🔥 Final 🔥

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Chifuyu volvió a la fiesta y circuló entre los invitados, charlando con compradores y proveedores. Miró la hora. Había pasado un buen rato desde que Kazutora se marchó. Miró a su alrededor, buscándolo. Salió a la terraza, pero tampoco lo encontró allí. De pronto se dio cuenta que tampoco veía a Yuzuha,y que la última vez que la haía visto habia sido en el acceso hacía las habitaciones.

Automáticamente salió en la misma dirección y pronto se encontró en uno de los corredores del castillo, dónde la humedad de la piedra se filtró a través de la seda de su camisa, helándolo. Se detuvo frente a la puerta de Kazutora y golpeó. El ruido de copas entrechocando le indicó que había alguien en el interior.

Una angustiosa sensación de haber vivido ya aquello se apoderó de él. Llamó una, dos veces. La puerta se abrió súbitamente y desde dentro flotó una oleada de perfume. Yuzuha, con el cabello cayendo en cascada por su blanca piel y sujetando un negligé negro contra el pecho, lo miró con una expresión vulnerable, casi de niña.

Chifuyu se dio cuenta de que también él habia tenido la idea de crear la atmósfera ideal para la seducción, y de pronto se sintió, por comparación, un hombre desagradable. Con esa sensación, se evaporó la irritación que la joven le había causado hasta entonces.

—Deberías darte por vencido e irte a casa. ¿De verdad crees que se va a comprometer contigo? Solo se está divirtiendo.

—¿Y tú qué sabes?

—Por lógica. Si no se ha enamorado de tí en dos años, dudo que vaya a pasar ahora.

Chifuyu quedó mudo, con expresión de perplejidad. Un segundo más tarde, Yuzuha le cerró la puerta en la cara.

Volvió a su habitación y contempló el escenario que había preparado. Como Yuzuha, estaba cometiendo el mismo error de intentar que Kazutora lo amara.
Al enamorarse, había cambiado, pero no había tenido en cuenta que quizá Kazutora no consiguiera superar el pasado.

Con un sentimiento de profunda desolación, llamó al aeropuerto y reservó un vuelo que partía en una hora.

Llamó un taxi y se cambió de ropa para estar cómodo durante el viaje. Con dedos temblorosos sacudió sus cabellos, adoptando el peinado hacia adelante como solía usarlo fuera del trabajo.
Se detuvo un instante a inspeccionar la habitación, por si olvidaba algo, hasta que se dio cuenta de que estaba actuando movido por la esperanza de que en ese instante Kazutora apareciera.

Tomó aire para liberarse de la presión que sentía en el pecho. No tenía tiempo para volver al hotel y recoger sus cosas. Tendrían que esperar a que volviera de sus vacaciones. Para entonces Kazutora ya se habría ido, la tienda estaría casi terminada y la construcción de la fábrica en curso. Tendría que entrevistar al futuro personal, lo que lo mantendría ocupado y le ayudaría a no pensar.

Cuando llegó al porche, el taxi estaba esperándolo. Una fresca brisa soplaba desde el mar, meciendo los finos cabellos. Miró la hora, llegaría a tiempo.
Seguía actuando impulsado por la adrenalina que le había ayudado a tomar la decisión de marcharse de su hogar.

No era alguien que aceptaba la botella medio llena, y menos aún, estando enamorado. Y se negaba a vivir una muerte lenta, como Yuzuha.
Dirigió la vista al frente, hacia la sinuosa carretera por la que el taxi avanzaba, rodeado de oscuridad. Ya no había marcha atrás.

Kazutora llamó a la puerta y, al no tener respuesta, entró.Bastó una mínima inspección para saber que se había ido.
Entró a su suite descorazonado, sabiendo que solo podía significar que Chifuyu rechazaba su oferta.

Pero en cuanto percibió el aroma al perfume de Yuzuha, adivinó lo que había pasado. Unos segundos más tarde, Yuzuha salió del dormitorio, vestida, pero con un revelador negligé en la mano que bastó para completar la escena.

Desiré [Kazufuyu - Bajifuyu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora