Bruno enciende la reproductora de música. Agradezco que haya hecho eso, así el viaje no se vuelve tan incómodo. Lo primero en salir es Inalcanzable, del grupo RBD.
Genial, lo que me faltaba. Desde que me enamoré de él, esa canción siempre me ha hecho pensar en nosotros.
Inalcanzable como estrella tan distante. Un amor que es imposible, invisible como el aire… Inconscientemente comienzo a cantar por lo bajo con mi vista perdida en la carretera. Me detengo al caer en cuenta del papelazo que estoy haciendo y me giro hacia el lado contrario del que se encuentra Bruno.
—¿Y qué quieres estudiar cuando acabes la preparatoria?— me interroga.
—Química.
—Qué bien. A mí también me gusta mucho la Química—.
¿Y no te gustaría probar la química entre nosotros, guapo?
—No eres muy conversadora, ¿verdad?
—Emmmm… Es… es que estoy un poco afectada de la garganta— respondo llevándome la mano al cuello y fingiendo estar realmente mal de las cuerdas vocales.
Sigue empeorando las cosas, Diana. A este paso Bruno pensará que tu verdadero problema es en el cerebro. Aunque lo más probable es que ya lo piense.
—Hum— añade como si no me creyera un comino. —Yo quiero estudiar Derecho.
—Ya lo sabía.
—¿Ah, sí?— inquiere sorprendido.
¡Joder, joder, joder!
—Es que… lo escuché…— respondo tratando de parecer convincente y relajada —en el instituto... pero no recuerdo a quién.
Sí, claro. Te la pasas averiguando por él.
—Ya llegamos— menciono, señalando mi casa.Bruno detiene el auto y me ayuda a bajar la bici.
Me aclaro la garganta. —Gracias. Y perdona la molestia.
—¿Otra vez con eso? No fue ninguna molestia, de verdad. Por el contrario…— Me da un guiño y eleva la comisura de sus labios.
Humedezco los míos y aparto la vista. No sonrías más, por favor. Tu sonrisa es directamente proporcional a mi enamoramiento.
—Que te recuperes.
Frunzo mi ceño. —¿Eh?
—De la garganta— aclara.
—Oh, cierto. Gracias.
Genial, no recuerdo ni mis mentiras.
—Nos vemos— dice y planta un beso en mi mejilla.
Santo Dios bendito. Hoy es el día que me da un patatús. Si esto es un sueño, no quiero despertar nunca más.
Trago grueso y abro la boca para responder, pero comprendo que mis palabras se han ido de vacaciones, así que sólo le doy una pequeña sonrisa de boca cerrada, y giro sobre mi eje para dirigirme a la casa, haciendo todo mi esfuerzo para no caer debido a la debilidad de mis piernas. Creo que hoy será imposible que logre dormir.
Diana, ¿podrías enfocarte? Basta de ser tan ingenua. Bruno jamás y nunca se ha fijado ni se fijará en ti. Solo tuvo un gesto servicial como lo tuviera con cualquier chica en tu lugar. Así que centrémonos.
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Más que un sueño #AFAWARDS22 #AtlanticAwards2022
ContoDiana, una chica de dieciséis años, ha estado enamorada de Bruno desde que inició la secundaria, sin embargo, nunca se ha acercado a él, y ha escondido sus sentimientos por casi cinco años. Con el objetivo de desahogarse, le escribe una carta que n...