𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐎𝐘 𝐈𝐍 𝐅𝐑𝐎𝐍𝐓・ᵏᵃʷᵃʰⁱᵐᵃ || ②

『⸙』

𝙼𝚒𝚎́𝚛𝚌𝚘𝚕𝚎𝚜 11 𝚍𝚎 𝙰𝚐𝚘𝚜𝚝𝚘

7:00 𝚙.𝚖.

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El montón de ropa yacía sobre el suelo, acoplado en un gran desastrosa pila alta de ropa desclazada.

Volví que verme en el espejo de cuerpo completo; no me arrepentía de mi atuendo. Al contrario, me parecía el adecuado para la ocasión.

Era algo tarde para salir, así que decidí dejar la ropa en el suelo y al regresar, acomodarla toda en su lugar. Me arrepentí seguido de ver a Dentado entrar y salir corriendo como caballo que lleva el viento. Sí, ni en un millón de años le confiaría mi ropa a un perro cachorro.
Sin preocuparme por el orden, levanto el montón de prendas y las meto en el clóset.

Miro el reloj, aún me queda tiempo para tomarme un café.
Cuando la cafetera ya está trabajando, le doy algo de comida a Dentado y ordeno un poco.

El sonido del timbre me tomó por sorpresa, no esperaba a nadie hoy ni a tan temprana hora. No dudo en abrir la ventana para ver de quién se trata y, sin evitarlo, sonrio al ver a Sarada.

– ¡Sara-chan, que sorpresa!.

Ella se abalanza para abrazarme, al igual que yo.

– Tiempo sin verte, Hima-chan – la invité a pasar –Perdón por llegar sin invitación – yo negué, haciéndole saber que no había problema – Mi estudio esta grabando cerca, he estado bastante ocupada que no me dio tiempo de avisarte que estaría por aquí pero solo pensaba en venir a visitarte.

Mientras la acompañaba a la sala de estar, Dentado corrió hacia ella.

– ¿No te acompaño Boruto? – le pregunte, pues ambos iban a todos lados juntos. Ella me respondió con una negación de cabeza.

– Tiene un trabajo importante que no puede hacer de lejos. Aunque no creo estar mucho tiempo aquí, solo son una simples tomas las que hay que hacer aquí.

Y seguimos hablando un poco más de su trabajo. Ella al parecer nota mi atuendo presentable.

– ¿Vas a salir?.

Veo el reloj, por mucho que me apetezca pasar el tiempo con ella, tampoco puedo pasar la oportunidad de este trabajo.

– Bueno, supongo que ya Boruto te ha de haber dicho que me despidieron – ella asintió – Pues Inojin me consiguió una entrevista de trabajo en la escuela donde él da clases – ella suspira – Pero no creo que la entrevista dure demasiado, así que puedes esperarme aquí o te avisaré cuando salga para vernos.

Dentado se había acurrucado en su regazo, era feliz mientras Sarada lo acariciaba en la cabeza. No se en que momento se había quedado tan quieto.