El paisaje es tan hermoso. Por fin, en tanto tiempo me siento en absoluta paz conmigo mismo. Toda esa carga, esos problemas, influencias han desaparecido.
Sólo estoy de pie en la montaña apreciando el atardecer, el color naranja intenso. Estacioné mi moto un momento y admirar este momento. Ya cumplí mis metas, conocí a muchas personas que valen más que una tonelada de diamantes. He perdido varias, pero aún así se sigue adelante. En esto se basa, ser guerrero.
Agradecido con la vida que tengo porque sé que habrán personas que llevan una vida peor. Ser buena persona, nunca ser como los demás.
Me he sentido solo, pero no triste. Acompañado sin sentirme agobiado ni angustiado. La paz es lo mejor del mundo y difícil de llegar.
Una mano toca mi hombro derecho.
─Avisa para la próxima cuando hagas una parada ─dice mi hermano ─. Flor pensó que te habías caído por la montaña.
Doy una carcajada. Le había dejado un mensaje y al parecer no lo leyó.
─Tiene mucha imaginación ─inhalo y exhalo profundamente. Es como si sintiese la calidez que ofrece el atardecer.
Me acompaña estando a mi lado observando. Escucho detrás de mí un auto estacionarse. Me asomo sobre mi hombro y veo que se baja mi novia junto con los demás. Se acerca a mí apresurada y me golpea el hombro.
─¿Por qué no dijiste antes que estás aquí? ¿Sabes cuánto me preocupé? ─está tan enojada que su cara está levemente roja. Antón se ríe de fondo.
─Perdón, pero si te dejé un mensaje ─saca su celular un momento.
─Se le acabó la batería hace una hora ─cruza sus brazos y suspira.
Hasta estando enojada es tierna y bella. Tomo su mano y deposito un beso en sus nudillos.
─Lo siento, cielo ─le miro fijamente ─. Para la próxima le aviso hasta el perro.
Le tomé por sorpresa y no aguanta una pequeña risa que al final sale. Enrolla sus brazos alrededor de mi cuello.
─Entiende que...
─Shh... ─pego mi frente con la suya ─. Estoy bien. Ya no soy aquel chico. No regresará.
─¡Ey tortolitos! ¿Ya dejaron de pelear para poder acercarnos? ─grita Álex desde el auto.
Ruedo los ojos y les indico con un gusto de la cabeza que sí.
Tomamos unos minutos para ver el paisaje. El atardecer es un final, que siendo un final siempre termina siendo hermoso.
─Gracias chicos, a todos por nunca abandonarme ni dejarme solo ─expreso y entrelazo mi mano con mi novia ─. En especial a ti por siempre recordarme quién soy. Te amo, cielo.
─Para eso estamos ─dice Esteban y saca unas cervezas ─. ¡Salud!
─¡Salud!
Pasamos el rato aquí, con la fogata, contando chistes malos, anécdotas divertidas y sobre todo pasarla bien. Acompañado con las mejores personas que existen.
Todo tiene su final.

ESTÁS LEYENDO
Pensamientos
Non-FictionLos sentimientos son tan fáciles de romper... por esa razón... yo no poseo ninguno ─Pensamientos. #11 Noficción 03/08/2021 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.