8

307 38 4
                                    

Kirishima se quedó todo el tiempo al lado de Bakugo, esperando a que despertara.

Pasó 1 hora y poco a poco Bakugo abría los ojos y soltaba quejidos por sus heridas.

¡Carajo! Por qué mejor no me muer— Giró a su izquierda, y por fin. Después de días, pudo ver a Kirishima. El estaba sentado en una silla, al lado de la camilla. Kirishima solo le sonrió —Kirishima.... Eres... Estés tu

Se escuchó un golpe en la puerta. Eran Deku, Todoroki, Denki, Mina y Sero.

Ellos estaban afuera de la enfermería y vieron por la ventana que Bakugo ya había despertado.

¡Bakugo!— Gritaron todos.

¡Kacchan!— El peli-verde se acercó a abrazarlo
¡Pensé que ahora sí te matabas! ¡Se que es difícil todo esto— Deku solo lloraba.

Bakugo estuvo apunto de quitar a Deku, pero miró a Kirishima a los ojos y el pelirrojo asintió, dando a entender que estaba bien, que lo dejara abrazar.

Estoy bien, nerd— Le da un pequeño golpe en la cabeza —¿Me crees tan débil?

Bakugo solo giraba a ver a Kirishima, no quería dejar de ver esos hermosos ojos rojos y esa sonrisa que hace mucho había perdido.

Bakugo... ¿Por qué no dejas de mirar a esa silla? Ahí no hay nada.

¿Acaso eres idiota, Ice-hot? ¿Que no ven que el pelos de mierda está ahí? Literalmente los está viendo. Cuando desperté el estaba sentando junto a mi.

Los chicos de miraron entre ellos, saben que esto no puede seguir así

Algun dia terminará suicidandose.

Todoroki se acercó a Bakugo y lo sujetó de las manos, algo que sorprendió a todos, incluso a Kirishima.
Bakugo... Sabemos por el dolor que estás pasando, todos los estamos pasando, pero... Debemos poco a poco superarlo, no es fácil, lo se, pero hay que intentarlo. No es sano vivir así, triste, todo el día llorando, lastimandote, porque no creas que no sabemos que te cortas... Y nos duele, porque...Todos se acercaron a Todoroki —Somos tus amigos y nos importas

Bakugo tenía la cabeza agachada, de por si su vida era una mierda, sin Kirishima estaba en la perdición.

Quitó sus manos lentamente, abrazó sus piernas y comenzó a llorar. Todos se acercaron a abrazarlo.

Kirishima lloraba, pero tenía una sonrisa. Apesar de que el ya no podrá cuidarlo y estar con el físicamente hablando, el no está solo, sus amigos están con el y eso, eso es más que suficiente.

Con ayuda de Aizawa, todos pudieron conseguir cita con un psicólogo, era necesario, ya no podían seguir así.

Tocaron la puerta —Adelante Bakugo entró a la habitación.

Paredes blancas, un escrito marrón, las paredes con uno que otro cuadro con títulos universitarios se divisaron en la mirada del ceniza. —Toma asiento—

Bakugo se sentó con cabeza agachada y solo veía sus manos —Bien, ¿Me podrías decir tu nombre y edad?

Bakugo Katsuki, 16 años.

Perfecto... Aspirante a héroe, ¿Cierto?

Ya no se... Yo creo que no. Se supone que el trabajo de un héroe es ayudar y salvar a los demás... Y yo no lo pude hacer.

Mmm, partamos de eso ¿Por qué dices eso? ¿Me quieres contar?

Las semanas pasaban. El psicólogo, realmente estaba ayudando, pero aún seguían las pesadillas.

¡Kirishima!... Dios... Eran las 3 de la mañana, tocó su frente y estaba sudando frío —Tranquilo... Tranquilo, yo puedo, yo puedo Igual, estuvo bien que se despertara. Su alarma sonó, era hora de su medicación.

Lamentablemente su ansiedad había aumentado y tuvieron que medicarlo.

Volvió a acostarse, se cubrió con las sábanas.

Tardó un poco en conciliar el sueño, pero logró dormir.

Bakugo imploraba que jamás se acabara el sueño que estaba teniendo.

Bakugo caminaba por un campo abierto, el viento recorría su rostro, las flores y plantas eran movidas por el viento.

Caminó aún más y encontró una laguna, corrió hacia ella, tenía las manos secas y eso no le gustaba.

Llegó a ella y notó el hermoso cristalino que tenía, el sonido del agua y el viento le relajaba bastante. Se quitó lo zapatos y los salpicó un poco, jugando en ella.

Escuchó un grito, pero no entendía que decía.

¡Bakugo!

"¿Bakugo?" Giró para ver de quién se trataba y era... Kirishima.

¡Bakugo! Se le dibujó una sonrisa a Bakugo y corrió hacia el.

¡Kirishima! Bakugo corrió y corrió y llegó, lanzandose hacia el para abrazarlo, provocando que ambos cayeran en el pasto.

Mi amor, Kirishima, mi vida, estás aquí, no me dejaste solo Bakugo besaba cada parte de su cara mientras lágrimas caían en las mejillas del contrario. Kirishima solo reía y de igual forma se le salían unas lágrimas.

Yo jamás te dejaré solo, aunque no me veas, yo siempre, siempre, estaré contigo... Mi Cherryboom Kirishima besó a Bakugo y este le correspondió.

Quería aprovechar, quería ser feliz, aunque sea 5 minutos más.

Un simple soplo... | Kiribaku [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora