Capítulo 5

17 4 0
                                    

Las praderas y el lago eran tan cual lo describía la historia, de un verde esperanzador, un azul de tranquilidad y diversos colores de un pacto entre cielo y los humanos. ¡Cielos! Ya debo estar ebria, aunque no puedo creer que este cuerpo tenga 0 tolerancia al alcohol, Dorothy eres una mujer sabia, las chicas quieren un poco de diversión de vez en cuando también. Carajo hubiera visto a Cassian por ultima vez, debo ser un idiota, si después de todo me iba a ir, me merecía poder robarle un abrazo, claro que si tuviera la oportunidad de besarlo tampoco estaría mal, o tal vez de tomar su trasero, ¡oh! Esos perfectos bíceps, ¿Qué me dicen de ese escultural torso de adonis? Que excitante.                                          

-Mientras mas cosas dices menos sé. – Alcé mi voz cantando de la nada. – Te suplico tomes mis manos. – El alcohol hacía un efecto positivo en mi espíritu. – Arruina mis planes, ¡ese es mi hombre! –Canté sin vergüenza, ah vaya, extraño mucho tumbarme en mi cama cantando esa canción hasta que se me desgaste mi garganta y Sasha haciéndome segunda, hahaha de verdad era divertido. -Te lo suplico tomas mis manos, ¡ese es mi hombre! -Ah Cassian sin duda eres algo mítico. Cassian...Cassian...mi mente alcoholiza divagaba en los dulces momentos a lado de Cass. Dicen que la combinación entre el alcohol y un buen hombre es perderse en un vino invaluable. El deseo y mi imaginación erótica comenzaron a trabajar como ratón en rueda, Cassian era un hombre tan caliente, excitante, sexy y seductor, Charlize es una suertuda, imagino las preciosas perlas aguamarina de Cassian mirándome intensamente mientras susurra mi nombre con intensidad, con lujuria, mientras el fuego de sus manos juega con intensidad en mis muslos desnudos y húmedos. 

-Mmm, oooh. – Arquee mis espalda en un frenesí encuentro de estimulación y placer, levante el dobladillo de mi vestido hasta mis rodillas, la fresca sensación de deseo y deleite me hacían jugar con mi mente, de vez en cuanto mi mano derecha arrancaba algunas pequeñas florecillas como si de apretar una suave sabana se tratase, dando pequeños circulos cerca de mi clítoris la sensación de picazón y hormigueo me hacían chillar más fuerte.-¡Ahh!, hmm.- me alegro que para este punto me encuentre sola, con lentitud y sensualidad fui bajando el escote de mi vestido, mis delgados y suaves dedos masajearon suavemente el contorno de mis senos de forma circular, poco a poco, luego de llegar a la aureola, fui acercándome con pequeños toques a mi bello y rosado pezón. Llevándome los dedos a mi boca succionándolos tentadoramente fueron empapados por mi saliva, una vez humedecidos de vuelta acaricie mi pezón con la yema de los dedos. -Ahhh, Ca...Cassian. 

- si ¿Me llamaste? – Mi cuerpo se congelo como en una fría ventisca y mis dedos pararon en seco con su labor de autocomplacencia, ahora no se que paso seguir, quiero decir, es obvio que debo subir mi escote y bajar mi falda, pero, ¿¡cómo podría mirarlos a los ojos después de lo que acaba de ver!, Mierda ¿Maia que hacemos?, bien,  como no me quedaba de otra, cerré mis ojos para evitarme vergüenza, subí el escote de mi vestido rápidamente para levantar mi espalda nuevamente del fresco césped, ¿Qué más tengo desordenado?, ah sí, mi cabeza. Me puse de pie con cuidado y lentamente, por eso de tambalearme por el vino, para mi buen momento la falda de mi vestido volvió a su lugar por si sola. Ahora tendría que girar y mirar a Cassian, pero ¿Qué se supone que debo decir?, "ah Cassian estaba imaginando tener una noche de placer contigo" o "lo siento estoy muy ebria dije tanto nombres que no noté haber mencionado el tuyo" cualquiera de las dos está muy mal. ¡Ya se mejor evitémosle" hare como que no existe! ¡Espera! ¿Qué tal si Cassian y Charlize están aquí ¿entonces significa que ambos me vieron. ¡Ay no qué  horror? 

- ¡No es lo que! ...-giré mi cuerpo en un desesperado acto de sofoco, aunque creo que no debí hacerlo, miré por todos lados buscando a Charlize que para mi suerte o desgracia no se encontraba, solo un deleitable y concentrado Cassian. Al observar su insaciable mirada fija en mí, la excitante punzada entre mi pelvis crecía a cada minuto. - ¿Buscabas algo? – Preguntó acercándose peligrosamente a mí. 

La extra robo la primera noche del príncipe fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora