VERDADES OCULTAS

CAPITULO 6: ALÉJATE DE MI

(MIA) PDV

El sonido del despertador, como siempre interrumpe mis sueños, un año más, el ultimo, talvez para el año este en otro país estudiando una carrera o trabajando en una empresa de mis padres, me levanto de la cama y lo primero que noto al acercarme a la ventana es el hermoso cielo que hay, una cegadora luz llega hasta mi cara y absorbo el aire llenando mis pulmones cuando está abierta.

¿Cómo continuar tu vida cuando no tienes motivos para seguir? ¿Cómo sonreír  por fuera, cuando por dentro de estas muriendo de tristeza? Así me siento, sin ninguna meta o algo porque luchar, tengo mucho dinero, soy conocida, tengo salud pero aun así me siento vacía, rota y cuando algo se rompe es imposible que vuelva a hacer como antes, a pesar que juntaste las piezas.

Se llevó todo de mí, me dejó vacía, inservible, de nada me sirvió el dinero, el poder, de nada, yo solo buscaba la felicidad y lo único que encontré fue la destrucción, el me llevo por el camino de la oscuridad, del placer y del dolor.

Me rehúso a mí misma a volver a llorar, ya no, ya fue suficiente, demasiadas lágrimas por un hombre que no  vale la pena. Lo que más me molesta de mi misma es que teniendo tanto poder me niego a hacerle daño, si yo quiero puede verlo suplicando perdón de rodillas en un dos por tres, pero así no soy yo, estoy aun enamorada de él, al menos eso creo y mi corazón me lo dice.

Me doy vuelta  y cojo el despertador, son las  7:00 am, la ceremonia empieza a las 9:oo pm, tengo 2 horas para alistarme, entro al baño, no tengo compañera de cuarto, la habitación que tengo fácilmente podría ser compartida por 5 personas pero es para mí sola, prefiero la soledad, momentos para mi sola y mis pesares, pero no quiero dar pena, ni preocupar a nadie y la única solución para eso es usar una máscara, creo que todas las personas usamos varias mascaras en diversos momentos de nuestra vida, aparentamos reírnos cuando por dentro tenemos un torbellino de emociones que pretenden hacernos caer en la tentación de llorar.

Hundida en mis pensamientos termino de bañarme, me envuelvo en una toalla y me dispongo a lavarme los dientes, miro mi reflejo y  me doy cuenta que a pesar que tengo mucho, no tengo nada, miro fijamente mis ojos, examino mi cara que refleja tristeza solo eso, haciendo eso caigo en cuenta no soy bonita como las demás chicas, miro mi reflejo y detesto cada vez más a eso adefesio que está ahí, como siempre termino llorando una vez más, me niego a mirarme y termino de lavarme los dientes.

Abro mi armario y saco el uniforme listo, como siempre bien planchado y limpio, solo es un día más, tú puedes Mia, hazlo, me repito a mí misma una y otra vez, tomo aire y lo saco, soy pequeña, 1.50, aquí en este lugar hay señoritas que fácilmente pudriesen ser modelos de alguna marca de ropa, pero así nací, una maldición para mí, termino de secarme el cabello, exijo a mi miente que aleje malos recuerdos, suerte que me mantendré ocupada todo el día, la herida aún está fresca, fue un mes,  me mantengo fuerte, y me dispongo a ponérmelo, las botas de cuero con tacón me elevan un poco la altura, me dirijo al espejo tengo el cabello suelto y algo húmedo, agarro el peine y empiezo con la coleta alta, ningún mechón se asoma por mi rostro, una vez que termino, miro el resultado, el uniforme me da una iré de superioridad, pulcritud, roció perfume por mi cuerpo, huele a lavanda, mi olor favorito, mi olor personal, terminó poniéndome el lazo rojo perfectamente armando en la coleta alta y saco de un cajón mi medallita, el único regalo sincero que sentí que me dieron mis padres, ellos que casi nunca los veo, no los oigo ni los siento cada vez que quisiera, siempre están ocupados, por eso me enviaron aquí, para estar en mi propio mundo, pero lo único que quiero es llevar un novio a casa para navidad y compartir con mis papas, pero es imposible ellos ni siquiera preguntan por mí a diario, como siempre digo, solo fui un estorbo en sus vidas, si en verdad me quisieran se preocuparían por su hija no por sus empresas, una vez colocada en mi cuello la admiro, es preciosa, es una virgen con una piedra de color morado, sé que esa virgen representa a mis padres, quiero pensarlo así, así me puedo sentirlo.