerte y sanar tus inseguridades.
Vaya error, porque quien terminó lamentándose fui yo.

No todo es malo, también me gusta pensar en lo contagiosa que es tu sonrisa.
En la tierna y pequeña forma de tus ojos, el color de tu cabello y como solías pasar tus manos por el.
el sonido de tu risa y la seguridad de tus abrazos.
quiero empezar a recordar las cosas buenas de ti, porque a pesar de todo sigo mintiéndome pensando que queda algo de la persona que me enamoro.

El aceptar que esto terminó toma tiempo.
No es algo que se irá de un momento a otro, pero todo cambia cuando sabes que fue por tu bien, por tu paz mental y estabilidad.
Porque me hacías daño, pero por más que te amara no dejaría que siguieras lastimándome.

Recuerdo cómo empezaste a enamorarme. me emocionaba lo que me brindabas, lo viva y fugaz que es tu alma y como me contagiabas felicidad.
La sonrisa que me dedicabas todos los días y las anécdotas que deseaba escuchar.
Lo cómodo que era pasar tiempo junto a ti, los confortantes que eran tus abrazos y como me decías que todo iba a estar bien.
Recuerdo cada detalle de ti, recuerdo lo increíble que era cuando no nos preocupábamos por perdernos.
Recuerdo como fue todo antes de dejarnos llevar por nuestros miedos.

Acepto los buenos momentos, los besos tiernos y nombres cursis, las fotos y videos que muestran cómo conociste cada parte de mi, las canciones en las que pensé en ti, las frases que te dediqué. Y todo lo romántico y ahora patetico que pueda existir.
Acepto lo que fuimos, lo que somos, y lo que ahora nunca seremos.
Y por qué te amo, y por que me amo, intentaré olvidarte en cada segundo de mis días.