Siete

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Maiko Furukawa

Desperté con un dolor horrible de cabeza y el cuerpo me pesaba, recuerdo haber llegado aquí con Izana y luego me dormí.

Mire a mi alrededor, debían ser las 12 am aproximadamente, pasé mis manos por mi cara y di un leve saltó a darme cuenta que no llevaba el antifaz que cubría mi cara en la noche ¿Y si Izana descubrió mi identidad? estaría en problemas, Hiroko me pidió que nadie debía saber quien era ya que al trabajar sirviendo a los clientes podría ser acosada por los mismos y no quería que algo como eso sucediera.

Busque por la habitación mi antifaz, lo encontré encima una pequeña mesa que había aquí, lo tomé y traté de salir lo más rápido del lugar, por suerte mi abrigo estaba aquí así que me lo puse y salí en dirección al ascensor.

Al entrar en el ascensor marque el piso 1 y me puse justo en el fondo, iba vacío o eso creí hasta que se detuvo y un tipo alto de cabello largo y blanco entró, sus ojos eran oscuros y tenía una sonrisa encantadora. Aquel tipo venía acompañado de dos hombres a su lado que se posicionaron frente a nosotros quedando él a un lado de mi.

-Las apuestas altas no son lo mío.-dijo de pronto.- pero por ti di una oferta bastante buena.-el tipo se acercó a mí y pude mirarlo más de cerca.

Kokonoi estaba frente a mi, recuerdo que Amber lo nombró y dijo que era el dueño de este hotel y que también manejaba demasiado dinero en Japón.

-Lo bueno sale caro.-susurre, no tenía ganas de hablar esta mañana, solo quería llegar a mi casa, miraba los números bajar y se me hacían eternos.

El sonrió y sus ojos se entrecerraron al hacerlo.

-Claro, 3 días contigo deben ser de maravilla, lastima que el bastardo de Izana haya ganado esa apuesta.-se giro y quedó nuevamente a mi lado.

¿3 días? eso no estaba en lo que hable con Hiroko.

-Lo dejé ganar ¿Sabes?-dijo en un suspiro- Si no lo hacía, la noche hubiera acabado mal... y no quería manchar mis manos de sangre.

El timbre del primer piso sonó y apenas las puertas se abrieron salí de aquel lugar, escuché como Kokonoi reía junto a sus hombres. Mi destino cambió, iría justamente a hablar con Hiroko.

El club se mantenía activo las 24 hrs, pero en la mayor parte del día estaba habilitado para las bailarinas y desde las 9 pm se habilitaba para todo el público.

Entre y se podía escuchar la música de fondo, comencé a caminar buscando por todos lados a Hiroko que usualmente no salía de su oficina en las horas de trabajo, pero a esta hora salía para dar indicaciones a lod que estábamos en el club practicando.

Hiroko se encontraba detrás de la barra de licores indicandole a un chico el orden de los licores, el los ordenaba mientras ella le indicaba donde iba cada uno.

-Bien, necesito los vodkas de este lado... exacto.-dijo Hiroko.

-¡Teniamos un trato!-hable fuerte poniéndome detrás de la barra.

-Buenos días para ti también, Maiko.-se giró y puso sus brazos bajo sus pechos.

-¿Por qué no me dijiste que eran 3 días? Habíamos hecho un trato-ella me observaba mientras le hablaba, sus ojos verdes intenso parecían tranquilos- Me niego a pasar 3 días con Izana Kurokawa, puedes regresarle el dinero que te pagó por mi, mas bien, lo haré yo, dime el monto que puedo junt...

-Me temo que eso será imposible, preciosa.-Izana se acercó y se sentó en una de las sillas que había detrás de la barra, lo miré enojada.

-Fuiste el que más dinero apostó-Hiroko seguía con sus brazos cruzados.

-No podía dejarla ir-dijo Izana.

-¡Oi! Estoy aquí.-mire a Hiroko, dio media vuelta y tomó una botella de vino tinto, sacó una copa y le sirvió a Izana el cual tomó la copa con delicadeza mientras olía el vino.

-Tks!-me quejé, aun no tenía nada claro.

-Son solo tres días, Maiko. Luego estarás libre ¿No es así, Izana?-Hiroko dejó el vino a un lado.

-No creo que quiera irse luego del tercer día.-Izana bebió del vino mientras me miraba, sus ojos claros combinaban perfecto con el color de su pelo y piel.

Desde la primera vez que vi entrar a Izana Kurokawa al nightclub no pude sacarmelo de la cabeza, cada día soñába con ser alguna de las chicas de aquí y que el me viera bailar sensual, deseaba que él pudiera ser quien pasara sus manos por todo mi cuerpo así como lo hacía con las chicas del club, pero ahora que lo conozco un poco más y estoy en el lugar que siempre quise, desearía no tenerlo cerca.

-Necesito que mañana le des libre Hiroko-decía Izana luego de beber todo el liquido oscuro de la copa.

-No puedo, tengo un asunto pendiente con Amber ¿No es así Hiroko?-pretendía que ella entendiera lo que quería decir pero al parecer no lo hizo, ya que esbozó una amplia sonrisa al autorizar mi dia libre.

-Pasaré por ti, cariño.-susurro mientras se acercaba a mi y acariciaba mi mejilla para acto seguido alejarlo.

-¡Maiko!-me regaño Hiroko, Izana sonrió coqueto y dio media vuelta para irse.

-¡Izana!-dije llamando su atención haciendo que se detenga.-no sabes dónde vivo...-susurre.

Pude escuchar una pequeña risita de aquel hombre antes de irse.

-Todo esto es producto de tu jugada-me cruce de brazos viendo a Hiroko, sus profundos ojos cafes me miraban alegre, pasó sus manos por su cabello gris ondulado haciendo una cola de caballo y luego se apoyo en la barra.

-¿No es eso lo que querías?-me quedé en silencio.- Izana es un buen tipo y un buen cliente, además que no siempre se interesa por cualquier mujer de este lugar y esta vez te tocó a ti ser "su elegida"

Mire por última vez a Hiroko y salí del club, negué presentarme está noche así que volvería para atender la barra de licores, era mi especialidad conocer cada licor de aquí.

...

La noche transcurrió normal, hombres iban y venían, los tragos no paraban de salir y Amber tenía a todos embobados mirandola mientras ella bailaba y de bañaba con los billetes qué le lanzaban, ella si que disfrutaba, como deseaba tener a hombres así como los tenia Amber o más bien... deseaba tener a Izana mirandome mientras bailaba solo para él, fantaseaba con tenerlo en frente deseandome.

-Deberías ser tu la que este ahí- dijo.

Sali de mis fantasías y vi a aquel hombre.

-¿Tu qué haces aquí?-me cruce de brazos.

-Ya qué no te pude comprar, quería verte bailar aquí.-traía en sus manos una copa de martini, esta noche lucia diferente, elegante con sus característicos colores en tono rojo, blanco y dorado.

-Lamento informarte, Hajime Kokonoi, qué eso no sucederá esta noche.

-Pagaría por verte la verdad.-bebió de su martini.

-Sigue soñando.

-Tks-tomo el trago qué le quedaba hasta dejar la copa vacía- tarde o temprano lo tendrás que hacer para mi... no te salvaras.-se giro y fue hasta la primera fila, donde usualmente suele sentarse Izana.

-Que hombre más molesto.

Luego de aquella larga y tediosa noche, finalmente fui a mi departamento a descansar, no podía parar de pensar en Izana, su intensa mirada se había grabado en mi cabeza.

No sabía cómo afrontar la salida con Izana, solo serian 3 días, podía resistir 3 días.

3 días, nada más.

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Hola, ¿como andan? Este capítulo es cortito pero de a poquito iré subiendo capítulos más largos, ahora iré ordenandome más con los fanfics.
Díganme si les va gustando así sabre si continuarlo o dejarlo en standby🫶🏻

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2023 ⏰

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