Dos

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Mi turno comenzaba, veía entrar personas, más bien, hombres que de lejos podía notar que traían un buen fajo de billetes en sus bolsillos para lanzarlos a las bailarinas de aquí, billetes caían al piso de las chicas más sensuales y de aquellas que hacían mejor su trabajo.

Se sabía que en este lugar habían chicas que eran las "elegidas" de las personas que venían aquí. Siempre había alguien que pagaba una cantidad exagerada de dinero por una de nuestras chicas. Para la compañía era excelente, ya que al "vender" a la chica entraba el dinero al local y eso, atraía a los hombres, el poder "comprar" a la mujer que más le gustara.

Y está noche no fue la excepción ya que un reconocido grupo de hombres entró por aquellas puertas dándole la bienvenida al club, se ubicaron en el mismo lugar que habitualmente hacían y comenzaron a apostar entre ellos mientras bebían alcohol.

Siempre era lo mismo con ellos, se quedaban hasta las últimas horas en las que se cerraba el club, pedían hablar con la jefa y compraban a una de nuestras chicas.

-¡Compraron a Shy!-llegó Amber, mi amiga en este sucio lugar. Terminé de ordenar las mesas y me gire para poder mirarla, Amber era una chica alta de mirada verde y piel demasiado pálida.

-Era de esperarse...-tomé una silla y la acomode junto a la mesa.

-Pero es nueva... ansiaba que alguno de esos hombres viniera por mí- Amber algunas veces sentía envidia de cuando compraban a alguna chica que no fuera ella.

-mh supongo que dejaste a alguno con las ganas-seguí limpiando las mesas.- Un tipo se me acercó a la barra, se veía enojado por no comprar a Shy, pudiste atenderlo en ese momento-comenté.

-Tks! Estaba ocupada, Maiko...-Amber volteó los ojos y se cruzó de brazos, la mire de reojo.

-¿ocupada? te veías demasiado entretenida con el hijo de la jefa en los vestidores, no creo que importara el hecho de que no te compraran...-terminen de ordenar y camine hacia la barra para poder ordenar las botellas de licores.

-No es importante para mí-susurró y luego cambio el tema, estaba nerviosa y lo noté.

-¿Como vas con las clases de baile?-preguntó mientras se sentaba detrás de la barra.

Cuando me hice amiga de Amber, ella me enseñó todo lo que se hacía en este lugar, como funcionaba y el tema de que tipo de hombres podían entrar aquí. Eso y también me enseñó algunas técnicas de baile que usaba ella en el tubo para poder seducir a los hombres, eso la llevó a ser una de las bailarinas más deseadas de este club, hasta la llegada de Shy.

-Bien... creo, aún no estoy lista.-le dije mientras guardaba una botella de whisky de manzana... nadie bebía este licor, nadie a excepción de él.

-Quiero ver.-dijo firme Amber. Gire de golpe, tenía una mano apoyada en su menton mientras me veía ordenar las botellas.

-¿A-aquí?-susurre- No puedo, aún no estoy lista.

-Vamos Mai, solo muéstrame un poco lo que haz aprendido- ella se levantó y se acercó a la pista en donde estaban los tubos para bailar, miré para ambos lados asegurándome de que la jefa no estuviera cerca y fui hacia Amber.

El tubo era gigante, las luces tenues y la música de fondo me hacían sentir demasiado sexy frente aquí.

-Quítate la ropa Mai, eso es incómodo para bailar.-se que Amber.

-Bien...-me quite el jeans y luego la blusa de tirantes que llevaba para quedar en ropa interior que era de encaje color negro.

-Con confianza, solo estamos las dos-acaricie con una mano el tubo de arriba hacia abajo, luego di un saltó y me aferre al mismo haciendo un pequeño giro.

Luego baje y me deje llevar al ritmo de la música, era lenta y sensual.

-Imagina a todos esos hombres deseandote Maiko- Amber estaba en una de las mesas de enfrente, traté de imaginar a algún tipo pero ninguno venía a mi cabeza, solo aquel que siempre pedía el mismo licor.

-Okay...-cerré los ojos e imágenes de él bebiendo, tomando el vaso entre sus dedos mientras lo movía venían a mi mente, aquellos ojos embriagadores, su sonrisa malvada combinada a su voz... era justo lo que necesitaba para sacar toda la sensualidad que llevaba dentro.

-¡Maiko!-grito Amber al ver como bajaba del tubo y daba por terminada mi demostración.

-¡Eso si es estar preparada mujer! ¡Deberías estar bailando aquí y no atendiendo a esos hombres!-sonreí, no creí que lo hubiera hecho tan bien como para recibir aquellas palabras de Amber.

-Estas exagerando-baje de la pista y puse nuevamente mi ropa, cuando de pronto un fuerte portazo se escucho en la parte de atrás del club, ambas dimos un salto de asombro ya que no debía quedar nadie a excepción de Amber y la jefa.

-Debe ser nuestra Jefa- rió fuerte Amber, le di un leve golpe en el brazo y reí junto a ella.

-vamonos antes de que nos regañe-fui en busca de mi bolso y mi abrigo para luego seguir a Amber hasta la salida.

Algún día tomaría el valor de bailar junto a Amber aquí en estis tubos de la perdición, algún día tendría billetes lloviendo sobre mi y mis bailes y algún día también podría tener su mirada puesta solo en mí.

Algún día tomaría el valor de bailar junto a Amber aquí en estis tubos de la perdición, algún día tendría billetes lloviendo sobre mi y mis bailes y algún día también podría tener su mirada puesta solo en mí

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My Sweet Obsession~Izana Kurokawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora