CORRUPTED TEACHER.[CHIFUYUXBAJI]

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Perdonen los errores <3

TW abuso  en algunas partes del capítulo⚠️

Work- Charlotte Day Wilson

La luz de la luna cae fría y brillante a través de la ventana sobre mi cama. La suave brisa de la noche sacude lentamente esos mechones oscuros de pelo, cuyo pequeño dueño duerme plácidamente sobre las mantas de mi cama, invadiéndome como cada noche desde que lo conocí.

Llegó invadiéndolo todo en mi. Incluso mi corazón. Al verlo dormir, pienso, y caigo en cuenta de que no solo le mentí una vez a Baji, si no que fueron dos. Él no fue el primer hombre para mi, quizá si de forma romántica, pero Issey fue quien se llevo toda mi alma, mi ser, y corazón. Fue el primer en detener mi mundo, hacerme sentir que estaba en el cielo, y que mantuvo lejos lo ajeno. En especial, en eso último.

Te hizo sentir miedo?

La pregunta de Baji vuelve a mi cabeza. Si, lo hizo. Fui un mentiroso al negarlo, y creo que él lo supo. Nadie puede sentirse bien después de algo así. En ese entonces, me sentía desgarrado en cuerpo y alma casi en su totalidad. El tiempo lo dejó como un mal recuerdo, pero ahí estuvo mucho tiempo, apuntado y fichado en una pizarra dentro de mi cabeza, con un gran círculo rojo envuelto a su alrededor.

Le dije a Baji hace varios días, que gracias a él y su osadía de llevarme a dar un paseo en moto, para calmar mi llanto ante mi primera vez enfrentando el cara a cara el sufrimiento que tare consigo la muerte,  que a pesar de todo el dolor siempre hay algo que te hará sentir bien. Pero esas palabras cobraron realmente sentido cuando llegó Issey. Como sus primeras sonrisas, balbuceos, abrazos, pasos y palabras como te amo fueron capaces de borrar todo el mal que había sido grabado en mi piel y ser.

Miro la luna unos segundos, y cierro los ojos, enfrentando por primera vez en años esos recuerdos borrosos dentro de mi.

Dieciocho años y algunas horas. Ni siquiera veinticuatro. Un simple tropiezo con un hombre desconocido, una bebida derramada, una disculpa, una sonrisa y una invitación. Todo lo que se reduce a un cliché choque casual, que terminó en algo completamente oscuro y distorsionado.

Fui el último entre los chicos en cumplir la mayoría de edad. Yo no conocía la ciudad por la noche fuera de las calles, dentro de los locales, ni tampoco beber legalmente. Era invierno, y faltaban cuatro días para navidad. La ciudad estaba tapada de una fina capa de nieve blanca, pero el frío no tenía permiso alguno dentro del club, donde las personas bebían y bailaban para agarrar calor. Recuerdo mi emoción y lo contento que estaba esa noche.

Llevaba horas bailando con la misma chica, de alborotado cabello naranja y sonrisa gigante. Bebimos juntos toda la noche, y compartimos alguno que otro beso. Había perdido a mis amigos hace bastante rato, pero no me moleste en buscarlos hasta que ella se inclinó sobre mi oído para decirme que debía irse, que su hermano había llegado por ella. Me ofreció llevarme a casa pero me negué porque quería seguir ahí con los demás. Debí decirle que si. Pero ella se fue, y yo me metí entre la gente completamente mareado, con un vaso en la mano y avanzando a pasos torpes, con la vista lenta y borrosa. Hasta que choque con el.

—Mierda, perdona. Fue sin querer.— El liquidó de mi vaso se derramó sobre mi camiseta. No recuerdo bien la sensación, ni siquiera me había dado cuenta de que había pasado en realidad, pero fue su voz pidiéndome perdón lo que me hizo bajar a tierra. Recuerdo verlo, al hombre más alto que había visto en mi vida, igual de flaco que un apio, con el cabello puntas y decolorado.

—Ah...si. Bien.—Mis palabras se arrastraban. Aún así, estaba tan contento que por primera vez no me importo que algún idiota se chocará contra mi. Era mi cumpleaños y no lo iba arruinar con una pelea en mi primera salida a un lugar para mayores de edad.