Cap. 2

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Después de todas las ideas alocadas que pasaban por mi mente trate de enfocarme de nuevo y pude notar que había dos amigas mías con ella, recordé que fumaban y para calmar mis ansias corrí a comprar dos cigarros, uni para mí y otro para quien sabía que fumaba (Ady) estaba consiente del riesgo que tomaba podría quedarme estupefacida al verla de cerca y no poder decir ni una sola palabra, pero aún así desidia tómalo. En cuando llegue con Ady y le daba el cigarro mi mente explotó al ver a ella frente mío pero las palabras de Zoe (mi otra amiga) me quitaron mis múltiples pensamientos pues dijo:
-Pues te presento a ella.
Me señaló y pude comprender que le hablaba a ella, los nervios que tenía al tope en ese momento solo pudieron encender mi cigarro y darle un ligero "jalón" y girarme hacia con Ady. Zoe termino la presentación:
-Dani te presento a Mariana, Mariana te presento a Dani!

No pude disimular mi cara de satisfacción y nerviosismo cuando, ¡por fin!, supe su nombre; la more a los ojo y lo único que pudo salir de mi boca en esos momentos fue un simple
-Hola.-
Sin despegar la mirada una de la otra, me respondió con una hermosa sonrisa y otro
-Hola.-
Esa simple palabra convencional fue tan lindo en ese momento que en mi interior todo se revolvía y no sabía que más hacer así que continúe fumando mi cigarro.
Después de tanta emoción escuché la charla entre Zoe y Mariana, esperaban a alguien más, ashh mierda todo estaba tan bien, todos mis sentimientos comenzaron a alborotarse como si una serie de personajes parecidos a los de "intensa mente" corrieran preocupados de lado a lado en mi cabeza con diferentes emociones, comenzaron a surgir nuevas pregunta separa mi ya amplio repertorio ¿A quien esperarían?, ¿A la persona que esperan será su pareja?, ¿Será más bonita que yo?, No lo sabía, pero me sentía más confundida que antes.
Comenzamos a caminar y mientras lo hacíamos escuché que Mariana ni si quiera conocía a la chica que estaban esperando y de quién tanto hablaban y ahí solo ahí en ese momento me alegre un poco. Nos quedamos aproximadamente 10 minutos más esperando a aquella misteriosa mujer que jamás llegó; caminamos a la parada de autobús y cuando nos paramos ahí y finjia ni escuchar, oí que María tenía que irse pues vería a otra chica y posterior iría ver a su crush, así de simple en un día por tres,  como un chasquido de dedos se acababan todas, en absoluto, de las supuestas posibilidades que me había creado de estar con ella y no sé porque, pero algo dentro de mi se deshacía poco a poco.

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