Un omega de experimentación del laboratorio 13 fue encontrado y Jeon Jungkook descubre el secreto detrás del éxito de la empresa de su padre, la verdad se debate entre la ética y el amor ¿cuál ganará?
Sin saber ambos, caen en las redes de algo más...
“No lo justifiques” murmuró con el semblante decaído, sentía pesadez en todo su cuerpo.
“Osito, todos tenemos nuestros altos y bajos” Hoseok mencionó mientras conducía.
“Pero me rechazó” reviró los ojos.
“Lo sé pero ¿le preguntaste qué le pasaba?”
“No…”
“No me digas que no le has hablado.”
“No, tampoco lo haré. Él fue grosero conmigo” hizo un puchero.
“¿Estás haciendo un berrinche?”
“Él ni siquiera me ha dado los buenos días” cruzó los brazos “Antes iba y me daba un beso y…”
“Espera ¡que! no sabía que habían llegado hasta ese punto”
“Hace unos días yo estaba encima, ¡Ah! Su supieras lo...”
“¡Ay! Jeon Miso no me digas eso. No sabía que hablabas hasta por los codos”
“¿Quieres que me quede calladito?” preguntó divertido.
“No, me costó mucho hacerte hablar. De hecho ¿Cómo sabías que eso serviría?” mencionó refiriéndose a la joyería.
“Recordé que cuando tenía las cadenas podía caminar…Entonces pensé que quizá sea eso”
“Entiendo” murmuró Hoseok con la vista en el camino.
“No recuerdo grandes cosas. Solo el laboratorio, lo que comía para sobrevivir y el resto son sensaciones. Nada concreto y eso me frustra”
“No te presiones, mejor sigue quejándose de mi jefe” bromeó."No me gusta verte con semblante abatido"
“Hoy es su día libre y resulta que no puedo estar con él” le tomó la palabra y empezó a quejarse.
“Anoche me dijo que necesitaba a una tal Giselle”
“¿Quién es esa?” levantó una ceja, se veía más espeluznante ahora que sus facciones concordaba con sus palabras.
“No lo sé, Jackson dijo que...” Hoseok empezó a disociar.
“¿Qué?” frunció las cejas.
“Que iría a comprar supresores” murmuró.
“¿Está en celo?”
“No, su celo pasó hace dos meses” respondió sin filtro.
“Llévame a casa de nuevo” exigió.
“¿Para qué?”
“¡Llévame!”
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Miso abrió la puerta abruptamente dejando sus zapatos en cualquier lugar de la entrada, y a la mitad de la sala un olor a cereza extremadamente dulce le asqueó causándole estragos en el estómago. Sintió una arcada nacer desde su estómago y su mente estaba haciendo mejores películas que Bollywood, suspiró para armarse de paciencia pero se le agotó antes de tenerla, caminó con pasos pesados y su aura volviéndose amarga.
Su mano intentó abrir la perilla de la habitación del alfa pero esta estaba vacía, luego fue a la contigua la cual estaba con seguro. Caminó cinco pasos hacía atrás y la pateó, esta se desprendió del marco como un telón dejando ver aquella escena.
Y de esa forma la cantante de ópera empezó su función.
El omega alzó una ceja, al ver a Jungkook con dos de sus dedos en el interior de aquella omega barata que gemia como perra en celo, la cual estaba en cuatro al borde de la cama. Los dos estaban en estado de shock, Jungkook sacó sus dedos encaminándose hasta Miso pero este caminó más rápido y lo derribó de una bofetada que casi le dislocó la mandíbula.
Tomó a la omega de su falso cabello rubio arrastrándola sin compasión por toda la casa, Hoseok dió un respingo y Jackson contuvo la risa pero salió detrás de Miso quien había tirado a la omega fuera del lugar dejándola medio desnuda y cerrándole la puerta en la cara.
Casi que corrió torpemente para llegar donde Jungkook, quien estaba algo atolondrado sosteniéndose la mejilla que estaba empezando a inflamarse de forma dolorosa. El omega le dio una clara indicación con señas.
Se fue a bañar inmediatamente sintiéndose como un perro regañado, extrañamente su lobo estaba atacandole por querer tomar a otra omega... Una que no era el suyo.
No se atrevió a decir nada y bajó la cabeza.
“No es necesario ir a Busan, les doy el día libre.” El omega se acercó hasta ellos y no se perdió del asombro de Jackson al verlo y escucharlo
“Si señor” Hoseok respondió de forma obediente, podía sentir su superioridad.
“Creo que deberíamos esperar a que el señor Jeon nos diga que hacer” Jackson respondió, no podía seguir órdenes ajenas.
“Yo les estoy ordenando” Le mostró sus ojos de inframundo, con su voz casi tocando un tono ¿Alfa? ¿Omega? Cualquier cosa que hubiese sido doblegó a Jackson.
“Si-sí señor” murmuró.
Miso se encaminó hasta la habitación del alfa y se sentó en la cama de piernas cruzadas intentando controlar su respiración, cuando Jungkook llegó lo miró de reojo “No debiste hacer eso. No tienes ningún derecho” le gruñó, su cuerpo estaba temblando por el celo y por la lucha interna que tenía en contra de su lobo quien le pedía empotrar al omega contra la pared “Aléjate, debes de estar lejos de mí.”
Esa advertencia no le importó, caminó cada vez más cerca del alfa con movimientos suaves y elegantes casi seductores. Cuando estuvo frente a él se puso de puntillas pasando sus manos alrededor del cuerpo tibio y sintió como el alfa dejaba de respirar para cerrar los ojos, intentando que el aroma que el omega desprendía no lo terminara de alterar.
Sus intentos de contenerse fueron en vano cuando Miso pegó su cuerpo a él y mordisqueó su cuello para luego lamerlo sacándole un gemido, Jungkook perdió el control.
Sería un día largo.
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