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Chifuyu quedó paralizado al darse cuenta que Kazutora lo deseaba tanto como él.

-Quizás prefiero quedarme con la fantasía -susurró.

-Mentiroso -dijo el más alto, apoyando su frente en la de Chifuyu -¿Y ahora qué?

-Nada. -respondió Chifuyu, y al mirarlo supo, que no podía apartar los ojos de él, de que no conseguía olvidar el beso de esa mañana y que habia caído en todas las trampas que habia jurado evitar. Era víctima de una obsesión física.

Kazutora lo miró entornando los ojos.
-No me mires así -dijo.

-¿Cómo? -preguntó Chifuyu. Pero sabía a que se refería, las emociones y deseos que estaba experimentando, afloraban a la superficie.

Y Kazutora en lugar de asustarse, parecía encantado. Agachó la cabeza y lo besó. Chifuyu se puso de puntas de pie y se abrazó a su cuello.
Dejó escapar un gemido y se dejó guiar al dormitorio hasta que sintió la cama tocarle las piernas.
Se echaron y cuando Kazutora volvió a reclamar sus labios, Chifuyu perdió la noción de la realidad.

Varios minutos más tarde, Kazutora lo colocaba sobre él y continuó besándolo y acariciándolo. Le recorrió la espalda con las manos y al subirlas, le quito la camisa por encima de la cabeza. Arrastro sus manos por su abdomen hasta llegar a sus pectorales, se enderezó para tener mejor alcance a su cuello y comenzó a darle suaves besos.

El sonido de la puerta de entrada abriéndose, estalló como un disparo en el silencio. Antes de que pudieran reaccionar Elena, con un vestido largo negro, apareció en la puerta.

-¿Qué quieres? -bociferó Kazutora mientras intentaba cubrir con su cuerpo a Chifuyu.

-El coche está listo -respondió avergonzada-. Tu cita, Yuzuha, te espera. Tenemos que estar en el museo en veinte minutos.

«Yuzuha»
Chifuyu sintió un puñal en el pecho. Luzuha era la anterior ayudante de Kazutora, y lo habia acompañado a prácticamente todos los actos sociales a los que habia concurrido.

Ella era la única que habia permanecido más tiempo al lado de Kazutora, la única que tenia la posibilidad de un futuro a su lado.
Este era el aviso que Chifuyu necesitaba para reaccionar.

Al mismo tiempo, recordó que también se lo esperaba en la subasta.
-¡Takeomi! -exclamó.

Kazutora lo miró mientras se ponía una camisa.

-Mi cita -explicó.
Habia quedado con Takeomi en quince minutos.
Corrió a su dormitorio, se duchó y se cambió en tiempo récord, y se encontró con Elena y Kazutora en el vestíbulo. Aún asi, no iba a llegar a tiempo. Era su primera cita por medio de una app, no lo conocía físicamente. Sólo sabía que reunía, al menos en los papeles, todos los requisitos para el marido perfecto.

Llegó con 15 minutos de retraso. Takeomi estaba esperándolo en la entrada y Chifuyu no lo reconoció inmediatamente porque parecía mayor que en la fotografía, debía estar más cerca de los cuarenta que de los treinta que decía tener.

-Tengo la sensación de que te conozco -dijo Takeomi, sonriendo amablemente mientras le estrechaba la mano.

El diseñador temió que sea debido a las fotografías que habían aparecido y pensó que haría bien en evitar que coincidiera con Kazutora, por si eso le ayudaba a recordar.

Cuando le soltó la mano, observó que tenía una marca en el dedo que le indicaba que debía haber llevado una alianza hasta hace poco tiempo.

El resto de la noche pasó con una lentitud irritante. Con Kazutora y a unos metros de distancia y Yuzuha colgada de su brazo, era difícil sentir interés por Takeomi y sus anécdotas de trabajo como asesor financiero.

Desiré [Kazufuyu - Bajifuyu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora