35.

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Quiebre.

"Hola cosa" Jungkook sonrió recordando aquel apodo que al principio comenzó como algo despectivo de su parte pero que luego se convirtió en un mote cariñoso, le gustaba usarlo cuando bromeaba con el omega.

"Hola alfa tonto" escuchó el bufido de su risa, Jungkook no pudo evitar sonreír mirando el camino para después posar su vista en las dos docenas de flores amarillas que había pedido para darle a su precioso mugre.

"¿Estás listo para la sorpresa?" preguntó añadiendo más misterio, haciendo que el omega quisiera comerse las uñas. Jungkook por fin había decidido que era hora de mudarse la casa estaba lista, se había demorado más de lo acordado porque el mismo se encargó de añadir unos cambios más y poder sorprenderlo.

"Si, ya quiero saber que es. Estás siendo muy cruel al no decirme..." el omega mencionó en un tono bajito casi rozando a un berrinche.

"Pero es una sorpresa, no te puedo decir" mencionó con mofa.

"Entonces no me digas que tienes una sorpresa, sorpréndeme. Cerebrito" le dijo en el mismo tono burlón. Una de las cosas que más le hacía delirar a Jungkook sobre Miso era su humor y personalidad, le encantaba que no fuera tan empalagoso pero que a su vez demostrara su amor hacia él en aquellos juegos coquetos, no era un omega común y eso era lo que más le fascinaba.

El alfa había descubierto que el lenguaje del amor de su esposo eran actos de servicio y no podia estar mas enamorado por aquello, recibir sus ensaladas de almuerzo mal cortadas porque era terrible en la cocina, lo hacía sentir amado. Verlo impregnar su ropa con el olor dulzón para que los demás supieran que tenía omega aunque Jungkook mismo estaba marcado y olía a él, le hacía latir fuerte el corazón. El hecho de que haya aprendido a hacer su café favorito y se levantara todas las mañanas para hacerlo y dárselo para que lo llevara caliente a la empresa, en definitiva le alegraba las mañanas. Miso no era un omega expresivo con las palabras, no solía llamarlo por apodos tan cursis o expresar ciertas cosas pero no era necesario, Jungkook sabía que lo amaba podía sentirlo con cada fibra de su cuerpo cada vez que aquellos ojos marrones le miraban, ellos habían trascendido porque las palabras ya no eran necesarias.

"Mhm.... sí, como digas. Lo que sí te puedo decir es que te necesito..." murmuró lo último con un tono pesado, casi ronco, las imágenes de Miso desnudo bailando para él durante su luna de miel atacaron su memoria al ver en una tienda un atuendo similar al que el omega se quitaba por partes esa noche. "Te quiero encima de mí en estos precisos momentos y nada me detendrá porque voy para allá"

"¿Estás entrando en celo? cuestionó coqueto y algo ansioso al sentir como su alfa pedía por él, se sentía orgulloso.

"No lo sé pero en serio necesito mi pene en tu culo" dijo en voz alta, no le importaba quién lo podría escuchar estaba solo en su auto y con su celular en altavoz.

"De ser así, estoy listo para ti. Te esperare afuera, te daré todo lo que necesitas" dijo bajito, mordiéndose un poco los labios salivando más de lo usual por el creciente deseo que estaba comenzando a instaurarse en la parte baja de su abdomen, el calor comenzó a subir por su nuca y estaba seguro que si seguía imaginando las manos de su alfa recorriendo su cuerpo, comienza a lubricar, no quería oler a exitado pero la sola idea lo volvía loco.

"Maldita sea, me casé con el omega correcto" dijo ansioso con un problema notorio en sus pantalones.

"De todas formas siempre has sido mío" sentenció Miso. "No importa lo que hubiera pasado, te encontraría y serías mi alfa" le siguió la charla, nunca se había hablado así por teléfono pero era endemoniadamente caliente. Estaba guardando las últimas cosas para salir mientras Jungkook le narraba explícitamente lo que le haría, moria por follar en el auto.

JIAN-Kooktae-SSSS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora