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-Lo dices como si Shion los hubiese raptado. Solo se ha limitado a traerlos -dijo Kazutora.

-¿Cómo los has convencido? -al ver que los hombres sonreían y que entrechocaban botellas de cerveza amigablemente, supo la respuesta-: ¿Ofreciéndoles dos días en el paraíso?

-Podían haber rechazado la oferta. -respondió encogiéndose de hombros.

-¡Ya!

Kazutora lo miró intensamente.
-Basta con que digas que no quieres estar con ellos y Shion se los llevará esta misma tarde.

Chifuyu notó que eso era lo que Kazutora quería, borrarlos de su vida. Contuvo la alegría que le causó saberlo. Le apuntó al pecho y dijo:
-No tenías derecho a...

Kazutora le tomó la mano con suavidad y se la apoyó contra el pecho.
-Mientras estés conmigo, tengo todo el derecho. Te dije que quería estar presente cuando los conocieras.

-Pero yo no accedí.

Observó su gesto de determinación y se animó con la idea de que Kazutora lo deseaba lo bastante como para querer librarse de los tres. Mientras había interpretado su distanciamiento de los días previos como indiferencia, en realidad Kazutora había estado planeando cómo librarse de sus contrincantes.

Le indicó el yate con un movimiento de cabeza.
-Tú decides. Si no quieres pasar tiempo con ellos, no tienes por qué hacerlo.

Era imposible enfadarse con Kazutora por haber boicoteado sus planes cuando lo había hecho porque no soportaba la idea de que estuviera con otros hombres. Era el resultado exacto que había estado buscando, y conseguirlo le produjo un profundo sentimiento de satisfacción.

-Al contrario -dijo con calma-. Ya que están aquí, me encantaría conocerlos.

Seishu Inui, el que parecía más deportista, era idéntico a su fotografía. Ian Smith, por el contrario, era moreno y no rubio. Y por último, Igor Riordan, era muy distinto a su fotografía. Tenía barriga, unas pronunciadas entradas y usaba lentes.

Una cabeza rubia asomó por la escalerilla y Chifuyu reconoció a la bonita azafata que habia conocido en el avión. Aunque llevaba un bikini rosa y unos pantalones cortos blancos, era evidente que Jazmine estaba trabajando, porque llevaba una bandeja con bebidas.

Shion se puso al motor y Chifuyu notó con satisfacción, que Kazutora no se separaba de su lado, aunque pasó a inquietarse al ver que sometía a cada uno de los hombres a un tercer grado, concentrándose en su situación financiera.

Tras una hora que se le hizo eterna, alcanzaron la costa de la isla.
Kazutora echó el ancla mientras Shion preparaba el bote para remar hasta la playa y los tres hombres iban a cambiarse de ropa.
En cuanto bajaron a la cabina, Chifuyu le dijo a Kazutora:
-No tenías derecho a hacerles un interrogatorio.

Con ello, había impedido que lo pusiera celoso al coquetear con ellos.
Kazutora tensó la soga y se volvió hacia él.
-¿De verdad creías que Smith es el director de una correduría de Bolsa?

Aunque Chifuyu no comprendía la mitad de los términos que Kazutora había usado, tambien se había dado cuenta que Smith suspendía en el examen.

-Seishu Inui parece sincero.

Al menos parecía manejarse bien en el yate, lo que era lógico si tenía una empresa de construcción de barcos.
En ese momento los tres hombres volvieron a cubierta. Riordan y Smith, blancos como el mármol, resplandecían al sol.
Si Chifuyu hubiera tenido alguna duda de las verdaderas intenciones de Kazutora, las habría borrado en aquel momento, primero el interrogatorio, luego el concurso de bañadores.

Desiré [Kazufuyu - Bajifuyu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora