✿|𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 ①⑥|✿

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Altair y Vega

Marco miraba el horizonte pensativo, estaba muy extraño últimamente, además aquel aroma deliciosamente empalagoso lo seguía a todas partes, no es que le molestará pero era difícil concentrarse cuando quería trabajar en el barco o con la fabricación de medicina. El aroma se asemejaba a las dulces flores de cerezo, casi podía ver el rastro hacia donde se dirigía el aroma, aunque no lo seguía, ¿Por qué?, Bueno la razón es que no estaba del todo interesado en conseguir una pareja, desde lo que le pasó a María no ha podido superarla.

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Tosió nuevamente, miró sus manos manchadas con sangre y luego las enjuagó con un poco de agua del grifo. Detrás de ella apareció Marco, un poco más grande casi rozando los diecisiete años, el la abrazo por la cintura y colocó su cabeza en la curvatura de su cuello. María era un poco más baja que el así que le resultó fácil verla...

—¿Como sigues?.. –pregunto curioso viendo la sangre que aún salía por el lavamanos–

Ambos estaban en la cocina, la mayor había parado del hacer la comida cuando un ataque de tos le pego, Marco al escucharla desde el pórtico entro con algo de apuro...

—Sigo bien, Marco.. –sonrió, aunque aún estaba débil por el golpe de tos en sus pulmones–

—No, aún sigues enferma, deberías.. –trato de convencerla pero ella lo freno–

—No lo intentes-yui.. –se volteó y miró de frente al rubio– ..aún con mi fruta no he podido hacer nada, si es el designio de Dios entonces lo aceptaré-yui...

—Yo no lo acepto.. –le tomo con una mano la espalda y la atrajo a el, con la otra la tomo de la nuca estrujando su castaño cabello– ..no quiero que mueras..

—Las cosas suceden por algo-yui.. –se alejó un poco del, sin alejarse lo suficiente como para perder su calor, y lo miro a los ojos, aquellos verdes ojos brillaban por las lágrimas que querían salir– ..si muero, no quiero que te estanques-yui.. no lo soportaría..

—Eres la única persona a la que amo en este mundo.. –retiro sus manos del cuerpo de la castaña y luego las colocó sobre sus mejillas– ..si te mueres me muero..

—No lo hagas-yui.. –Marco sonrió y  beso delicadamente sus labios, luego otra vez y después colocó su frente sobre la de ella, aún si apartar sus ojos azules de los verdes de ella–

—Amo esa frase después de tus oraciones.. –la castaña se sonrojó–

—Es algo inconciente que hago-yui..

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Los días pasaban y la enfermedad de María seguía progresando, ni siquiera con su fruta podía parar el seguimiento de aquella enfermedad, solo podía esperar a que su vida se esfumara. Pero no por eso tenía que estar siempre triste, no, ella tenía a Marco quien la amaba y a los niños del orfanato. Ellos eran los únicos que podían sacarle algunas risas, eran su sol de cada día...

—¡María-san!.. –grito una pequeña niña con una tortuga en sus manos–

La mayor y los niños se encontraban en el patio trasero del orfanato, jugando en el verde pasto con algunos juguetes de campo...

—¿Que sucede-yui?..

—¿Marco-san y usted se van a casar?.. –preguntó inocentemente la niña. Las mejillas de la mayor se colorearon de rojo carmín–

—N-Nononono.. –decia tan rápido como podía, el color ya hasta le había subido a las orejas–

—¿Por qué?

—P-Porque el y y-yo.. y yo..

Desde el pórtico trasero del lugar Marco sonreía por la tierna escena, Maria era una hermosa mujer, su hermosa Omega...

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—¿Por qué no quieres casarte?.. –preguntó Marco sentado en el colchón de la habitación de María–

La joven mujer estaba dándole la espalda mientras se retiraba los pendientes enfrente de un espejo a cuerpo completo...

—No quiero.. tu.. tu necesitas a alguien que esté a tu lado-yui.. –volteo y lo miro con tristeza, luego camino hacia el y se sentó en su regazo–

—Te quiero solo a ti..

—No tienes futuro conmigo-yui.. –lo tomó de la nuca y lo besó con ternura– ..tampoco quiero que me marqués..

—Pero..

—No hay peros-yui.. si lo haces sufrirás, y lo menos que quiero es que sufras-yui..

—María..

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—Mirame por favor-yui.. –tosio un poco. El rubio la miró sentado aún lado de su cama en el hospital de la isla–

—María..

—Te amo y siempre será así-yui.. aunque renazca mil veces seguiré amándote.. –sonrio débil. Marco sostuvo su mano con delicadeza, sentía que si la apretaba un poco está se rompería– ..¿Recuerdas el libro que te regale sobre constelaciones-yui?

—Lo r-robe de una librería y luego tú lo compraste.. –rio un poco ocultando bien su tristeza–

—Siempre he pensado que nos parecemos a esas estrellas..

—¿Altair y Vega?.. –la castaña asintió débilmente–

—E-En cada vida.. nos encontramos, pero siempre hay algo que no nos permite estar juntos.. –Marco lloro. María sonrió con ternura, luego cerro los ojos y lentamente se fue recostando en el colchón de la cama hasta terminar completamente tendida– ..te amo-yui..

Aquellos verdes ojos perdieron el brillo de vida que le quedaba, su expresión era tranquila y parecía como si solo estuviera mirando el techo, como recordando algo de gran valor..

—Y yo a ti.. –el rubio cerro los ojos de la castaña–

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La lluvia caía sobre su cuerpo, en sus manos llevaba un ramo de flores. Marco veía la tumba donde descansaba Maria..

—Te amo-yoi...

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Espero que les haya gustado, dejen su estrellitas 🌟 para más capítulos y comenten que les pareció el capítulo.

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