Mental Illness

84 16 1
                                    

Años atrás.

–¡Waaaa!

Ese había sido el grito de un niño pequeño que había despertado en medio de la noche. Estaba aterrado y se debía a que había estado soñando algo muy desagradable.

– A-yuan.

–Lan-gege... –Corrió a los brazos del adulto con quien compartía habitación y no pudo evitar llorar.

–¿Los sueños otra vez?

–Hay muchas personas y...están pasando cosas malas y...yo estoy buscando a alguien pero no se quien es y...no me gusta me da mucho miedo –Trataba de explicarse lo mejor que podía para su edad, todo mientras hacía mucho esfuerzo para controlar su llanto.

–No tengas miedo. Nada malo te pasará. Yo estoy contigo.

Desde que lo había rescatado de los túmulos funerarios el pequeño a-yuan se había convertido en la razón de la vida de Lan Wangji. Era el único recuerdo vivo de su amado por lo que decidió que lo protegería. Sabía que el pequeño tenía un trauma muy grande por todo lo que tuvo que vivir y aunque afirmaba que había olvidado muchas cosas esos recuerdos se manifestaban a manera de pesadillas.

–Hay que volver a dormir. Ya es tarde.

–Pero pero...Lan-gege tengo miedo...

–Puedes dormir conmigo hasta que te sientas mejor. Yo te cuidare.

El pequeño a-yuan sonrió y rápidamente tomó su almohada para acomodarse en la cama de Lan Wangji. Lo abrazó con fuerza y casi de inmediato se sintió más tranquilo. Como si nada pudiera hacerle daño con tan solo estar así. De esa forma pudo volver a dormir.

En el presente.

Ya habían pasado muchos años de eso y aun así, de vez en cuando, era algo que seguía sucediendo.

Esa noche Lan Sizhui se levantó abruptamente, estaba bañado en sudor y no podía evitar temblar un poco. De verdad se había esforzado mucho para no tener esos sueños pero a veces era inevitable que lo atacarán nuevamente.

Respiró profundamente para tratar de calmarse. Sabía que tenía un día muy atareado en cuanto saliera el sol pero de verdad veía difícil poder volver a dormir en esas condiciones.

Entonces sintió que alguien abría la puerta.

–¿Está todo bien? Iba de paso y oí ruidos.

–Maestro Wei...si...todo está bien –Trato de sonar tranquilo pero el ligero temblor en sus manos lo delataba.

–¿Tuviste una pesadilla? –Entró y cerró la puerta detrás suyo para acercarse.

–No quiero molestar a nadie. El toque de queda ya inició y no debería estar haciendo ruido. Solo necesito un momento y volveré a dormir.

–Entonces si te pasa algo.

–Si bueno...no es algo nuevo para mi. Hanguang-Jun me contó que cuando era niño me pasaba muy seguido. Hace mucho no sucedía pero...

–No digas más. Muévete un poco hazme espacio.

Wei Wuxian se acercó hacia la cama y se acomodó a su lado sin darle tiempo para que protestara.

–Creo que asi estaremos bien. Si quieres puedo abrazarte para que te sientas mejor –Le dijo con una sonrisa.

–¿Por qué...? No es necesario que haga esto yo...

–No digas tonterías. Si estás asustado yo te ayudaré. Aunque seas un jovencito, para mi sigues siendo ese mismo niño lindo que enterré alguna vez en la tierra. –Lo abrazó y lo colocó en su pecho. –Puede que no lo recuerdes, pero muchas noches dormimos así tú y yo. Cuando me tocaba cuidarte o simplemente cuando era tarde y te quedabas conmigo a hacerme compañía en la cueva.

–No...no lo recuerdo –Se había sonrojado un poco pero la sensación se le hizo realmente cómoda y familiar– Pero no es necesario que se quede aquí. Seguramente Hanguang-Jun...

–No te preocupes por eso. Tu padre lo entiende –Le guiñó un ojo– Vamos a dormir. Yo también estoy cansado.

Era cierto que no recordaba mucho de su niñez pero al parecer su cuerpo sí porque al instante que lo abrazó pudo relajarse e incluso se empezaba a sentir adormecido. De verdad podría dormir tranquilo estando así.

No lo diría en voz alta porque sería un poco vergonzoso pero no podía evitar pensar que tenía a los mejores padres del mundo. Que lo amaban y él a ellos. Que siempre que estuvieran con él podría superar cualquier cosa, entre eso su estrés postraumático.

WangXian Month 2022Where stories live. Discover now