Una princesa del reino vecino llega a Obelia junto a su familia para celebrar nada más ni nada menos que el cumpleaños del Emperador Claude...
De quién termina locamente enamorada...
Esto da inicio a una divertida persecución de una mujer enamorada...
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En el palacio real la princesa Shu estaba junto a su hermano mayor Lie, había algo que la princesa deseaba y lo obtendría cueste lo que cueste...
_ Buenos días querido hermano *sonrie*
_ mi querida Shu ! *Sonríe* que te trae por aquí ?
_ solo quería ver a mi hermano *sonríe*
_ encerio !? Vamos ven pasa *feliz*
La princesa de cabello platinado ingreso al estudio de su hermano mayor y tomo asiento frente a el con una sonrisa
_ hermano no te ves bien *preocupada* que sucede ?
_ simplemente el trabajo *suspira* ir al banquete de Obelia me llena de trabajo..
_ mi pobre hermano *suspira* ven aquí
La joven con una sonrisa indico su regazo y espero que su hermano aceptará su pedido, al principio el se negó pero termino cediendo ante la insistencia de la menor
_ eres tan bueno mi pequeña hermana *sonríe*
_ estoy pasando mi tiempo con ustedes ya que se van y yo quédate sola en este palacio...
_ no te pongas triste *sonrie* será poco tiempo
_ pero yo quiero estar con ustedes *decaída* ojalá pudiera acompañarlos...
El príncipe borró su sonrisa, Shu era la única princesa del reino así que era demaciado peligroso ! Además Obelia era el verdadero peligro...
_ sabes que no puedes venir con nosotros...
_ lo sé *triste* pero quería ver a mi genial hermano actuar... Además mi hermano es fuerte y el podría protegerme verdad ?
Shu sonrió para si misma, sabía cómo hacer que su hermano cumpla su deseo...
_ tu crees *sonrie* pero creo que nuestra pequeña Shu tiene razón, yo podría protegerte y además estarías aquí sola y podría pasarte cualquier cosa
_ mi hermano es tan valiente *felíz*
_ en la tarde hablaré con nuestro padre *sonrie* así que no te preocupes !
_ mi hermano es tan genial !
Bingo ! Lo había conseguido.. Ahora podría ir a Obelia y probar aquel delicioso vino del que le hablaron las criadas..
Todos esos años de convivencia con su hermano sirvieron para conocerlo como la palma de su mano...
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