Ya había pasado cerca de una semana del inicio de clases y las chicas por momentos podían controlar sus poderes, pero aun no sabían exactamente cuál era su misión y no estaban unidas del todo, si bien es cierto solo tres estaban empezando una amistad, solo Mia se llevaba mejor con Azul, la incomodidad se podía notar mientras Mia estaba cerca de Stefano, la barriga de Amelia aún no se notaba, pero el corazón de la pequeña castaña estaba destrozado.
Era un día jueves, el invierno se estaba acercando lentamente, ya el frio se apoderaba del internado, el semblante de muchos había cambiado, el frio solo daba ganas de querer quedarse por más tiempo en cama pero había clases a las cuales asistir.
Mia se había alejado de muchos de sus amigos y su estado anímico preocupaba al director, no faltaba mucho para que ÉL las ataque o intente hacerlo y ella no daba rastros de su don, llego hasta el punto de hacer penar a los encargados que ella no era chica adecuada, pero la habían elegido y no había marcha atrás.
Mia llegaba a clases puntual como siempre, pero a diferencia de las demás veces, su semblante estaba cambiado, era como si algo dentro de ella la demacrara, tenía ojeras, había perdido de peso y parecía más pequeña de lo que ya era.
-Buenos Días a todos-dijo tomando asiento al lado de Connor.
-¡Dios míos luces fatal!-dijo su nuevo mejor amigo al verla- es como si no hubieses tenido sexo por más de tres años y tu cuerpo gritara a gritos a un hombre.
-Vuelves a decir eso y créeme que el que heredará la fortuna de tus padres será Rodrigo porque tú no tendrás hijos- dicha advertencia callo a este.
-Tiene razón, luces demacrada, pálida y ¿estas temblando ahora?-intervino Lila, Mia no lo había notado pero sus manos empezaron a temblar.
-Solo es el frio, nada más, no se preocupen, he estado algo ocupado y estresada con todo eso de los estudios y las empresas de mis padres, solo necesito comer- dijo tratándose de levantar torpemente de la meza pero esta estaba muy débil.
-Toma asiento yo te la traeré-dijo Connor, todos estaban preocupados por la salud de su amiga, ella era una de las más alegres y ahora parecía apagada.
Su amigo llego con la comida, pero esta no se inmuto, solo observó la comida.
-¿Estas enferma?-decidió preguntar Connor después de un gran silencio sepulcral, todos los ojos estaban puestos en ella.
-Al parecer sí, me duele mucho la cabeza, no tengo apetito y me siento cansada, los párpados me pesan y siento muchas ganas de vomitar-Lo que dijo la castaña no tranquilizó para nada a sus por el contrario los preocupó más.
-Estaré bien, se los prometo, ya he pasado por esto unas cuantas veces, solo necesito descansar un rato- esta quiso tranquilizarlos pero no lo logró, todos sus amigos se miraron incrédulos.
Gía comía en silencio mientras miraba fijamente hacia la meza donde estaba Mia, tenía un mal presentimiento.
Azul por su parte mantenía su vista fijada en el director y profesores, sospechaba algo y sus pensamientos eran confusos.
La dulce Rose estaba preocupada por la salud de su amiga y a la vez tenía celos porque estaba al lado de su amado.
-¿Alguien vio a un chico llegar al cuarto?-decidió preguntar Azul. Ambas negaron.
-Hoy me llegó esto y la verdad no se de quien pudo ser-dijo sacando una caja negra y mostrando una medalla, pero Rose mirando fijamente se pudo dar cuenta que era la misma que ella tenía pero con una piedra de otro color.
-¡Yo tengo una igual y Mia también!-decidió confesar.
-¿Cómo?- Azul estaba más confundida que antes.
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VERDADES OCULTAS
Mystery / ThrillerOcho personas: Cuatro chicas, cuatro dones, una fuerte amistad. Cuatro chicos, cuatro amores, un amor especial. Ocho corazones enamorados, cuatro vidas llenas de mentiras, cuatro vidas normales, dos corazones envenenados de maldad y UNA SOLA...