Todo aquel día había sido realmente problemático para todos los integrantes de aquella taberna, aunque su cansancio era físico, el del capitán era emocional, pues no sabia que creer, y quizás había recibido su carta pero nada le aseguraba que ella aun viviera, incluso aunque pasaran años el la buscaría, el problema era lo que podía llegar a encontrar en su búsqueda.
No deseaba perderla, ella era lo único que tenia, como había sido tan ingenuo como para perderla, sabia que no debió dejar que la hechicera sellara aquella parte de su poder, se arrepentía de tantos errores que había cometido, aunque de nada le servía era algo imposible que no podía detener, que simplemente sucedía sin poderlo evitar.
Y en aquellos instantes temía que al final tuviera que desconfiar de su propio hermano, era la única familia que tenia, al único que tenia que proteger, sin mencionar a sus compañeros y amigos, Zeldris era una de las pocas personas que mas le preocupaban, era simplemente su pequeño hermano que por culpa de el había sufrido.
Verlo ahí, junto a la diosa con información de las sirenas y posiblemente de su amada le preocupaba de sobremanera, simplemente le era desesperante a tal punto que podía perder la cordura.
El se sentó frente a ambos, su seño estaba fruncido y sus brazos cruzados en su pecho, su rubio cabello se encontraba mayormente desordenado mas de lo que normalmente era, eso y sin contar su ropa echa un lio después de tener que sobrevivir aquella sirena.
—¿Cuanto mas piensan hacernos esperar?- Su voz, resonó en aquel laboratorio de una manera bastante terrorífica, no era el mismo, podía estar consiente y tener la paciencia, sin embargo, le era imposible detener la agresividad de su voz.
El rostro de su hermano formo una mueca de disgusto al imaginar que era lo que esperaba oír su hermano, pues meses atras habían discutido por esa misma información, mientras que la diosa simplemente bajó la mirada con vergüenza, recordando que era lo que había desencadenado el asesinato de su amiga, el lo sabía, incluso antes de la Guerra Santa, o de el asesinato de su amada.
Las diosas siempre habían intentando controlar o acabar con la raza de las Nereida’s, podían ser ellas seres de luz, sin embargo, no se libraban de el odio de otras especies, aunque el de los demonios no era el casó, quizás tenían un poder tan grande como ambas razas dominantes pero solían ser seres reservados y tranquilos, siendo capaces de calmar la ira y maldad de los mismos demonios.
Sin embargo, las sirenas podían ser la parte contraria de las Nereida’s y serles fieles a las mismas, aunque en sus corazones existiera un odio profundo hacía ellas, había una pequeña parte de culpa en ellas, aquella que ni siquiera el mas bruto pasaría por alto, esa pequeña parte que no tenían las diosas ni los demonios, aunque era mínima el daño habia sido el suficiente.
—No quiero hablar de eso hermano.- Fue lo único que salió de los labios del menor de los demonios.
—No estoy preguntando Zeldris, es una orden.- Gruño el rubio enfadado se imaginaba cual era la razón de aquella reacción negativa y temía lo peor.
—Y-Yo no la maté, Meliodas.- La mirada de aquel se detuvo sobre ella, tan fría y penetrante.
—¿Qué fue lo que realmente sucedió?
—Tiempo antes de su muerte las diosas comenzaron a intentar convencer a las Nereida’s de levantarse en contra de los demonios, sin embargo, se negaron rotundamente siendo dirigidas por la Reina Atenea.- Aquella guardo silencio unos segundos para luego bajar la mirada al suelo liberando leves sollozos, lentamente se fue sentando en una de las viejas bancas de madera, sus lagrimas caían en el suelo de madera humedeciéndo la misma.
>>Fue bastantes años después de que la dejaras libre, borrándole los recuerdos permanentemente, por lo que Merlín estuvo al cuidado de ella, siendo su niñera mientras su padre trabajaba en hechizos, digamos que por las diosas que la vigilaban, supe que el poder de el señor Gowther no funciono perfectamente sobre sus memorias.- Con lentitud intentó limpiar las lágrimas de su rostro.
—Lo recuerdo bien, ella solía hablar de tu apariencia, algunas veces tenia recuerdos.-La diosa fue interrumpida por la hechicera cortando levemente el relató.
—Mientras ella estuvo cuidando de Merlin, fue asesinada por un arcangel y un demonio…
—Nene fue asesinada por el rey demonio.-La acides en la voz de la gula era notable a kilómetros, sin embargo, fue callada por la mirada suplicante de la diosa.
—No fue así, Tarmiel fue su asesinó, y con ayuda de un demonio de alto nivel encubrió sus acciones, sin embargo, esperaba que ella muriera y que por la pena la Reina Atenea aceptara sus peticiones, pero no fue así.-La mirada del demonio era indescriptible pero algo tenia en claro, era simplemente espeluznante.
>>Pasados unos años de su muerte ella logro renacer gracias a su poder y las habilidades mágicas de las Nereida’s, evitando así que la Reina Atenea cediera a las peticiones de las diosas dando por iniciado el plan de acabar con ellas, cuando ella apenas tenía unos diez años de su reencarnación, supongo que el Rey demonio dejo que ella viviera, los arcángeles y mi hermana habían logrado convencer a las sirenas de atacar a las Nereida’s, de este modo terminaron matando a casi toda su raza y sellando a los supervivientes, ella por su parte logró escapar, supongo que vago por la tierra durante años.- La diosa bajo la mirada temerosa de el demonio que sin querer había activado su marca y liberado parte de su poder.
>>Supongo que mi hermana logro rastrearla y fue así como terminó llegando a tu Reino de nuevo y la encontraste, pasaron los años en los que estuvo bajo tu cuidado y bueno, ella logro encontrar el momento perfecto de atacarla, fue así como la asesinó con mi lanza mientras tu estabas en plena batalla contra Sariel y Mael, aunque intente detenerla no lo logre porque simplemente soy una inútil, ni siquiera logre proteger a mi mejor amiga.-Ahora los sollozos de ella eran inaudibles, sin embargo, las lagrimas no dejaban de caer de sus ojos.
El silencio reino en la habitación la mirada del demonio se nubló, sabia que si no hubiera asistido a aquel encuentro su hermano hubiera muerto, pero dejarla morir a ella había valido la pena, no lo sabia pero deseaba que si.
Había logrado obtener el testimonio de la diosa sobre su amada ahora faltaba solamente su hermano, del cuál temía que lo que saliera de su boca no fuera de su agrado o incluso fuera simplemente un traidor, pues confiaba ciegamente en el.
Continuará…
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Orgullo - [Meliodas x Lectora] #2
FanficSu alegre risa inundó el lugar, sus ojos se encontraron, sus corazones latieron, sus lagrimas se derramaron, después de tanto tiempo el habia ido por ella, abrazándola con deseo y alegre lloraba en su pecho. -Pequeño, ¿Te encuentras bien?. -Te extra...