Uno

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Nuestra historia comienza en los suburbios de Tokyo, en las calles que nadie quisiera nombrar por su alto contrabando de armas y drogas y en donde solo personas que poseían una alta cantidad de dinero podían entrar.

Eso o que conocieran al jefe o alguien cercano a él.

-¡Ahh!-solté mientras bebía del licor que tenía servido en el vaso.

Vi mis cartas y tenía una buena jugada, esto de las apuestas cada vez me estaba haciendo ganar más dinero del que hacía en una noche.

-Vamos Izana, suelta esas cartas-Kakucho estaba frente a mi, tenía un vaso en la mano y en la otra sus cartas.

-Tsk, sabes que te ganaré maldito.-La sala de apuestas en la que nos encontrabamos estaba a nuestro total servicio, teníamos barra libre y podíamos hacer lo que nosotros quisiéramos.

Observe como los demás jugadores tiraban sus cartas al centro de la mesa de juego.

-Es un peligro jugar con Izana Kurokawa.

-Tú lo haz dicho, Smiley. Date por muerto Kakucho, esta partida es mía.-Tomé una vez mas del vaso con el fuerte licor que me había servido una de las mujeres del local.

-Eso lo veremos.

Los jugadores a medida que avanzaba el juego se iban retirando ya que veían que las cartas que necesitaban no les salían, primero cayó Hanma, luego le siguió Draken y minutos después Ran Haitani.

Quedamos Kakucho y yo. Siempre era lo mismo.

Ambos ya conocíamos nuestras técnicas para ganar o era él o yo, aunque está vez sería yo quien ganaría y se llevaría el gran premio a casa.

Solo me faltaba una carta y ganaba esta partida, podía notar la tensión que se había formado en la sala. Todos miraban expectantes la situación ya que solo había un ganador y ese, era yo.

-Rindete Izana.- Kakucho sacó una carta y se deshizo de otra.

-¿Quieres que me rinda?-tomé una carta y sonreí- pero está vez-dejé orgulloso la jugada sobre la mesa- Ha ganado el rey.

Mi jugada había sido una escala real de color, una de las mejores jugadas del poker y la mejor que se me daba jugar.

Había formado un A,K,Q,J,10 perfecto. A pesar de siempre hacer la misma jugada no había quien me ganara.

-¡Hijo de puta!- Exclamó Kakucho lanzando sus cartas al centro de la mesa.

-Vamos Kakucho, disfrutemos del resto que queda de la noche.- puse mi brazo sobre Kakucho y él se alejo de mi.

Kakucho y yo eramos amigos de muchos años, prácticamente crecimos juntos en el mismo sector de Japón.

-Tch, vamos.- salimos del salón en el que estábamos apostando y nos unimos a los demás que estaban en el centro del lugar, esta noche había un espectáculo preparado.

Frente a nosotros teníamos mujeres bailando en los grande tubos, algunos de los chicos lanzaban dinero a las chicas quienes lo recibían y se lo introducían en su ropa con sensualidad.

Mientras me sentaba en uno de los sofás rojos del lugar, una mujer de estatura baja se acercó a mi, me dio un vaso de mas licor que siempre tomaba en este lugar de mierda.

Usualmente no venía aquí, pero desde que mi vida se volvió aburrida, las apuestas y el alcohol se volvieron algo indispensable para mi.

La música comenzó a bajar seguido de las luces, las mujeres que estaban bailando desaparecieron dejando el escenario libre.

My Sweet Obsession~Izana Kurokawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora