Capitulo 25: Mi Reinado

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Tyler me llevó a casa en su camioneta. Fue muy amable que se ofreciera, ya que no se me ocurriría como volver. Un taxi tal vez era una buena opcion, pero no lo encontraba muy convincente.

Ambos mojamos casi toda la camioneta por lo empapados que estábamos y por suerte, Tyler me alcanzó una remera seca que tenia en la parte trasera del coche para que me la colocara. Recuerdo que fue una lucha para que no me mirara cambiarme, pero logre evadirlo. Me ponía nerviosa que me mirara tanto.

Llegue a mi casa como media hora después. Me bañe y me metí en la cama. Realmente no tenia hambre, por lo que no cene.

Al conectar mi telefono al wifi mi celular vibro muchas veces. Entre a whatsapp y tenia 4 mensajes.

Wendy: "¿Enserio Azul? ¿El idiota de Jason Anderson? ¿Porque lo llamaste en medio de la clase? ¿Estas planeando algo malvado?"

Chelsea: "Omg Azul, es Jason!!, es un raro!!"

Jason: "Brenda y yo vimos todo por la vidriera, ¿enserio caeras por Tyler Rosewood? No lo puedo creer, es un idiota..." Frunci el ceño ante esto. Pensé que se llevaban bien.

Tyler: "Duerme bien, Azul. ¿Quieres que pase por ti mañana para ir a la fiesta?"

¿Que fiesta? Pensé.

Decidí ignorar todos los mensajes menos el de Tyler, a fin de acabo eran mensajes los cuales no valían la pena responder.

"Mañana hablamos, no se a que fiesta te refieres" recuerdo que le envié, dejando luego el celular en la mesa de luz y dándome la espalda para dormirme. Segundos después el celular vibró, sonreí instantáneamente.

Estaba tan feliz.

La mañana siguiente me desperté mas temprano de lo usual. Mi madre pareció bastante extrañada con esto y me dijo que podría llevarme antes si quería. Le agradecí por primera vez en mi vida y acepte. Desayune una manzana a las apuradas con un yogurt dietético y llegue al instituto luego de 10 minutos.

Realmente parecía un desierto. No había nadie por los pasillos y ante esto, sonreí.

Al llegar a mi salón, solo me encontré con Jason, lo cual me pareció bastante extraño. Se encontraba escribiendo cosas en su carpeta. Al escucharme, alzo su vista, dirigiéndome una mirada fría. Fruncí el ceño y me senté a su lado, a fin de acabo no había nadie que me juzgara por hacerlo.

-Te curaste de tu "enfermedad" rapido- dijo sin mirarme, mientras daba golpecitos a la mesa con su lapicera.

-¿Disculpa?- dije, totalmente indiferente.

-Tyler Rosewood, Azul. Se supone que lo odias- dijo cambiando de tema. Bufe.

-No lo odio- aclare. El revoloteó los ojos ante mi respuesta.

-Eso ya esta dicho y sabido.

-¿Porque estas siendo grosero conmigo?- pregunte algo dolida.

-No me gusta lo que sea que tengas con él, Azul.

-No tiene que gustarte, es mi vida, deberas aceptarlo, yo puedo hacerlo lo que quiera- dije. El se paso la mano por el cabello.

-No entiendes Azul, el no es lo que parece ser.

Su mano rozo la mia, y mi ceño se frunció al instante.

-¿Porque no?

-Lo escuche hablar con Brenda el otro día, creo que ellos no son familiares realmente.

Arrugue los labios y me eche a reír.

-Si no lo fueran, ¿que tiene de malo?. Capaz que ella es su tía postiza. Vayamos a saber...

-Hablo enserio, no esconde nada bueno, lo presiento.

Rodé los ojos y toque suavemente su hombro.

-No creo lo que no veo.

Le guiñe un ojo y salí de allí. Dejándolo solo en la habitación. En cuanto me adentre al pasillo pude ver que ya se encontraba bastante ruidoso. Camine hacia mi taquilla y me mire en el espejo del interior.

No pude evitar sonreírme a mi misma.

-¡Cielos!- dijo alguien a mis espaldas antes de que un libro me golpeara en la pierna. Conocía esa voz de memoria.

-Ten mas cuidado, arruinas mi falda- dije mientras me giraba y me encontraba con Melanie Holffman a mis pies.

-Podría tropezar millones de veces solamente para verte fastidiada por la pollera, ridícula- dijo agregándole una risa cínica al final. Mi humor enamoradizo se había esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Y por millonésima vez en mi vida, quise golpear a Melanie Holffman.

-No quieres meterte conmigo, Mel- dije mientras me acomodaba el cabello a un costado y desarrugaba mi falda con las manos. Amaba sonar sarcásticamente amable.

-¿Que te hace pensar que no? A fin de acabo, no puedes hacerme nada. Para comenzar, ya te he quitado el puesto de capitana de porristas.

Reí.

-No cantes victoria cuando solamente te lo he regalado. Ya no me interesaba, tenia cosas mas importantes que hacer, entendería que estuvieras feliz si me lo hubieras arrebatado pero...- chasque con la lengua, dandole completamente la espalda, volviéndome a ver en mi propio espejito.

-Tyler Rosewood.- la escuche decir.

-¿Como dices?- me gire para verla a los ojos. Ella tenia una sonrisa encantadora, la misma que le había dado a Tyler cuando coqueteó con él el día de la pelea con Nathaniel.

-Vamos, Azul. Todos saben lo loca que estas por Tyler, ¿no es así?. Muchas bocas hablan de lo distraída que te tiene de tu reinado.

La mire con odio y arrugue los labios. Vi a Tyler a las espaldas de Melanie, mirándonos desde lejos. De seguro, no se quería meter, sabia que estábamos peleando. Capaz que pensaba que era por el, y por primera vez en mi vida, demore en responder un ataque.

Me sentí avergonzada conmigo misma cuando cerré mi taquilla con fuerza y me aleje de allí sin pronunciar palabra. Realmente no sabia que decir, ni que contestar. Tyler no me estaba distrayendo, ¿o si?

Todo este tiempo preocupandome en el y no en mi reinado. Yo era la Reina de La Secundaria, y mi secundaria se caía a pedazos mientras le daba las espaldas.

Tendré tiempo para ti Ty, pero ahora creo que es tiempo de una pequeña revolución estudiantil.

Urgente.

Reina De La SecundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora