Capítulo 2

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- ¿Qué quieres Ran?

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- ¿Qué quieres Ran?.

- ¿Mhn? Buenas tardes para ti también.

Nahoya bufó volteando la cabeza mientras sus dientes rechinaban por la fuerza.

El peli púrpura observaba a Nahoya frente suyo. Su traje impecable blanco, sus cabellos diferentes, ahora ondulados. Ambos habían cambiado.

- Siéntate, quiero hablar contigo sobre un tema. - Dijo Ran señalando la silla frente suyo.

A regaña dientes. Nahoya tomó la silla para sentarse, cruzando ambos brazos sobre su pecho viéndolo fijamente.

- ¿Ya Comiste? - Preguntó el mayor recibiendo un chistido del contrario.

- Deja de rodeos. ¿Pará qué me hablaste?

El Haitani lo ignoró y siguió observando la carta, acabando con la poca paciencia de Nahoya en esos momentos.

- ¿Aún te gusta el picante? Venden platillo buenos con picantes. - Hablo Ran como si nada para seguido alzar su mano a uno de los meseros que llegó de inmediato. - Denos 2 platos grandes de udon.

Nahoya rodó los ojos - Yo solo Tarayaki y agua.

El mesero asintió yéndose de inmediato dejando a ambos hombres solos.

- ¿Ya no te gusta comer Udon, desde cuándo?

- No tiene que importarte. Dime para que me llamaste.

Ran supo desde un inicio de que no sería fácil hablar con él kawata conociendo su paciencia y la forma de acabaron.

- Primero comamos. Después hablamos. - Dijo una vez que los platos pedidos llegarán a su mesa.

Comieron sin decir una sola palabra entre ellos, solo dando miradas y cuando estas se topaban se desviaban de inmediato.

La comida surgió incómoda y tensa. Que incluso el mesero que los atendió le dio miedo el ir por los platos.

- Listo, ya hemos comido. Ahora, habla. - Habló Nahoya mientras limpiaba su boca con sus dedos para de pies lamerlos.

Ran lo observo fijamente. Nahoya al sentir la mirada penetrante amatista abrio más los párpados para verlo fijamente por completo.

Si saco morado juntos con sus cabellos de dos tipos de tonalidades púrpuras y sus ojos amatistas.

Ran al ver los ojos rubí del contrario desvío la mirada recargando por completo su cuerpo mientras ladeaba la cabeza.

- Quiero que los chicos se queden conmigo un mes.

Nahoya arrugó el rostro haciendo su mano puño.

- ¿Pará qué? Acaban de llegar apenas hace unos días ¿Qué tramas? - Protestó apundandolo con su otra mano.

- Es algo importante para mi y necesitó que ellos este ahí. - Contestó simple sin darle una mirada mientras tomaba una copa con agua.

- Me tienes que decir Ran, no te puedo dejar con los niños así y ya.

- Soy su padre, puedo llevármelo.

- ¡Y yo y también lo soy! - Grito golpeando la mesa.

Nahoya suspiro cerrando los ojos tratando de calmarse.

- Dime solo para que.

El de mirada amatista lo Observó. Nahoya tenía la cabeza baja, seguro para controlar su paciencia y no tirara golpe al mayor a diestra y siniestra.

- Me casare en un mes, o más bien en 3 semanas... Quiero que los chicos conozcan a mi prometida.

El pecho le comenzó a doler de una forma torturosa, sintió como su garganta se cerraba y le costaba pasar saliva. Se sentía mal y sus ojos ardían en el lagrimal.

- ¿Te... Te casaras? - Logró articular con dificultades.

Ran no logró observarlo más al menor y desvío su mirada a su copa con agua observando el líquido chocar.

- Me comprometí hace 5 meses.

El kawata levantó la cabeza mientras en su interior tomaba los pedazo de su amorío por el Haitani roto. -Esta bien... ¿Los chicos lo saben? - Ran negó con la cabeza. - Creo que no.

Nahoya arrugó el rostro apretando ambas manos sobre su pantalón. - ¿Estas a casarte a un mes y no se los contaste? ¿Qué ibas a esperar?.

- Quiero que tu les cuentes.

- Estas jodido de la cabeza.

Y sin esperar más, Nahoya se levantó y camino directo a la salida observado por un Ran estático. Salió con cólera del restaurante sintiendo sus ojos arder apuntó de soltar lágrimas. Hasta cuando una mano jalo fuertemente apuntó de cruzar la salida haciéndole topar con el torso del contrario.

Se alejo de inmediato al sentir la fragancia de dicha persona.

- Nahoya, nesceito tu ayuda para decirles.

- ¡¿Mi ayuda?! Hijo de... - Maldijo levantando sus brazos queriendo golpear al Haitani mayor. - Aceptó que se vayan contigo a tu convivencia de pareja y a tu estúpida boda. ¡Pero no me metas más en tus asuntos! - Lo señaló con enojo mientras varias venas palpitaba en su rostro.

Dio la vuelta listo para irse pero fue nuevamente detenido, ahora de la cintura.

Ambos se quedaron estáticos sin saber que hacer. Sus respiraciónes se detuvieron y su interior cosquilleo.

Por inercia el cuerpo de Ran se movió tomándolo de la cintura como antes solía hacerlo cuando el menor se enojaba. No supo en qué momento actuar, sólo sintió recuerdos venir.

Hubieran seguido así, si no fue hasta que Ran con su pulgar dio una suave fricción sobre la tela poniendo nervioso a nahoya el cual se alejo de inmediato del Haitani.

- Tu ven esta noche a mi casa. Ahí podrás hablar con ello, si algo se dificulta... Yo te ayudaré.

Sin despedirse, se alejo a paso apresurado tomando sus llaves, metiéndose a su carro y partir directo a la oficina de su hermano y Mitsuya para desahogarse, mientras sentía como sus mejillas estaban mojadas y calientes y de su boca salían balbuceos ahogados al aspirar su nariz.

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separated parents and a bond [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora