CORRUPTED TEACHER.[CHIFUYUXBAJI]

07

Perdón la demora y los errores <3

Siempre he tenido la idea de que no necesitas grandes cosas para ser feliz. A veces, solo basta un momento, una persona, o algún lugar, para poder sentirte realmente vivo.

Ahora mismo, el frio que azotaba mi ropa húmeda no es impedimento alguno para disfrutar un poco menos del momento. Tampoco lo es la velocidad, o la falta de seguridad. En este momento, mi conciencia y cuerpo estaban totalmente conectado en una misma sintonía, que no era algo más que disfrutar de lo que estaba pasando. Quizá, en cualquier otro momento, tal vez, con otra persona, el miedo y la adrenalina se revolverían para ser uno. Pero ahora, eso esta muy lejos de suceder. Lo último que yo sentía era miedo, y la única preocupación que ahora tengo, es proteger a ese felino dentro de mi ropa. Ni siquiera el hecho de que si Baji deja de apretarme con su cuerpo, podría caer. Estaba bien, porque confiaba en el. Tanto, que eso si me asusta.

Sin siquiera intentarlo, mi cuerpo se relajó por completo. Mi espalda fue cediendo, cayendo sobre aquel pecho cálido detrás de mí, usándolo como soporte. Ambos no acomodamos al contacto, y si a él le molesta, no dijo nada. Quizá, era yo quien me estaba tomando demasiada confianza con el, y el pensamiento me hizo dudar, pero lo que hizo a continuación me hizo entender que estaba bien.

El estar recargado contra el, abrió paso a que Baji pasara su cabeza sobre mi hombro para poder observar mejor. Poco a poco, el apoyo el costado de su cabeza contra la mía, rozando un poco nuestras mejillas. Algunos de mis cabellos largos caían sobre su rostro, y él se encargó de llevarlos hacia atrás con su nariz, rozando con ella mi pómulo derecho, en una caricia suave y fría. Mentiría si dijera que mi corazón no se acelero más de lo que ya estaba, y me parecía increíble que eso fuera posible.

Tragué saliva y tuve la valentía se echar mi cabeza hacia atrás, apoyando mi nuca por completo en el hombro izquierdo de Baji. Una risa nerviosa se escapó de mi boca ante la emoción de ver las estrellas en el cielo a toda velocidad, con el viento chocando peligrosamente contra mi cuerpo. Ni siquiera me importa la idea de poder caer, las estrellas me parecían más atrayentes que eso, o al menos, era lo que hasta ese momento pensaba.

Mi vista cambio desde el desde el cielo nocturno a esos ojos color ámbar, que para mi sorpresa, también me miraban. La sonrisa de Baji se extendió, pero intento disimular la mueca volviendo su vista al frente, rompiendo el contacto visual. Yo no pude hacer más que quedarme absorto ante esa imagen. Su cabello volaba con el viento, mientras las infinitas y coloridas luces de la ciudad pasaban borrosas detrás de el, haciendo un contraste atrayente y pintoresco, pero sin quitarle protagonismo alguno a su brillante sonrisa. Baji parecía estar disfrutando de este paseo tanto como yo, y me alegra eso.

Lo curioso aquí, es la pregunta que comenzaba a rondar por mi cabeza. ¿Esta nueva experiencia se sentiría así de bien con cualquier otra persona? No necesité pensarlo mucho para decirme que no. Había paseando en moto con Takemichi cientos de veces, incluso, con Shinichiro-San u otros amigos, pero ninguna de esas veces la sentí tan unica cómo está.  Me dispuse a disfrutarla en silencio. La única comunicación que teníamos, eran las indicaciones hacia mi casa.

Después de varios minutos, la velocidad se redujo. Baji dejó de apretar mis piernas para apoyar sus pies sobre el piso y poder detenernos. Suspire sintiendo mi cuerpo temblar levemente, recuperándose de haber siendo azotado fuertemente contra el frío.

—Espera, te ayudaré.—Baji se bajo de la moto con rapidez, y al igual que la primera vez, me tomó de los codos con fuerza para darme estabilidad y ayudarme a bajar. Mis brazos seguían abrazando ese vultito en mi estómago, que por suerte no se había vuelto loco tratando de salir.

—Gracias.—Le sonreí una vez que ya tuve la suficiente estabilidad para que él me soltara.—Este es mi edificio.—Lo presente.

—Es lindo. Más que el mío. Ya no te voy a poder presumir por eso.—Sonreí de forma orgullosa.