Especial 1

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Los especiales no pertencen a la trama de la historia, sólo son pequeños one-shot que la escritora hormonada escribió al quedarse sin ideas para los capítulos xd

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David despertó confundido y se sentía algo extraño, una luz lo cegaba un poco, intento tallar sus ojos, pero sus manos estaban atadas, al igual que sus piernas. Se encontraba en una cama algo cómoda.

–Al fin despiertas –dijo una voz algo conocida.

–Marcos –susurró el castaño, por culpa de aquella luz casi no podía ver ya que ésta quedaba justamente por encima de él.

– ¿Cómo te atreves a dormir teniéndome a mí? –dijo el rubio con claridad y riendo al último.

–No te veo, ¿Dónde estás? –el castaño quería verlo, necesitaba verlo.

Sintió como aquella luz disminuía dejando el cuarto con una nítida pero clara luz.

El castaño pudo observar dónde estaba, la cama era demasiado cómoda pero aquellos amarres le impedían disfrutarla.

– ¿Por qué estoy atado? –preguntó al rubio, Marcos se acercó lentamente a él dejando así su escultural cuerpo a la vista, solo llevaba puestos unos pantalones de chándal negros los cuales, al parecer, le quedaban grandes.

–Los niños que se portan mal, tienen que ser castigados –Marcos caminaba alrededor de aquella cama, tocando ligeramente los amarres y rozando la piel del castaño quien se sentía un poco incómodo con aquella situación.

Marcos se alejó y fue directo a una pequeña mesa que estaba en la habitación y se acercó a David. Se colocó justamente frete a él, cerca de sus labios y le besó, le besó metiendo su lengua principalmente, devorando la boca del otro.

David comenzó a sentir un sabor amargo pero que a la vez era dulce, sentía algo grumoso que se deshacía entre las lenguas de ambos. El oxígeno empezaba a faltar, pero al parecer eso no importaba en ese momento. Aquel beso estaba despertando sus instintos más internos. En ese momento, David, deseaba tomar al rubio y pegarlo más a él.

De un momento a otro Marcos se separó de su cuerpo, dejándole queriendo más.

Así y sin más tomó una silla y la acerco hasta la cama, se sentó y sólo se dedicó a observar como David le miraba curioso porque no sabía qué era lo que trataba o quería hacer.

–Desátame –dijo David en un susurro –Mi cuerpo se siente extraño...–empezaba a sentir como su cuerpo se calentaba, su temperatura iba subiendo y a pesar de que hace unos instantes ese lugar parecía calmado y fresco, en ese momento parecía el mismo infierno, su cuerpo empezó a sudar. Su miembro erecto lo desconcertaba, aquello dolía.

David sólo traía puesto uno bóxer, los cuales, en ese momento, estaban muy ajustados

–Por favor desátame –suplicó con los ojos llorosos.

–Los niños que se portan mal merecen ser castigados –agregó el rubio, calmado.

– ¡Pero yo no he hecho nada! –gritó el castaño furioso.

– ¿Dormir te parece poco?, teniendome a mí aquí –Marcos se iba a acercando a él y rodeo la cama caminando lenta y pausadamente, tocando la piel blanquecina y hormigueante del castaño el cual, con cada roce no podía evitar gemir.

– ¿Que-e...ahg! ¿Qué me has dado?

–Un afrodisiaco –aquello desconcertó a David, aunque en ese momento ya no pensaba nada claro.

Me enamore de una bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora