CAPITULO 11: TE EXTRAÑARE

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 (Mia) PDV

Siento un vacío terrible en el pecho, como si algo me faltara, lo siento con frecuencia se me hace inevitable llorar, me siento vulnerable, dolida, Stefano quiso explicármelo todo pero no se lo permití, no quería más mentiras ni saber nada sobre su vida, me traiciono y eso no es ser un buen amigo, no se merece mi amistad.

El chico que vi hoy no se inmuto ante mi presencia, otros habrían salido corriendo, pero él no, no sé si sentirme ofendida o alegre, puede que me haga su amiga, no se juntaría conmigo por mi dinero.

Muchos pensamientos vienen a mi mente en este momento y definitivamente necesito despejar mi mente, tengo que salir y pensar al aire libre. Decido colocarme una chaqueta para que me abrigue del frio nocturno. Salgo silenciosamente de mi habitación, es la una de la mañana, todas están durmiendo y si me pillan fuera de los cuartos a esta hora definitivamente me expulsaran, pero eso es lo que menos me importa en este momento, al contrario es justo lo que necesito.

Al llegar a la recepción no encuentro a nadie, no hay ningún guardia, apresuro el paso y salgo del edificio, las cámaras pueden que me hayan grabado pero eso no me importa, llego el enorme campus que queda detrás del edificio de las mujeres y miro hacia el de los hombres, noto que en el último piso, que es la habitación de mi ex mejor amigo está encendida, hago caso omiso y sigo avanzando, a medida que me alejo de los edificios empiezo a llorar y rompo en un llanto inconsolable, toda la tensión, estrés, rabia, confusión que invadían mi cuerpo y alma, salen de mí y se apoderan las lágrimas, me siento debajo de un árbol, algo me dice que no debo temer, pero lo que más me preocupa es ese gran vacío que siento, no me siento en paz conmigo misma.

-¿Tú tampoco puedes dormir?-dicha pregunta me causa un gran susto y me saca de mis pensamientos, creí que nadie me había visto, creo que estaré en graves problemas.

-No, solo estaba preocupada por ciertas cosas, ya me iba-decido responderle.

-Parecías ida, perdida en tus pensamiento, al parecer no tenías intención en irte en un buen tiempo-¡Rayos! Estos son los momentos en los cuales me arrepiento de haber tenido un mejor amigo y que me conozca tanto.

-No insinúes que me conoces demasiado porque no es así Stefano, ya me iba buenas noches-decido levantarme pero este me toma del brazo y detiene mi caminar.

-No huyas de tus emociones, ni de lo que dicen tus impulsos-lo miro interrogante y me libero de su agarre-quieres quedarte pero como siempre haces la contra decides irte Mia, solo quiero conversar con mi mejor amiga-esas palabras me hieren al alma.

-Alguien nos puede ver-le digo rogando que me deje ir, pero sé que no sucederá.

-Eso es lo que menos me importa en este momento, siéntate-hago lo que me dice sin refutar, igual iba a lograr lo que quería, si no lo hacía a las buenas era capaz de hacerme sentar por las malas.

-Bueno ya estamos sentados, empieza-le exijo, no soy de recibir órdenes de hombres, a menos que sean mis profesores, pero con el todo es diferente.

-¿Sientes eso?-cuestiona y niego moviendo la cabeza-la tranquilidad pura, sin tareas sin preocupaciones, libertad innata de la vida, sin interrupciones, solos tu yo, como debería ser-lo último capta mi atención y lo miro detenidamente, mantiene su mirada fija en el cielo-¿Ves esa estrella?-me dice apuntando a la más brillante, a la cual asiento-esa eres tú, brilla desde lejos, sin necesidad de querer hacerlo, es su naturaleza y capta la atención de muchos y este soy yo-dice apuntándose a sí mismo-sentado en este mismo lugar.

-¿No entiendo tu metáfora?-decido responderle.

-Estas tan cerca y tan lejos a la vez, te puedo ver, pero no tocar, la distancia que nos separa es inmensa aunque parezca pequeña, solo te puedo observar desde lejos, no puede llegar a ti, por más que tu luz me atraiga-lágrimas empiezan a caer de mis ojos, lo está confesando, después de mucho tiempo siento ganas de saltar de emoción pura, pero no es posible, él está con otra-por eso tengo que realizar otras maneras de verte, buscar una solución, aunque sé que nunca te podré tocar, pareces tan pequeña e indefensa desde aquí, pero ambos sabemos que a medida que te acercas a esta, es decir a ti, te vueles más grande y tu luz puede cegar, y eso hiciste en mí, te quiero desde el primer momento que te vi- lo que muchos decían era verdad y nunca lo creí, empiezo a llorar cada vez más fuerte, estoy confundida, no sé a dónde quiere llegar pero definitivamente no estaba preparada para esto-te espere por más de 4 años, creí que te diste cuenta pero estabas tan ocupada con tus mares de problemas que nunca había espacio para querer, cuando me entere que salías con Mateo, quise alejarme de ti, pero mi amor hacia ti era más fuerte, tu luz me tenía atrapado, era prisionero de tu belleza.

-Tú lo dijiste, eras, será mejor irnos a dormir-me pondo de pies, pero me vuelve a sostener y noto que está llorando, nunca lo había visto llorar, ni menos por una chica, su mirada suplicante me ruega que me quede y vuelvo a sentarme.

-No lo hagas, por favor, no te vayas, no esta vez, déjame terminar, lo tengo que decir desde hace mucho tiempo, ya es hora que lo saque todo-asiento accediendo a su petición.

-Cuando me entere lo de tu relación tuve que aceptarlo, si te quería definitivamente debía anteponer mi felicidad ante la tuya, si tú eras feliz, yo lo era, cuando se terminó fui el hombre más feliz del mundo, pero luego tú estabas tan destruida, devastada y eso me partió el corazón, hubiese deseado encontrar cualquier solución ante tu problema y verte sonreír nuevamente pero eso fue imposible, ya no fuiste la misma y moría de la impotencia por no saber qué fue lo que sucedió, pero pasó el tiempo y al parecer no lo olvídate, cuando apareció sabía que ibas a caer a sus pies, pero no fue así y me hiciste sentir orgulloso por eso-una sonrisa aparece en mi rostro.

-Gracias Stefano-noto que realiza una mueca.

-Siempre odie que me llames así, pero me tuve que acostumbrar, mientras tú estabas con Mateo, yo de impotencia realice cosas que no estaba de todas consientes en ese momento, lo cual me arrepiento y ahora estoy pagando las consecuencias, aunque eso implique que me odies y que te alejes de mi lado, lo cual odio, odio esa idea y no lo digo para que te quedes a mi lado solo por compromiso, pero debes entender y saber que muero por ti, muero por levantarme y que lo primero que vea sea tu rostro, saber que tengo a la mujer de mi vida a mi lado-niego la cabeza, no puedo quererlo, eso no está en mis planes, pero acaba de confesar que me quiere y no a Amelia, lo cual me vuelve loca de la emoción .

-¿Qué hiciste Stefano? Ya dilo de una vez-veo como se tensa lo cual me preocupa.

-Eso es lo que no se-lo miro interrogante-o no estoy seguro, ese día fue tan raro y prefiero decirte antes que te enteres por otra persona, pero al parecer seré papá-lo que dice me deja petrificada, Amelia está embarazada.

-Ahora con más razón quiero que te alejes de mi-digo con rabia, quiero calmarme pero es imposible, el sabia las cosas que me había hecho sin embargo decidió traicionarme por venganza, talvez este exagerando pero su presencia solo me da asco.

-Sabía que ibas a reaccionar así, pero te juro que no se si ese bebe será mío, pero es una criatura y a pesar que no fue planeado, tengo que ser responsable de mis actos, ella te quito a Mateo, tengo conocimiento de eso, pero fue antes de que lo haga, pero también te hacía la vida de cuadritos desde que llegaste aquí y creí que si te daba un poco de tu propia cucharada ibas a sentir un poco de lo que yo sentía, pero no fue así, me sentí culpable, al final estoy pagando mis actos.

-Sabias lo que ella me hacía, aun así preferiste acostarte con ella, no te importo nada, ni cuatro años de amistad, pero lo que más me indigna es que ni siquiera sabes lo que hiciste, no estas ni seguro de lo que hiciste ese día con ella, aléjate de mí, no quiero que me vuelvas a hablar, tu presencia solo me da asco, no puedo creer que en vez de preferir mi felicidad como yo lo hacía, hayas decidido vengarte y devolverme ese sentimiento,-digo con lágrimas en los ojos-espero que eso niño sea tuyo, porque mi amistad jamás la volverás a tener.

Salgo corriendo de ese lugar no importa si me tropiezo mientras lo hago, me siento usada, decepcionada, él me quería sin embargo se acostó con ella, sabiendo que me iba a afectar, si me hubiese dicho que gustaba de mi antes que Mateo, nada de esto estuviese pasando, él dice que quería verme feliz y desistió de su felicidad por la mía ¿acostarse con la enemiga de su mejor amiga es acaso querer su felicidad? ¿Qué es eso? Sabiendo de lo que había hecho, seguía siendo mi amigo y fingiendo amistad, lo detesto, llego a mi cuarto sin importarme cuanto ruido haga, me tiro en mi cama y lloro hasta más no poder.

Ya son tres días sin saber nada de Stefano, ya no hablamos mucho, solo cuando nos tocó hacer grupo, pero solo cosas referentes al tema. La verdadera amistad se nota en los momentos más difíciles, yo estaba ahí para él, siempre y el sin embargo poco o nada le importó. Seguir adelante sin él será difícil pero no imposible.

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