El Vestido de Rin

Capítulo 11

Inuyasha se puso de pie, dejó que su esposa le acomodara el moño de su traje y decidió, se encamino a realizar la presentación, volteó la mirada al balcón donde se suponía estaba su hermano y al darse cuenta de que ya no estaba ahí, intentando ser discreto, comenzó a buscarlo con la mirada. Pasó saliva, no era algo que le hubiera gustado hacer sin su apoyo, aunque claro, tampoco era algo que diría en voz alta. Así que, sin mucho ánimo se dispuso a iniciar, cuando justo un tiempo, vio llegar a Sesshomaru.

Se colocó al lado de su esposa Rin y después de darle una mirada de apoyo, sus nervios se tranquilizaron, dando como resultado una inauguración exitosa. Finalizando, agradeció a su esposa, a su cuñada que también era una gran amiga y en especial a su hermano mayor. Terminado, el menor de los Taisho, se acercó a Sesshomaru y antes de que pudiera pronunciar alguna palabra, escuchó de su boca lo que nunca imaginó:

- Felicidades Inuyasha… - no parecía broma, ni siquiera se podía percibir en su voz algún grado de sarcasmo o falsedad, así que hablaba en serio. Quizá no era para tanto pero Inuyasha, realmente valoraba esas palabras.

- Gracias – respondió seguro, estrechándole la mano.

¿Quién hubiera pensado que esos días de rencor y constantes peleas, quedarían como un recuerdo? Tal vez no eran los mejores hermanos, ni tenían la mejor relación, pero era agradable.

Después de un breve silencio, Inuyasha prosiguió para cortar la tensión y la incomodidad. Aún era nuevo eso de llevarse un poco bien.

- Ah… un banquete especial viene en camino, acerquémonos a la mesa – Sesshomaru alzó una ceja, claramente a su hermano le dificultaba no actuar como un imbécil.

- Primero iré a hablar con Rin – agregó

- Oh, sí, claro, suerte con eso… llegó bastante furiosa – Sesshomaru frunció el ceño.

- Lo sé – respondió serio.

- Bueno… los estaremos esperando – y dicho eso, cada uno se dirigió a su camino.

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- Después de todo si lo hizo – comento Kirinmaru – Y al parecer la chica aceptó – Sesshomaru se limitó contestar – Que lastima… – suspiro – Es encantadora y más con esas piernas tan sexys… me hubiese gustado verlas de cerca.

- Mantente al margen Kirinmaru – añadió Sesshomaru volteando la mirada, ocultando su satisfacción al ver que su hermano había logrado conseguirlo.

Desde ese día algo había cambiado entre los dos, no es como si de pronto se hubiesen vuelto cercanos o que dejaran de detestarse, pero si era diferente. Es por eso, que tras enterarse de la novia de su hermano, de manera implícita cuidaba de ella, puesto que sabía que Sesshomaru al ser de último año, no compartía horarios flexibles para poder verse con su chica y como era él, quien más veces la veía por el campus, no le molestaba darle una mirada y asegurarse que todo estuviera bien.

Más que nada porque la manera en como su hermano trataba a la chica, significaba que era importante, lo suficiente que estaba seguro que mataría a cualquiera que se atreviera a acercársele. Aunque no sabía que Kirinmaru estaba exento, pues siempre lo veía con ella.

Realmente no era de su incumbencia pero no tenía duda que le incomodaba la actitud y la manera en como el imbécil pelirrojo miraba a la novia de su hermano, pues no se necesitaba ser muy observador para darse cuenta que la chica le encantaba, pero quizá, solo la veía de esa manera cuando Sesshomaru no estaba cerca. De cualquier forma se dispuso estar al pendiente, pues no confiaba en ese sujeto.

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Después de colgar, los siguió con la mirada, impaciente de ver llegar a Sesshomaru, pues Rin y Kirinmaru estaban por perderse de su vista. Entonces sin esperarlo, sintió un repentino abrazo que lo desconcentro por completo. Volteo atrás y era Kagome quien tan cariñosa como siempre había llegado con él.

- ¿Inuyasha? ¿Te asuste? Lo siento, en realidad quería sorprenderte – comentó confundida al ver el rostro de su novio – ¿Sucede algo?

El joven soltó un gruñido, no es que no le hubiese gustado ese acto de cariño pero gracias a eso, los había perdido de vista, entonces, justo a tiempo vio llegar a Sesshomaru, se adentró a los rosales y después de soltar un suspiro, supo que su hermano resolvería cualquier cosa que estuviera pasando.

- ¿Inuyasha? – insistió la chica.

- Ah, perdona…

- ¿Sucede algo? – cuestionó dudosa.

- ¿Ubicas a la novia de Sesshomaru?

- ¿La chica de primer año? Si, ¿Por qué?

Comentó a su novia lo sucedido y después de dar un último vistazo, deseando que todo saliera bien, se marcharon.

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Rin no supo que decir, se suponía que las intenciones románticas entre ambos habían quedado en el pasado, así que realmente no tenía palabras. Entonces, sintió las manos de Kirinmaru, tomando las suyas.
En un impulso, suspiro su nombre, como un deseo de que nunca le hubiese dicho lo que le dijo pero en tan solo segundos, sus manos se posaron en su rostro y por su actitud, sabía que intentaría besarla.

Planeo apartarse de él, y explicarle de manera pasiva que tenía novio y que solo podían ser amigos, pero antes de que pudiera hacer algo, la voz de Sesshomaru apareció, preguntando con rabia lo que sucedía. No solo escuchar a su novio la dejó paralizada, sino también lo que pasó después.

El pelirrojo no tuvo tiempo de reaccionar, pues justo abriendo los ojos, sintió en su rostro un golpe tan fuerte que lo hizo tambalear.

- ¿Sesshomaru? – preguntó la chica, completamente impactada.

- Que inoportuno eres Sesshomaru – comentó Kirinmaru con el rostro volteado por el golpe – Así mismo, que pésimos modales tienes para venir a saludar a un amigo – agregó sarcástico, limpiando un poco de sangre de sus labios.

- No pretendas burlarte de mí bastardo – amenazó Sesshomaru, colocándose delante de Rin.

- No lo hago – respondió serio.

- Te advertí que no te acercaras a ella.

- Lo sé… - suspiró - Pero lamentablemente, no puedes controlar lo que pasa en el campus, las personas se cruzan, las personas se conocen… además, no pude evitarlo.

Y fueron esas palabras, las que lo condenaron, pues no solo le estaba declarando la guerra sino que de manera burlona, admitía su traición.

Quizá para ese punto Sesshomaru se había portado benevolente, pues a pesar de conocer la fama de su amigo, nunca dudo de su lealtad. Se sintió un imbécil, un completo imbécil ¿Cómo había dejado que sucediera? Sentía hervir su sangre de rabia, de alguna manera Kirinmaru se las había ingeniado para acomodar sus horarios así como inventar cualquier maldita excusa para acercarse a Rin y obtener de manera enfermiza, la confianza para hacerla aceptar ir con él a un lugar completamente solo.

Apretó los puños y después de sonreír, desquito su furia contra él. Pero el pelirrojo, en esta ocasión no se quedaría de brazos cruzados, si Sesshomaru ya lo sabía ¿Para que seguir fingiendo? Si de eso se trataba, así seria, así que soltando una risita, le devolvió el golpe, dando inicio a un altercado entre dos jóvenes que alguna vez, se llamaron mejores amigos.

Comentarios de la autora:

Ahora si se vinieron los chingasos (jajaja) así mismo, también si se vienen escenas muy interesantes. 😉

Espero me sigan apoyando, leer sus comentarios acerca de mis historias me llena de alegría y me motiva a continuar, les agradezco muchísimo y les mando un fuerte abrazo. ♥️

Curiosidades de la historia:

¿Sabías que? ¿Rin es una chica que siempre presto mucha atención a cada detalle? (cosa que doy a entender en los capítulos) por ejemplo: en repetidas ocasiones, comparó a Sesshomaru con Kirinmaru, solo para comprobar el tipo de hombre que realmente le interesaba a ella. Así como como la primera vez que se hablaron ¿Notaste que Kirinmaru sin pensarlo dos veces tuteo a Rin? Por el contrario de Sesshomaru, quien se refirió a ella por su apellido hablándole de usted.
Y para quien no lo noto. Si, Kirinmaru iba a ir detrás de Kagome si Inuyasha no le hubiese hablado.