-¿Que has hecho, Azul?- dijo Tyler Rosewood, sosteniéndome fuertemente del brazo con tal de detener mi caminar.
-No se de que hablas Tyler. Ahora, suéltame, debo ir a clase- respondí con indiferencia.-No te me hagas la tonta, vi bien cuando llamaron a Matt y a Amelia por el parlante como ponías la mejor cara de satisfacción así que me dices en este preciso instante que fue lo que hiciste. Estabas advertida, si la delataste...
-Párale Rosewood. ¿Te crees que soy tan ingenua como para romper nuestro trato?- reí y me deshice de su alcance-. No he sido yo la que la he delatado, así que déjame y vuelve con tu querida rata de biblioteca. A fin de acabo, son el uno para el otro.
-Mira las pavadas que dices, Amelia es mi prima segunda.
Mi boca literalmente que llego al piso con eso. ¿Su prima? No pude haber sido tan idiota como para no pensar eso. ¡Claro! La rata de biblioteca había jugado bien la jugada haciendo que nadie se entere, para que así, todos creyeran que por fin una persona atractiva se le acercaba a ella. ¡Ja! Yo sabia que esto no podía ser por bondad o porque ella era buena persona. ¡Es su prima! Todo tenia sentido ahora.
-Con que es tu prima.
-Lo es, por lo tanto, déjala en paz,
¿entendido, Azul?. No quiero que tus jueguitos la sigan perjudicando.Reí con ganas y apoye mi mano en su hombro.
-Ella esta jugando su propio juego, Rosewood, y yo lo acabe de ganar.
Su celular timbro, el nombre Amelia salió en la pantalla titilando. Le sonrei.
-Mándales saludos de mi parte.
***Llegue a mi casa y mi madre no se encontraba, típico de ella. Por lo tanto, me fije si mi hermano estaba en su habitación, y allí lo encontré. Sentado en su cama jugando al xbox mas entretenido que nunca.
-¿Iras al fogón hoy?- le pregunte sentándome a su lado-. Es viernes.
-No lo se, Jasmine ira, no quiero verla. Menos con el cara de verga de Ashton.
-Debes olvidarte de ella, te hace mal.
-Como sea- le puso pausa al juego-. Necesito que busques a Amber, se ha quedado en detención, otra vez.
-Ni me digas, historia.
El asintió y extendí mi mano para que me de las llaves del auto. El me las dio rápidamente y me dispuse a irme.
-Espera, ¿porque no vas tu a buscarla?
A fin de acabo, es tu hermana tambien, y es tu coche.
-Tengo un partido que terminar, Azul. No creo que seas capaz de entenderlo.
Me guiño el ojo y le puso play a su patético jueguito de consola. Rodé los ojos y me fui a buscar a mi hermana que por millonésima vez, estaba en detención. ¿Que tanto mal le podía hacer al profesor Henderson como para que la detenga siempre? Pobre Amber idiota.
Llegue al instituto, mas vacío que nunca y me estacione delante de la puerta esperando algún tipo de aparición por parte de mi hermana pero nada sucedia. ¡Y, oh! Me había olvidado el telefono.
Maldije a mi hermana millones de veces y me baje del auto para ir a buscarla. Lo bueno, es que la sala de detención no quedaba muy lejos.-No podemos, Amber- escuche decir desde la única fuente de luz que provenía de uno de los salones. El pasillo estaba negro, oscuro, todo apagado. Daba un poco de escalofríos.
-Peter, por favor, esto no esta mal- escuche decir a mi hermana.
La puerta estaba cerrada. Pero al ser el único proveniente de sonido, todo lo que decían se escuchaba. ¿Que era lo que no estaba mal?
-Amber... Lo nuestro no puede funcionar. Soy tu profesor, y debe quedarse así.
Me lleve las manos a la boca. ¿Como había dicho? ¿"Lo nuestro"? ¿Que mierda estaba pasando ahí adentro?-¿Que pretendes hacer? ¿Ignorarme? ¿Tratarme como una mas? ¡No soy una niña!
-Te deben estar esperando afuera, no quiero discutir mas esto. Porfavor.
-Pero...
-Pero nada Amber. Soy tu profesor, eso se queda así.
Sentí como hubo unos segundos de silencio y me acerque a la ventana para observar que ocurría. Se estaban besando. ¡Mi hermana se estaba enrollando con el profesor de historia! No puede ser, no puede creerlo. Tenia las mejillas rojas. ¿Acaso estaba llorando? Nunca la había visto llorar.
Volví rápidamente al coche, sin que todavía no me caía la ficha de lo que había visto, de lo que había escuchado.
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Reina De La Secundaria
Teen FictionAzul Mason no debe realizar mucho esfuerzo para llamar la atención. Tiene fieles amigos a los que se los puede categorizar como súbditos y con ella al mando, el instituto parece una convención de clases sociales. Atención, belleza y dinero no le fal...