Sigo

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Seguía escuchando comentarios, palabras que llegaban a mis oídos pero yo no permitía que me perjudicaran, no después de lo que me hicieron aquella vez. Aquella vez... sacudo mi cabeza para aligerar mi mente. Sigo dando mis pasos, acomodo la capucha para cubrir toda mi cabeza sin que nadie pueda reconocerme. El sonido de la lluvia se adueña del ambiente, todo pacífico, tranquilo, pero no por mucho.

El estruendo de un rayo resuena fuertemente.

Mi vista está nublada, me siento un poco mareado pero ya se me pasará. Un recuerdo borroso se me proyecta frente a mis ojos y un dolor de cabeza se instala inmediatamente.

─¿Qué acabas de hacer? ─queda atónito viendo lo sucedido ─. ¿¡Qué hiciste?!

Desesperado y enojado hasta hervir su sangre. Empieza a dar una sensación maligna pero no me afecta, estoy relajado. Doy un suspiro y acomodo el alboroto de mi cabello.

─Hice lo que ves ─señalo con mi dedo índice.

Aprieta con fuerza sus puños. Sin embargo yo estoy satisfecho, ojo por ojo mi amigo. Sonrío por su sufrimiento.

Se acerca rápidamente hacia mí y me toma del cuello. Sus dientes forzados por la ira y ceño fruncido, su respiración pesada. Estamos cara a cara, yo relajo mi cuerpo.

─Te voy a masacrar ─gruñe ─. ¿Quién te crees...?

Estoy disfrutando esto y sonrío.

─Ni yo mismo lo sé ─respondo y tomo sus manos con fuerza, hace una mueca de dolor ─. Yo sólo soy...

Otro rayo da un fuerte sonido agudo. Detengo mis pasos de la cera de la calle. Masajeo un lateral de mi cabeza para aliviarme. Necesito llegar a mi casa. Mi cuerpo se siente cansado, un buen baño y una taza de chocolate caliente, sí... eso me vendría bien. Después de que mejorara mi dolor sigo con mi camino. El aire sopla haciendo un poco de frío, pero no siento nada. Es difícil hacerme daño, algunos lo logran, otros lo intentan, pero no debo dejarme.

Un coche pasa y la luz alumbra la calle. A pesar de estar muy nublado hay suficiente luz.

Siento un fuerte pinchazo en mi corazón. Como si hubieran enterrado una aguja en todo el medio. Mi cuerpo se queda inmóvil por el intenso dolor. Un rayo suena y después otro. El dolor de cabeza vuelve, pero esta vez peor. Pongo mi mano en mi pecho y respiro lentamente.

─¿Cuándo se acabará esto? ─mi voz apenas sale. Tomo una bocanada de oxígeno.

Otro recuerdo se proyecta.

─¿Qué haces? ─me mira horrorizada, su pecho sube y baja. Da pasos atrás viéndome ─. Dime que es una mala broma.

Doy una carcajada.

Miro las paredes cubiertas de manchas de sangre. Tengo en una mano la pistola y otra el cuchillo. Mi ropa tiene unas cuantas gotas. En una escribí con la sangre"Revenge" y con una carita guiñando un ojo al lado. Me siento siniestro. Poderoso, no como aquella vez. Era un debilucho, no sabía nada. Pero esa versión de mí se acabó.

─Claro que es una broma ─respondo con sarcasmo. Mis ojos fijados en los suyos ─. También esto.

Tomo la sábana y la aparto bruscamente dejando a descubierto un cuerpo sangrando. Cubre su boca con las manos y se ahoga en su propio sollozo. Las palabras se pierden, no sabe que decir ni cómo reaccionar.

─Mamá... ─murmura ─. ¡Mamá! ¿¡Qué mierda le hiciste!? ¡Vas a pagar por esto!

Sus ojos arden. Tiene ganas de matarme pero sabe que si lo intenta ahora saldrá perdiendo.

─Ojo por ojo ─digo.

El dolor desvanece. Me pongo de pie y retomo el paso, esta vez un poco más rápido para llegar antes a mi casa. Mi vista mejora, menos mal. Quiero llegar a descansar. Sigo y sigo.

Veo borrosamente algo en mi camino, me acerco para fijarme mejor. Son dos personas, pero siento un hormigueo por todo mi cuerpo. Son ellos. El chico y la chica. Su ropa un poco desgastada. Yo quito mi capucha para dejar al aire mi identidad. David y Ross.

─Tienes cuentas que pagar ─refunfuña David y truena sus puños ─. Eres hombre muerto directo para el infierno.

─No olvidamos lo que hiciste ─Ross toquetea el cuchillo en sus manos. Su mirada al borde de la locura en busca de venganza.

Los miro fijamente hasta que tomo respiraciones lentas y despejo mi mente de todo. Sigo con mi camino ignorando todo a mi alrededor. Sus voces hacen eco y distorsionadas.

─¡Eres un maldito!

─¡Mereces estar en el infierno!

Mis pulsaciones y latidos del corazón se aceleran. Dejo que la tensión persista hasta un cierto punto. Los dos corren contra mí pero antes de que me atacaran se disipan. Yo veo sus cuerpos desvanecerse. El dolor de cabeza por fin se va, recuerda que ya están muertos. La lluvia se detiene y deja el paso al Sol. El cálido rayo de luz. Sonrío al cielo y sigo con mi camino.


El señor viejo vestido de blanco apoya su codos frente al escritorio. Yo veo mis alrededores, que todos los días son las mismas vistas.

─Me parece interesante que llames casa a este lugar ─dice el psiquiatra ─. Ya no sientes dolores de cabeza, tengo entendido.

Cruzo mis piernas y me relajo en la sofá.

─Es el único lugar que más tiempo estoy. Y no, ya no ─respondo.

Ajusta con el dedo sus gafas y me observa.

─Dime con sinceridad, después de que mataras a tus hermanos...

─Hermanastros ─interrumpo corrigiendo.

Asiente.

─Después de que mataras a tus hermanastros hasta sus padres, ¿cómo te sientes?

Indago por mi mente una respuesta ante esa pregunta. Me quedo mirando a un ventana, pensando. Duro unos segundos hasta que decido hablar.

─Como siempre ─respondo ─. Fui el hijo adoptado. Soy... diferente.

─¿Y quién eres según tú? ─se quita los lentes y espera mi respuesta.

Me acomodo y lo miro de cerca.

─Yo soy los peores pensamientos, ideas y actitudes que todos tienen pero la diferencia es que soy la personificación de ellos ─sonrío ─. Existo pero siempre estoy escondido.


¡Hola a todos los que leen mi historia! Primero que nada gracias por las estrellitas y sus comentarios, nunca imaginé que para ustedes les gustara estas escrituras. Gracias a ustedes <3.

¿Opiniones sobre este capítulo?

Todo está relacionado. La identidad de la persona que narra todos los capítulos es un misterio... en el futuro se descubrirá, pero por ahora sólo diré que su nombre comienza con cualquier letra porque tiene muchos nombres y apodos que le colocaron en el pasado.

El siguiente capítulo será un poco... ¿cómo decirlo? Caliente 7u7, atentos a las actualizaciones, no son constantes pero prefiero darles algo bien hecho.

Otra vez agradezco a todas las personas que les gusta mi libro, dejan su estrellita, un comentario con su opinión (obviamente respetando). ¡Hasta otra pensadores!


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